Capítulo 1: La prometida de Logan.

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Voy corriendo directo a la oficina de logan, el me “castigará” si llego tarde, no entiendo porqué dejo que me haga lo que quiera, sin embargo... Dios..., él me hace ir a el cielo. Pero hoy no estoy de un gran humor para eso, ni hoy ni toda la semana ya que tengo que hacer una transferencia de datos para mis padres y no tengo nada... ¡¡Nada!!

—Señorita Mcbride, el señor Francis la busca —me avisa la recepcionista.

—Después lo llamo, estoy un tanto ocupada, Marcia—dije sin quitar la mirada de la puerta.

La puerta que se veía lejos y tan sólo estaba a algunos pasos de mí. Pero no entiendo como es que el llega tan rápido con el gran tráfico, el ama sentirse posesivo. Y eso lo sé. Temerosa abro la puerta y, diablos. No está, solté un suspiro de alivio, en serio agradezco que no esté. Entro y acomodo cada archivo y documento en el escritorio para que todo este listo y pueda hacer su junta directiva sin ninguna complicación. Veo la computadora, curiosa la enciendo e inmediatamente veo la imagen del logotipo de la empresa, y después a su futura esposa como fondo. Sí, él se casará dentro de algunos meses. Y me siento muy bien. Demasiado bien.

—¡Señorita Mcbride! —me levanto de golpe.

—Todo está listo, señor Henderson, están preparando el salón para la junta directiva—hablo sin tartamudear. A veces suele ser muy intimidante, sobretodo cuando me asusta de esta forma.

—Muy bien, esperaba verla llegar tarde —arquea la ceja—. Ya serían tres días en el mes —cierra la puerta tras él.

—No sucederá de nuevo, se lo aseguro —«al menos que yo quiera».

—Eso veremos —sonríe arrogante. Esa sonrisa hermosa y perfecta.

—Los documentos están organizados por cada mes, las ganancias financieras y sobretodo de lo mucho que ha subido la gráfica de su proyecto —estoy tan seria que parezco robot.

—Puede retirarse —le hago caso, saliendo casi al instante.

Suspiro aliviada por todo, en serio me intimida demasiado. Salgo y Marcia, la recepcionista me ve. Trago saliva, me recupero de lo que sea que paso ahí dentro y le doy una severa mirada, sí, puedohacer eso y más por ser muy cercana a el temible jefe que es Henderson. Ella retira la mirada con rapidez y seguí mi camino a el ascensor.

—Llame a el señor Francis, dígale que estaré en la cafetería de la esquina —digo caminando.

—Claro, señorita Mcbride —toma el teléfono y aplasta los números.

Tomo el ascensor, ya que no estoy dispuesta a bajar veinte pisos en tacones, tengo unos minutos para convencer a el señor Francis de aceptar la propuesta de mi jefe porque estaré en problemas sino lo logro, o si me retraso demasiado, sin embargo lo peor es que no acepte. Sí, eso sería mi perdición.
Bajo a el vestíbulo y las miradas estaban sobre mi cuerpo, ¿y cómo no?, tolero a el insoportable jefe, sobretodo porque tengo la mirada “dura”, sin embargo soy más gentil de lo que piensan, pero dejemos que lo hagan.

—El señor Henderson dice que tiene unas horas —me avisa el de recepción.

«Cómo sino lo supiera.»

—Gracias, ya lo sabía—sonrío sin humor y sigo mi camino. Parece que me tiene bajo vigilancia.

Decido caminar, desde que empezó el mes no he realizado ejercicio por falta de tiempo. Falta de tiempo que el trabajo y Logan ocupan. En el camino únicamente puedo pensar en cómo hacer que él acepte, que firme el contrato, sin embargo siempre es lo mismo. Se niegan por un momento para después aceptar con tal de una “cena” que al final termino accediendo.

Posesivo [Logan Henderson] (+18) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora