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十七

¿Cómo la había pasado después de lo sucedido? Nada bien.

Ni TaeHyung ni JungKook paraban de llamarme, de mandarme mensajes, pero eso no era lo que necesitaba ahora. Necesitaba sentarme a hablar primero con TaeHyungl, a solas, y que me cuente todo lo que me ha estado ocultando desde que nos conocimos.
En realidad jamás estuve enojada con él, no podría, sería una malagradecida, sin embargo si sentía una sensación de decepción en mi pecho.

Lo que me detenía a hablar con el castaño era el miedo, llevaba dos días ignorándolo en la escuela, pero era el miedo el que me controlaba.
Le había comentado a Jessica mis problemas y pensamientos, ella me contestó con una pregunta.

"¿Qué tal si TaeHyung te quiere como algo más?"

Pero por supuesto que eso no podía ser, el chico se acercó a mí para buscar una amistad, o eso fue lo que yo pensé. Esa idea estaba descartada por ahora, ¿quién era yo para pensar que tal vez él sintiese algo por mí? Quiero decir, qué me hace especial para que su trato fuese diferente, no podía estar paranoica en este momento.

Tomé mi celular que yacía sobre mi cama, necesitaba una segunda opinión.
Busqué entre mis contactos el número y marqué enseguida.

Una, dos, tres.

—Hey, princesa.

—¡Amber! Siento molestarte, pero tengo algo que contarte.

—Claro, lo que quieras.

Asentí con la cabeza aun cuando ella no podía verme.

—Pasa que tengo un amigo que hace unos días se peleo con... ahm, otro amigo, mi amigo —el que golpeó al otro— ha estado actuando de una forma muy rara conmigo. Le conté a mi hermana lo que pasaba, pero ella dice que al parecer él está "enamorado" de mí, pero también está al que golpearon. Él sí que me confunde.

—Bueno, Krys, primero que nada debes aclarar las cosas con amigo número uno, que no te oculte absolutamente nada. Ahora, amigo número dos, tendrás que hablar con él y decirle que te diga sus intenciones, que se deje de tonterías y juegos.

—Si lo dices de esa forma...

—¡Oh por Dios, SooJung! —la voz de SunYoung se hizo presente en la conversación, reí escuchando a Amber al fondo pidiendo su celular— No dejes que jueguen contigo, debes demostrar quién manda y... ¡Au!

Quejidos y gritos sonaron por el otro lado de la línea.

—Lo siento, princesa —la voz de Amber resonó de nuevo— Estamos practicando una coreografía y SunYoung no deja de distraerse. Piensa en lo que te dije, debes hablar con Tae.

Al escuchar a Amber mencionar el nombre de TaeHyung casi me provocaba un paro cardíaco.

—¿C-cómo...

Rió—. No soy ciega, Junggie... ni tona, nos vemos luego.

Quise despedirme de igual forma, pero la sorpresa me había dejado sin palabras.

Sin querer hacerlo comencé a sonreír, ¿cómo era posible pasar de la desesperación a la felicidad? Amber era una gran amiga, ojalá y algún día pudiera regresarle todo lo que ha hecho por mí.

❋

Acababa de pedirle a Suga la dirección donde TaeHyung vivía, le comenté a mis padres que esta tarde no la pasaría con ellos ya que tenía algo que resolver y ya era momento de afrontar mis problemas.
Salí en dirección a una tienda de donas y malteadas cerca de la estación del metro para después dedicarme a preguntar a unas cuanto personas como llegar a mi destino, mentalmente recordándme que cuando todo esto pasara y TaeHyung me perdonara, teníamos que pasear por todo Seúl. Preguntar a desconocidos todo el tiempo que saliera era un poco vergonzoso, sin mencionar lo fastidioso.