Sería raro empezar este relato sin contar lo que pasó cuando esas personas me agarraron, pero debo explicar algo importante, yo estaba drogado. Mientras que los paisanos me sostienen, veo un humo negro que va nublando mi vista hasta que me desmayo. Creí que nunca iba a despertar, fueron 10 minutos espeluznantes en mi vida... Estaba paralizado, sin poder ver, y lo único que podía escuchar eran unas voces, un tanto extrañas, como si fuera un turco tartamudo el que hablaba. En medio de ese trance, me relajo y sólo decido viajar, pero a cualquier lugar, sino a aquel que me lleve a mis mejores momentos. ¿Y saben a dónde fui? A ningún lado, no hay mejores momentos en mi vida. Pasé años planeando este viaje con mi amigo en la celda, creyendo que sería lo mejor de mi vida, y solo resulta que terminó en que mi amigo desapareció y a mi me tienen amarrado entre paisanos, encima odio a los paisanos, con su olor a pollo y mierda de vaca, me dan asco. ¿Pero de que me sirve desviar el odio que llevo dentro y volcarlo hacia otra persona solo porque nací con una enfermedad así? Tanto tiempo encerrado en mi celda, ¿solo para qué? Para que mis propios problemas mentales me quieran hacer bajar del viaje, que fueron ellos mismos los que me causaron esto, el ser como soy.
Las personas que se drogan, lo hacen por dos motivos: o aprendió mucho, o no aprendió absolutamente nada. Y yo aprendí bastante, por eso sigo acá, porque mi sueño era escapar, y hoy sigo acá, para demostrar que un ideal es más fuerte y mucho más complejo que un cuerpo humano. Algo como una idea o un sueño, es mucho más fuerte que el tiempo y el espacio.
A todo esto, la nube negra se iba, y yo volvía de mi viaje. Me desespero al despertar y verme rodeado, lo último que recordaba era que me habían dado empanadas de Gabriel. Pero al parecer, no fue así. Supuestamente, nunca dijeron que me estaba comiendo a mi amigo, ni siquiera era una empanada lo que había comido, sino que era mandioca, por eso no me gustó cuando lo comí. Me levanté y pedí disculpas obviamente, moría de vergüenza. Todavía seguía con los efectos de los hongos, ustedes saben, los colores fuertes y las distorsiones visuales. Traté de bajar un poco, me metí entre la gente (que había bastante) y solo intenté perderme.
Mientras caminaba, veo llegar una camioneta muy extraña, y no sólo era extraña, sino que también me daba un mal presentimiento, así que sólo decidí ignorarla. Mi cabeza no daba más, tenía un revuelto en la cabeza. Mientras divagaba, dos hombres se hacercan. Uno de los hombres me agarra brutamente del brazo, mientras que el otro me dice algo que para mí ni para ustedes va a tener mucho sentido. Lo que dijo fue duro, contundente, rápido y sencillo, tales palabras que solas no marcarían diferencia en mí, pero juntas, hundieron mi Titanic.
"Por fin te encontramos, Gabriel"
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El Viaje
Mystery / ThrillerRelato de un viaje planeado a la intemperie por la fuerza de las drogas y los problemas mentales. Dos "compañeros" viajando (en todo sentido) y conociendo el peligro de una mente fuera de sus límites. Historia basada en un sueño.