Dont' fail me // Louis Tomlinson

28Capitulo:

28Capitulo:

XX/XX/XX

Querido Diario:

Pase las mejores 2 semanas en Roma, tuve las mejores aventuras con Louis, conocí partes mas allá de solo lugares de Roma, recorrí el mejor de los caminos y conocí experiencias inolvidables, estoy aquí en un avión de vuelta a Londres a la casa de Louis y yo, mi vida en este momento se puede describir como: Llena, feliz, amorosa, inolvidable, excitante, perfecta… si no fuera por él quien sabe como la describiría, me encuentro mirando por la ventana del avión, escribiendo aquí y al lado mío esta Louis jugando con una bolsa de manís y mi cabello, si parece un chiquito pequeño pero es mi chiquito pequeño.

-Louis e necesario que ensucies mi cabello de manís?- cerré mi diario y cruce los brazos

-Para traer tu atención, si. Siempre estas con esa cosa escribiendo quien sabe que- refunfuño

-Es mi diario y escribo lo que SE ME DE LA GANA!-

-Ah sí? Me lo vas a contar?

-No hay nada que no sepas- sonreí

-Y lo de Niall?-

-Agh! No me lo recuerdes- me tape la cara con las dos manos y apreté las rodillas contra el pecho- es deprimente

-Me ofendes- dijo mostrando tristeza

-Estas aquí- sonreí – ya no me quiero preocupar de nada- lo abrace y él me correspondió.

-El avión va a aterrizar en unos minutos- dijo la vocecita del parlante

-Excepto por esto- dije tapándome la boca

-Enserio! Es raro que le temas así a los aterrizajes- exclamo mi novio- segura que no quieres ir a un sicólogo?

-No! Esto solo es un mareo repentino-

-No se le puede llamar repentino a algo que pasa siempre-

-Solo cierra la boca- se la tape

-No la quiero cerrar- se quedo callado- nos besamos?

-Claro, si quieres que vomite encima de ti-

-Ok, ok me callo- levanto las manos en forma de paz

Al llegar al aeropuerto llegue de un solo al baño del lugar, me dispuse a vomitar, bote casi todo el desayuno y parte del almuerzo, bueno la verdad ya no quedaba nada en mi cuerpo a que fuese sangre, es asqueroso pero no puedo cambiar mi cuerpo, si a él le molesta aterrizar que de su opinión. Me mire al espejo estaba pálida y mi estomago no había enflaquecido, siempre después de un avión se aplanaba mas pero esta igual que en la mañana, le reste importancia y lo tome porque había engordado después de tan exquisitos postres en Roma, Salí del baño a buscar a Louis.

-Oye, te parece cenar aquí? Es que me da flojera llegar a cocinar a casa- sugirió Louis

-Ok, pero vamos ya, no queda nada en mi pancita después de esa descarga-

-Pareces bulímica-

-Cállate!- me reí a su comentario

Louis sonrío y me tomo del brazo hasta llevarme a un restaurante que quedaba en el aeropuerto, la noche se hacía presente estábamos sentados por una ventana y el aire me pegaba en el cuerpo, se sentía agradable ya que estaba teniendo un ataque de calor, raro porque en Londres el clima es muy frio

-Amor, no tienes calor?- pregunte

-No, debes estar enferma, tal vez no debí dejar que te metieras a la piscina del hotel cuando hacia frio-

-Tranquila mama- sarcasmo- muero de calor, tal vez tengas razón, no debí hacer eso-

Louis me tomo de la mano y ordeno por mí, al instante llego un rico plato de hamburguesa y papas con coca-cola light, bueno yo lo veía apetitoso, moría de hambre y estaba un poco cansada de comer pasta en Roma.

-Que bien me muero de hambre- informe

-También yo, estaba harto de la pasta-

-Pienso lo mismo, aunque de la pizza nunca me cansare-

Nos sentamos a cenar tranquilos y contamos algunas de las cosas que más nos gustaron que hicimos, ,os dos estábamos de acuerdo que lo mejor que nos paso juntos fue la segunda noche en Roma, algo que sería inolvidable para mí o para nosotros.

Salimos del aeropuerto de la mano yo la noche se veía fría pero sin embargo yo tenía calor y al fondo del estacionamiento note que venía Mar con la preciosa Lily en sus brazos y Azul a su lado con la pañalera

-Mira, que hacen ellas aquí?- pregunte

-Se ofrecieron por llevarnos a casa- sonrío

Me puse feliz, no las había visto hace mucho y puedo jurar que me olvidaba de ellas, con tantas distracciones de besos y dulces demostraciones de amor no tenía en cuenta a mis mejores amigas, me sentía mal por eso pero ahora que las tenía en frente podía quererlas.

-Chicas!- corrí hacia donde ellas a abrazarlas- como están? Como esta, esta preciosura- tome a Lily en mis brazos

-Esta preciosura te extraño- comento mar- y al parecer estas otras preciosuras también- se señalaron Mar y Azul.

-La eche de menos pero las quiero- les tire un beso

Tenía las ganas de contarle al mundo las aventuras que viví en Roma pero sabía que sería una falta de respeto a Louis y a mí, esto quedaba entre nosotros, ya no era la chiquilla vulgar del colegio que contaba las travesuras que hacía con chicos a mis “amigos” ahora estaba con un Hombre no con un chico cualquiera.

Tenía a Lily entre los brazos, era una hermosa niña, si tuviera una hija me gustaría a una como ella, hermosa, jamás le enseñaría a ser como yo era, eso fue un error, le daría la atención que mis padres no me dieron

-Vamos?- hablo Azul

-Vamos- respondió Louis

El camino se me hizo eterno y el calor incomodo, la temperatura me estaba subiendo y mi estomago me dio un vuelco, me volvieron las ganas de que mi estomago opinara de la cena y debía aguantar antes de llegar a la casa.

Apenas llegue me despedí de todas y subí soplada las escaleras con el rabillo entre las piernas y sentarme en frente del wc para descargar mi cena que estaba tan apresurada de salir de mi.

-No me digas que también tienes pánico al auto?- comento Louis acercándose a mí y masajeando la espalda

-Creo que estoy enferma- dije tocándome la frente, Louis arrugo la nariz- Estoy a alta temperatura, tengo calor incontrolable y bueno ya no aguanto, llévame al doctor por favor-

-Desde luego cariño, solo necesitas esperar hasta mañana, son las 10 de la noche no creo que te atiendan-

-Solo llévame a la habitación- me tomo del brazo y llegamos juntos a la habitación, me levanto y sentó en la cama, me beso la frente y se acosto a mi lado acurrucándome entre sus brazos, así transcurrió la noche y caímos los dos abrazados en las mantas poseídas de Morfeo.