Para el Sol:

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Siempre te he admirado. Te observo desde lejos, con miedo a acercarme a ti. A veces cuando logro reunir el valor para hablarte, me echo hacia atrás porque siento que hay un mundo que nos separa.

Llevo años callada contemplando te. He tenido mucho tiempo para para reflexionar sobre nuestras diferencias: Tú brillas intensamente y todo gira a tu alrededor(aunque tu no lo quieras así). Yo brillo también, pero mas tenuemente, mas apagada. Bajo tu luz se reúne la gente que finge ser pura, con su vida monótona, su felicidad fingida y sus falsas sonrisas. Mientras que bajo la mía se reúnen los amantes pasionales, los ladrones sigilosos y esos cuchillos que reflejan la luz que entra por la ventana mientras se alzan, dispuestos a clavarse en un cuerpo caliente y vivo para, segundos después, teñirse y crear ríos escarlatas. Mi luz acompaña la soledad de los vagabundo, la tuya las risas con los amigos. La mía la alegría de los borrachos, la tuya la alegría de los niños. La mía la desesperación de los drogadictos y la tuya la felicidad de un enfermo al cual le dan el alta y le dicen que ya está curado. Tus risas siempre van acompañadas y son grupales, las mías son sinceras y pasionales.
A ti te gusta la novela realista, a mi la poesía romántica. Tu eres más del Renacimiento y yo del barroco. Tu te sientes más identificado con la cultura grecorromana y yo con la de la edad media.

Tu eres luz y yo oscuridad.

Y pensándolo he llegado a la conclusión de que sólo hay una cosa que tengamos en común: nuestra soledad. Estamos solos en este inmenso espacio, rodeados de estrellas y planetas. Y siento envidia hacia esos amantes que pueden tocarse y acariciarse. Hacia esos amantes que pueden romper su soledad aunque sea sólo una vez al año. Pero de momento entierro esos celos y me conformo con darte una rápida mirada al final del día justo antes de que tu luz crepuscular se desvanezca en el horizonte, llevándose las últimas nubes rosas y dejando paso a las estrellas que poco a poco empiezan a salpicar el oscuro manto que es el cielo, conmigo en cabeza.

-Luna

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