Entrega

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Las puertas de ambos autos se abrieron dejando ver hombres con trajes negros impecables, rodearon el auto de Melannie

-Baja el vidrio- Le dije a Melannie mientras todo mi cuerpo temblaba, respiré hondo intentando controlarme.

Creo que tenía un presentimiento, punto número uno, podrían ser oficiales mandados por mis tíos, pero ¿cómo nos encontraron? Joder, fui tan cuidadosa para no dejar pistas. Punto número dos y la que más me convencía de alguna forma, Michael Jackson, empleados profesionales de Michael Jackson.

Melannie se giró hacia mí, procesando lo que acababa de decir

-¿Qué?- Dijo con ironía -¿Quieres morir ahora?-

-Por eso te digo una vez más- Enserié mi rostro apretando mi mandíbula –Baja el puto vidrio si quieres salir bien de esto-

Un tipo se acercó y forcejeó con la puerta, Melannie presionó el botón y comenzó a bajar el vidrio polarizado del auto

-_____ Duarte- La voz ronca de uno de ellos hizo que la sangre se me helara

-¿Sí?- Aclaré mi garganta

No respondió, solo escaneó cada parte de mi rostro e hizo que abriera la puerta del copiloto. Salí del auto

-Sube al auto- Replicó el mismo tipo apuntando el coche que nos impedía el paso. Miré a Regina

-Todo va estar bien- Moví mis labios sin dejar salir mi voz, los ojos de la pelinegra se mojaron soltando unas cuantas lágrimas. Era miedo.

Abrí la puerta de coche y bajé. Ningún tipo me tomó con violencia como pensé, solo caminaban atrás de mí, como guardaespaldas. Uno de ellos abrió la puerta y subí

Suspiré hondo cuando el aroma varonil inundó mis fosas nasales, exquisito. Por alguna razón, mis piernas ya no temblaban tanto, aunque mi piel seguía erizada y un poco fría

-No temas, _____- Comentó un tipo de piel oscura que manejaba el coche –No te haremos daño-

Lo miré extrañada. Me di cuenta que había tomado el camino para regresar a la mansión de Jackson

-Michael es el responsable de esto, ¿cierto?- Al fin tuve fuerzas para entablar una oración

-Eres bastante inteligente, _____- Aceleró el coche. Giré un poco mi cabeza haciéndole saber que su respuesta no contestaba mi pregunta –Está muy molesto contigo-

-Entonces, ¿Michael te mandó?- Pregunté por segunda vez. Asintió

El viaje fue corto, se abrió el portón para entrar y aparcó el coche uno metros adelante

-Es mejor que no intentes volver a escaparte- Me miró el mismo tipo –Es solo un consejo-

Sonreí fastidiada

Entré por la puerta principal como si se tratara de mi casa, azoté la puerta y vi a Vannia comiendo algo. En cuanto sus ojos se cruzaron con los míos, apunto hacia las escaleras sin decir nada. Comencé a subirlas. Me detuve a mirar por el ventanal que estaba de paso, las seguridad se había reforzado, y mucho.

Toqué la perilla de la habitación con la yema de mis dedos, los nervios traspasaron mi cuerpo como si se tratara de una bala. Joder. Suspiré hondo sacando el aire por la boca. La puerta se abrió sin que yo la tocara. Sus ojos penetrantes y su mentón apretado me decían todo, sus labios en línea recta me tentaban. Me tentaban bastante. Cruzó sus brazos frente a mí. Entré a la habitación por un costado de él golpeando su brazo con el mío. Escuché que cerró la puerta de un golpe

Más allá de los escenarios... Michael Jackson |Hot|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora