El primer día en Rosewood Dale

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-¡A Desayunar! - oí decir a Haruhí solo unos segundos antes de que sonara mi despertador.

Yo aún con sueño me sacudí la cabeza y me levante de la cama tras un gran bostezo. Hice la señal de la cruz y al salir de mi habitación me dirigí ya vestido al comedor de los Suzumiya. El desayuno estaba servido y ya todos estaban comenzado a comer, pero al observar la mesa me paralicé. Oh virgencita mía, en ¿serio oiste mis plegarias? Me sorprendí tanto por que junto a los Suzumiya no sería el unico invitado al desayuno. Allí estaba el chico, al lado de Okada. Me senté con un poco de nerviosismo dándole los buenos días a los Suzumiya. Me dijeron que teníamos un visitante a desayunar con nosotros.

-Es Mike -dijo Haruhí -va en la misma clase que Okada, están en el mismo curso.

Me acerqué un poco para poder estrecharle la mano al otro lado del mesón. Me respondió calidamente, mis cachetes de sonrojaron al instante al rosar su piel. Ave maría purisma, te agradezco por oír mis plegarias, pero no creí que ocurriría de esta manera.

Seguí comiendo, sin poder mirar a los alrededores de la mesa, estaba realmente apenado. El señor y la señora Suzumiya comenzaron a preguntarle que cómo le había ido en las vacaciones, y que como le fue viviendo en Islandia por un año. Mike respondió que no se quejaba, solo que la gente era muy extraña en ese lugar, que estrañaba a sus amigos en Rosewood y que todos en ese pais eran un montón de gays. Eso ultimo me pareció un poco ofensivo, sin embargo no reaccioné y lo dejé pasar. Tal vez la virgen haya oído mis plegarias, pero es posible que le haya pedido al chico equívocado. Buen intento Chris, buen intento.

Aún así se me hacía dificil mirarlo, su aspecto era totalmente pulcro. Tal vez Islandia le diera algo de aire europeo a pesar de todo. Quería preguntarle algo, para tratar de romper mi propio hielo, pero de sorpresa comenzó a hablarme a mí.

-¿Tú de donde vienes? -me preguntó. Yo paralizado no pude evitar tener contaco con sus ojos. Hay virgencita que ojos tan hermosos.

-Ravenswood -respondí no sé como -me vine a vivir a Rosewood ayer -miré a los padres de Haruhí - los Suzumiya me dieron lugar en su casa

-¿Indefinidamente?

-Por ahora -respondí.

-Recuerdo la ultima vez que fuí a Ravenswood -comenzó a decir -que lugar tan espantoso, allí la gente da miedo -me enojó un poco que hablara de mi lugubre localidad de esa forma -todo tienen cara de que se les hubiera muerto su perro o algo asi -sentí que ya se estaba pasando de la raya -Ademas hacen rituales muy extraños los domingos, y un frío tan espectral que ni los osos panda se quedarían allí.

Me quedé totalmente estupefacto de que un muchacho tan perfecto como él hablara de esa manera. ¿que le ocurría? ¿no podía ser mas prudente? Al parecer para los japoneses es totalmente normal hablar de esa forma, por que los Suzumiya no emitieron ni una sola pañabra, ni reaccionaron de ninguna manera ante su comentario.

-¿y quien te dijo que los osos panda podrían vivir en un ambiente como Ravenswood?

-A eso me refiero -respondió.

Yo tiré la servilleta a la mesa indicando que ya había terminado mi desayuno, Haruhí terminó de beber rapidamente y se levantó junto a mí. Me puse frío y no me despedí de nadie. No podía creer que nadie interviniera luego de los comentarios de ese cretino. Ese perfecto cretino de ojos hermosos, tan pulcro como un Adonis.

-Le mandas saludos a Aria -le dijo Haruhí despidiendose de él y de los demas con un ademán. Mike solo respondió un murmullo.

-Ese Mike es un imbecil, me disculpas que te lo diga -le dije mientras subíamos al auto de Haruhí.

El chico de Ravenswood (Yaoi Crackfic-Crossover) (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora