Más allá de los escenarios... Michael Jackson |Hot|

Pequeño castigo

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Aceleré mi coche perdiéndome por las calurosas calles de Los Ángeles, lo único incómodo era Lía, que estaba sentada a mi lado mirándome con sus hermosos ojos verdes. Con la seguridad en casa no fue nada fácil mentirles una vez más a mis tíos para que nos dejaran salir, en fin Lía se encargó de eso

-¿___?- Escuché la tímida voz de Lía, desvié mis ojos del camino y la miré

-Dime...-Respondí fijando mi vista en el suave camino con la típica raya amarilla

-____, por favor, no estés molesta conmigo...- Hice un movimiento con mi mano para que callara

-Lía, no estoy molesta, ¿entiendes?- Controlé mi voz

-Lo estás- Escuché a la chica blanca

-¿En dónde te dejaré?- Pregunté cambiando el tema, aceleré el coche

-Tres cuadras más- Suspiró Lía -____, no le digas nada a Michael ¿sí?, esperaré un tiempo para decirle...-

-¿Quiere decir que te seguirás viendo con él?- Detuve mi auto en un semáforo

-¿Te molesta?-...

-Bah, Lía...- Reí sarcásticamente

-____, he descubierto algo que ni tú misma sabías, algo está pasando contigo- Sonrió

-¿Qué?- Pregunté confundida

-Michael Joseph Jackson te ha enamorado querida-...

Me eché a reír escandalosamente, por fortuna había llegado hasta donde Lía tenía que bajar, detuve mi hermoso coche

-Es mejor que bajes, no quiero lastimarte con una gancho al hígado- Controlé mi risa

-Nunca me equivoco, ya lo sabes- Abrió la puesta del coche y salió –¿Pasarás por mí?-

-No sé a qué hora esté desocupada,- Toqué mi barbilla –Te llamó cuando pueda ¿sí?-

Sonrió y azotó la puesta del coche

Conduje hasta Kinnie's Blue, durante el corto camino pensé en todo lo que Lía me había confesado, entonces mis sospechas eran ciertas, Lía se había acostado con Michael. Debo mencionar, extrañaba muchísimo a Regina, aún no se reportaba conmigo, quiero decir, soy su tutora, debía hacerlo obligatoriamente. Reí

Aparqué el coche y salí, con el botón puse el seguro y se activó la alarma

-Olvida todo- Susurré para mí –Solo disfruta-

Suspiré y entré al lujoso hotel, comencé a caminar al ascensor

-Otra vez tú- Escuché la voz de una mujer, detuve mis pies quedando a medio paso, giré mi cuerpo encontrándome con la recepcionista

-¿Te importa?- Arquee una ceja

-Claro que me importa, llegas a mí hotel y entras como si fueses la dueña- La chica con tez morena subió la voz haciendo énfasis en la palabra "mí". Crucé mis brazos

-Querida,- Di unos cuantos pasos quedando cerca de la tipa –Es mejor que te acostumbres a mi rostro porque me estarás viendo muy seguido por aquí- Contornee la comisura de mis labios, luego sonreí como perra

Apretó su mandíbula, noté la rabia que había en su rostro. Seguí caminando hasta el ascensor

-Eres una gata- Replicó la desagradable chica

Me detuve al escucharla, giré mi cuerpo y di largas zancadas hasta ella, apreté mis nudillos y con fuerza golpee su mejilla –Escúchame, amiga ¿cuál es tu problema?- La halé del pelo acercando su oído a mi boca