Capítulo 7: Te amo.

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La noche llega y Logan no se me ha acercado para nada. No puedo creer sobre la charla que escuché sin querer. Me siento muy estúpida porque al parecer Daisy no es tan limpia de esto como creí, tal vez es una arpía más. Subimos al avión y Logan estaba muy metido en su móvil, tal vez sea uno de sus tantos polvos. Sonrío estúpida, sé de esto, sin embargo jamás he creído que me afectaría tanto ese hecho. Camila, que era una chica que tenía como proyecto saber sobre las finanzas estaba frente a mí, gran parte de mí presiente que su familia tiene influencias ya que no es nada normal. Su mirada demostraba temor.

—Todo estará bien —digo intentando hacerla sentir mejor.

—Tengo algo de miedo a las alturas —confiesa algo ruborizada.

—Es normal, yo también les temo, sin embargo pienso positivo, pienso en Dios. Era muy apegada a él —murmuro con una media sonrisa.

«A pesar de que soy una gran pecadora por culpa de Logan.»

—Yo también creo mucho en él, pero me dan miedo las alturas —sonríe tímida.

—No te preocupes, todo pasara rápido, no dejaré que mueras —ella soltó una leve risa temblorosa.

—Eso me gusta mucho, es reconfortante —se burla.

—Eso es, olvidemos todo —ella me sonríe acomodándose en el sillón. Cerrando los ojos con fuerza.

Yo repito su acción, suspiro largamente, veo por la ventana, la noche estaba tan hermosa que me daban tantas ganas de llorar, no sé porqué tengo estás estúpidas ganas de llorar.

Llegando a Europa, específicamente Manchester, aprecio el lugar, ya no es como lo recordaba de niña. Bajo del avión con un dolor de cuello, dormir en una maldita avión es una muy mala idea. Nunca será agradable por más primera clase o privado que sea. Veo con gracia a Camila quien estaba en las mismas. El auto estaba esperando por nosotros, sin dudar nada decido ir con Camila, ya que no tengo ni idea de que humor este Logan y suele ser pésimo cuando está de malas. No quiero atentar contra mi propia vida. Llegamos a el hotel en el cual nós vamos a hospedar. Subimos a nuestras respectivas habitaciones, la mía estaba en el último piso, me toco la mejor, con una increíble vista y sobretodo con una gran altura. Una temible altura. Muy temible. Me dejo caer en la cama cansada, dos días aquí y el trabajo en Seattle aumentará.

(...)

Son las dos de la mañana, únicamente vine por una pequeña junta con un nuevo inversionista, lo demás es para perder tiempo. No logro dormir, veo por la ventana la gran vista, no quiero pensar en nada que sea Logan y mucho menos en Kendall. Ni siquiera tengo idea del porque lo besé. La puerta de la habitación sonó, supuse que era alguien perdido.

Con el pijama que constaba de un pants y una playera holgada de manga larga debido abrir. Me encuentro con Logan, para mi sorpresa. En serio no tengo idea del porqué me sorprendo, él siempre hace lo mismo, creí que estaba molesto conmigo. Logan sólo traía unos jeans en su precioso cuerpo, ¿a caso cree que estamos en el departamento?

—Nena, ¿qué haces despierta? —parpadeo varias veces.

—Nada. Pensaba en mi futuro —recargo el brazo en el umbral de la puerta, impidiendo el paso.

—Me alegra porque tengo que aparecer en el —sonrío amarga.

—No lo creo, tu ya tienes familia, que no quieres, sin embargo ese no es asunto mío —doy un encogimiento de hombros.

—Daisy nunca será nada, únicamente puedo pensar en tí, te has vuelto una maldita adicción —trago duramente. A veces odio el que se demasiado cautivador.

Posesivo [Logan Henderson] (+18) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora