14. Su llegada

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Ese beso me transmitió una calma y tranquilidad que me hacía sentir muy especial, me hizo sentir que a partir de ese momento todo iría mejor.

Cuando se despegó de mi. Simplemente me quedé mirándole con una sonrisa de agradecimiento.

-¿Que pasa? No tendría que haber echo eso ¿Verdad?
-¿Que? ¿Porque piensas eso? Me ha gustado que lo hicieras Mangel...
-¿En serio? Oye __ ¿Quieres que intentemos estar juntos?

Si os digo la verdad no sabía que hacer en ese momento, este chico me ha tratado tan bien, desde el primer instante, me gustaba y tenía la oportunidad de empezar algo con él. Pero siempre estaba Rubius en mi cabeza.

No quería pensar más, sabía que con Mangel sería feliz, me valora, me aprecia, y eso es algo que siempre ha faltado en mi vida. Estaba decidido.

-Me gustaría intentarlo -le dije muy segura
-¿De verdad? Te prometo que no te vas a arrepentir.

Pasaron los días y cada día tenía más claro que tomé una buena decisión, Mangel me hacía reír como nadie, se procupaba por mi muchísimo, a cada momento me hacía sentir querida...

Era jueves y fuimos a cenar a su casa, me preparó una cena deliciosa, era pasta pero no se que especias echó que estaba delicioso.

-¿Mañana me acompañas al aeropuerto? -dijo Mangel
-¿Al aeropuerto a que?
-Mañana llega Rubiuh de Noruega, y ya que no le he dicho nada de lo nuestro me gustaría decírselo contigo delante. -y me agarró la mano diciendo esto
-¿No lo sabe?
-No, quería decírselo en persona.
-Está bien te acompañaré.

No recordaba que llegaba mañana, esta semana junto a Mangel había sido tan bonita que me olvidé del resto de cosas...

Y ahora que recuerdo, Rubius me tenía que decir algo cuando llegara del viaje.

-Oye Mangelito me tengo que ir a casa mañana trabajo.
-Es cierto. ¿Quieres que te acompañe?
-No tranquilo cogeré un taxi- le di un beso muy suave en los labios y me fui-

Cuando llegue a casa Cris y Delia estaban despiertas, estaban viendo una película así que me senté un rato con ellas.

-¿Que tal con Mangel? -preguntó Delia
-Muy bien, mañana quiere que le acompañe al aeropuerto, por la tarde llega Rubius.
-¿A si? ¿Y para que quiere que le acompañes?-Cris estaba muy emocionada
-Rubius no sabe lo nuestro, y quiere decírselo conmigo delante.
-No jodas, aunque seguro que se alegra mucho por ti y su Mahe.

Esa noche a penas pude dormir, pero me levanté como pude y fui a trabajar, la mañana transcurrió muy amena. Salí antes de la librería porque mi jefe tenía que arreglar unas cosas y no precisaba nuestra ayuda. Así que aproveché para tomar un café.

Rubius había puesto un tweet.

"Ya estoy en Madrid 🗿"

¿Ya? Pero si Mangel me dijo que venía por la tarde. Sería que su vuelo se ha adelantado, pero eso casi nunca pasa...

*Notificación Whatsapp*

Mangel:

Rubius ha llegado antes de lo previsto, estarás aún en el trabajo ¿No? Le he dicho que más tarde iré a por él.

__:

Estoy en un bar, he salido antes 😊 Así que si quieres puedes venir ya. Besitos

Mangel:

Está bien dame 5 minutos. Besos😘

La puntualidad de Mangel daba miedo, tal como dijo a los 5 minutos llegó. Se notaba que estaba feliz, y eso me hacía a mi sonreír.

Cuando llegamos al aeropuerto allí estaba Rubius, con sus pantalones negros, su chaqueta verde y la gorra que nunca podía faltar. Se le veía más relajado, le habrá venido bien eso de irse con la familia...

Me senté al lado de Rubius en el asiento trasero ya que Mangel dejó algunas cosas en el asiento del copiloto.

Mangel bajó la música de repente y dijo:

-Rubiuh tengo que contarte una cosa.
-¿El qué? Ya has dejado embarazada a alguien -dijo riendo
-No imbécil -y empezó a reír- tengo novia.
-¿Novia? Me he ido una semana sólo, no te puedo dejar solo eee.
-Ella es maravillosa, te va a caer bien ya verás - Mangel no paraba de reír-
-Mangel, habla de una vez, que parece que te estés riendo de él.-dije-
-Está en este coche.

Rubius me miró. Y no se porque lo notaba decepcionado o no se, solo se que su expresión cambió.

-¡Que bien me alegro mucho por vosotros! -dijo con una sonrisa- pero no me dejes de lado
-Eso no va a pasar Rubiuh.

Cuando llegamos al portal de su casa, Mangel le ayudó con las maletas metiéndolas en el portal. Así que aproveché para preguntarle que era eso que quería hablar.

-Oye, ¿Que querías hablar?
-No es nada, da igual.
-Siempre me haces lo mismo.-dije con rabia-
-No quiero hablar ahora de eso ya está. ¿Que problema hay?
-Ninguno- mi reacción fue salir de allí, por no darle un puñetazo-
-Por cierto, felicidades por tu noviazgo.

Noté un tono de sarcasmo en esa frase que no me gustó ni un pelo. Y eso no hizo otra cosa que ponerme de mala hostia.

¡¡QUE TE DEN!!

Grité para mis adentros. En serio. ¿Quien se cree que es? Siempre quiere hablar conmigo pero nunca dice nada. ¿Que le pasa a ese chico?

El Destino Es Capichoso (Rubius&tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora