5-And said..

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He oído decir que el que calla otorga. Que a veces es mejor guardar silencio y pasar como tonto a abrir la boca y despejar las dudas. Amanecí muda. No fisiológicamente, si no mas bien sin nada que decir.

Quizás la suma de situaciones limites realmente me supero. O quizás hayan sido los sueños que tuve donde cierto rubio era participe. O quizás las dudas que me albergaron, los enigmas que Malfoy representaba para mi. Primero sus miradas, el modo en que me esquivaba y la falta de discusiones cargadas de agresiones que nos solíamos prodigarnos. Y luego esta lo que sucedió anoche. Y lo que hice. Y lo que no debí hacer. Y... ains; mi mente es un huracán de palabras, e imágenes de el; de su torso surcado en cicatrices, de sus actitudes.

Trate de avanzar mi día con normalidad. Pero hasta para mi era raro no decir palabra y es que por mas que quisiera no sabia que decir. No quería hablar y que Harry o Ron me preguntaran y yo tendría que mentirles; prefería no decir nada y evitar el remordimiento de mentirles.

Los escucho hablar. Están planeando un viaje. Vagamente puedo recordar de que se trata. Lo había olvidado completamente. Dumbledore le dejo a Harry una misión para acabar con Voldemort; se iría de viaje por unas semanas. Yo me apunte para acompañarlo. Según él y Ron, yo debía quedarme para resguardar el colegio. Al principio lo debatí, no quería sentirme totalmente inútil mientras ellos se enfrentaban a quien sabe que peligros mientras yo cómodamente continuo con mi vida. Pero tenían razón, Hogwarts es un punto clave en la guerra y debe ser asegurado. Así que me trague mis replicas y los obligue a que me prometieran que volverían sanos y salvos y que cada 3 días me mandarían un mensaje para asegurarme que estuvieran bien. No puedo creer que cosa tan importante se me haya borrado de la mente. El estrés post traumático probablemente me este jugando en contra. Demasiadas emociones en muy poco tiempo. Quiero decirles algo; esta noche se irán, pero no tengo palabras.

Así que me remito a observarlos planear su travesía; casi ausente en medio de las clases. Pasamos el almuerzo, y hay una tensión en nuestra mesa, quizás se deba a los rayos asesinos que le lanza Ginny a Harry. Evidentemente no se tomo a bien su escueta excusa de porque debían cortar. Por un lado la comprendo totalmente, que tu novio de la noche a la mañana termine su relación la cual venia pasando por un millón de problemas; no es algo que una pueda aceptar así como así. Y por otro lado, también lo entiendo a Harry; por qué no quiso decirle la verdadera razón de su rompimiento. Teme no volver. Teme fracasar. Y noblemente no quiere que ella lo espere; ya lo espero mucho tiempo. Me debato entre abrazarlo por su nobleza o patearlo hasta que recapacite y se de cuenta que ella lo ama mas que a su propia vida y que si él se lo permitiera iría hasta el fin del mundo ida y vuelta. Hombres. Hombres con complejo de héroes trágicos.

Me pregunto si algún día yo encontrare a mi caballero andante. Quizás ya lo conozco. Quizás Ron con su sensibilidad de cucharilla de té; sea mi caballero. Quizás debería empezar a dormir mas. Ron podría ser muchas cosas, pero mas allá del afecto que le tengo para mi es como Harry; son mis hermanos, nos conocemos demasiado para que algo entre nosotros a nivel pareja funcione. Aparte hay muchas diferencias en nosotros que no podrían saltearse; el mejor ejemplo son los gustos. Prefiero un buen libro a un partido de Quiddich. Y Ron por mas dulce que sea no tiene ni una pizca de romanticismo. Y su torpeza deja mucho que desear; así que no. Ron no seria mi caballero. Mas hay algunas imágenes y pensamientos que me atraviesan como puñales. El torso lleno de cicatrices de Malfoy, su intelecto, su mente culturalmente mas privilegiada. Y me repateo mentalmente por pensar en que quizás el pueda ser un buen prospecto de caballero; si borráramos de su cabeza el tema de pureza de sangre, su arrogancia y el hecho de que es un vil asesino. Malfoy debe caer.

Debe ser juzgado y condenado por sus crímenes, el karma debe actuar. Tiene que caer. Pero entonces mi inconsciente me grita que estoy pasando algo por alto. Y es que no lo he cruzado en todo el día; en ninguna clase, ni siquiera en el almuerzo, ni en la biblioteca. Y siento que se me oprime el pecho, que pierdo la capacidad de respirar; que el aire que me rodea es muy denso para ser respirable. ¿Y si no cerré correctamente los vasos sanguíneos; y sufrió una hemorragia interna? ¿Y si esta muerto como lo deje en su cama? ¿Y si me culpan de su muerte aunque haya sido accidental? Podrían decir que lo cure mal adrede; que enceguecida por la muerte de mis padres fui negligente en sus curaciones; que toda nuestra rivalidad del pasado me hayan levado a ser descuidada.

Disarm meDonde viven las historias. Descúbrelo ahora