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十二

Ya había pasado un día, un día sin hablarle a SooYeon, un día de no estar de buen ánimo, un día en el que TaeHyung no ha dejado de preguntarme que me pasaba. Todo se vuelve tan molesto.

"No puedes estar enojada conmigo para siempre" había dicho Jessica ayer, después de mi intento de 'ley del hielo'.
No estaba tan enojada con ella, no del todo, yo sabía que no era su culpa el que JungKook haya ido a casa para buscarme, o el que se haya aprovechado de la situación para quedarse hablando con ella desde sabrá Dios cuánto tiempo, no era culpa suya.

—Te ves algo rara —me sobresalté de repente al oír la voz de Amber—. Así traerás la consciencia —sentándose justo frente a mí comenzó a burlarse sin dejar de comer su manzana.

—¿Por qué lo dices?

—Porque estás sola —inconscientemente miré a mi alrededor, era demasiado obvio que ni TaeHyung ni Sica estaban a mi lado—. Y tienes cara de suicidio... ni lo pienses, eso es malo.

—No digas tonterías —recargué mi barbilla en la palma de mi mano y me dediqué a admirarla. Se veía tan despreocupada.

—Lo que diga mi princesa —rió de nuevo haciéndome sentir mal conmigo misma, Amber no merecía que le hablara de esa forma.

Aclaré mi garganta en un intento de arreglar las cosas—. ¿Y dónde está SunYoung?

—No sé, por ahí —mordió una vez más aquél fruto rojo—. Supongo.

Asentí con la cabeza sin decir nada más, Amber tampoco dijo nada, sólo comió tranquilamente tratando de mantener su vista apartada de mí lo que agradecí internamente por facilitar evitar un momento incómodo para mí.

Varias veces estuve pensando en posibles temas de conversación con la castaña, lamentablemente a medida que me decidía por uno terminaba eliminando esa opción. Buscaba algo con lo que pudiésemos hablar un largo rato sin cambiar el tema, así no teníamos que callarnos de nuevo y sentir esta sensación en mi estómago.

Miré a mi alrededor buscando algo que me diera una idea. Gustos, propósito, amigos, miedos...

—¿Qué tal es TaeHyung? —parpadeé varias veces, esa no había sido mi voz.

—¿TaeHyung? ¿Mi amigo? —pregunté algo confusa. Se estaba haciendo costumbre que pregunten más por él que por mí.

—Tu novio. Claro que tu amigo, a menos que lo quieras de otra forma —sonrió de una forma cínica mientras que subía y bajaba las cejas.

En seguida negué con la cabeza sintiendo como esta comenzaba a arder.

—Somos amigos, te dije que pararas de decir tonterías —me crucé de brazos mirando hacia otro lado.

—¿Y si mejor hablamos de Jeon JungKook? —y como si hubiese dicho la palabra mágica giré mi cabeza centrando mi atención en la chica frente a mí.

—¿Q-Qué hay con él?

Tenía, no, debía ser sutil.

—No sé —se encogió de hombros ahora ella volteando a ver hacia otro punto—. Sólo preguntaba por él, ¿o acaso quieres hablar sobre Jeon? —sonrió de costado.