Llegamos a mi humilde morada. Que bueno que no estaba desordenada porque mi madre hubiese puesto él grito en él cielo por mi desorden. Pero como ella una vez digo cuando era menor de edad y me encontraba en su casa "Mi casa, mis reglas" y si yo quiero puedo tener mi casa un chiquero.
-Esta mucho mas linda tu casa cariño.-dice mi madre inspeccionando con su mirada todo él Livin.
-Gracias, tuve ayuda de Sasha.
Diciendo eso mi madre me mira feo, si, a ella nunca le gusto que yo este con Sasha porque bueno, ella era lesbiana y mi madre tiene en su cuerpo una parte homofóbica, aunque ella siempre lo este negando.
-No me hables de esa niñita.-gruñe mi madre sacudiendo su mano para que ya pare de hablar.
Suspiro y me siento en mi sillón, con las piernas enzima de la mesa. No paso desapercibida la mirada de reproche que mi madre me da, pero ella sabe que no puede decirme nada.
-Baja los pies.-ordena.
Bueno me retracto, ella no sabe que no puede decirme nada.
-Que sea tu casa Hermanita no te quita él echo de que mama es una gruñona.
Siento como mi madre le propina un golpe y su típica risita de "es verdad" .
-Muestrale sus recamaras Cariño.-pide mi padre mirando a mis dos queridos hermanos.
Asiento con la cabeza subiendo las escaleras con lentitud seguida de ellos dos, escuchó como hablan es susurros, no negare que me molesta un poco, pero bueno, no puedo decir nada al respecto, yo y ella no somos nada y Cristóbal digo que eran novios en secreto.
Giro mi cabeza un poco y miro de reojo hacia abajo. Su mirada estaba en mi trasero, Sonrió divertida, ella sube su mirada y se ruboriza como si unas grandes manchas rojas se posaran en sus pequeñas mejillas.
Camino hacia él final del pasillo y abro la primera y última puerta.
-Tuya hermano.
-Hermosa.-dice se broma.
Bueno no esta muy linda, solo tiene la gran cama y un closet grande y una televisión pegada a la pared y nada mas.
-No pidas mucho, nadie te obliga a permanecer en mi casa, si quieres pescas tus mierdas y te pagas un hotel.
-No gracias.-ríe.
Sonrió y beso su mejilla dejándolo solo en su habitación, camino hací otro pasillo en donde queda mi habitación, la pondré al lado de la mía y pondré una escusa barata sobre las otras dos habitaciones.
Se que mi hermano no me creerá porque bueno, mi habitación y la que ella estará hay una puerta dentro que conecta con las dos. Pero me da lo mismo.
Además la que le pasaré es la única que tiene una buena calefacción con la de mis padres ya que la de mi hermano tiene uno que otro tornillo suelto.
Abro la puerta y la dejo pasar, mi mirada va directo a ese culo redondo y DIOS, esta apretable.
-Esta muy linda.-dice de repente.
Sonrió con agradecimiento, esta tiene lo mismo que la de mi hermano solo que tiene un escritorio y una pequeña biblioteca, porque bueno, yo dejaba mis libros aquí para no bajar a la primera planta.
-Gracias.
Veo como camina hacia esa puerta que conecta nuestros cuartos.
La abre y luego la vuelve a cerrar, río entre dientes.
-Mi habitación, cuando necesites algo, solo abre esa puerta.
Esperó que la abra cuando este desvestida y hací empotrarla contra la maldita pared y darle.
Río entre dientes por mis tontos y sucios pensamientos.
-Esta..Esta bien.
-Bueno, me voy.
Me giro, seguro necesita unos momentos a solar para ordenas sus cosas y poder acomodarse.
Bajo las escaleras y tomo él mando de mi queridisimo plasta. Me siento y lo prendo.
-¿Cuanto te costo?.-pregunta mi padre de repente.
El siempre a querido poder comprarse una preciosura como la mía, pero mi madre es mas ahorradora y ella dice que es eso malgastar dinero. Aunque yo no le hago caso porque todo él mundo necesita sus pequeñas cositas de lujo.
-5.700.
La boca de él se abre sorprendido. Todos hacen lo mismo cuando le respondo.
-¿¡HAS ESCUCHADO ANDREA!?.-grita mi padre.
Giro mi cabeza hacia donde mi madre esta cortando no se que mierda. Su cabeza se mueve de un lado a otro sin duda a ella no le gusto.
Sube sus ojos hacia los mios, mientras sigue cortando.
-Malgasto de dinero cariño.
Siento él gruñido de mi padre, seguro él esta verde por comprarse uno, sin enojar a mi madre.
-Descuida mama, tengo dinero de sobra, es por eso que he decidido regalarle a mi padre una preciosura igual o mas caro que mi plasma.
Siendo él movimiento brusco de mi padre en él sillón de unos metros mas haya y luego sus brazos al rededor de mi.
-Oh mi preciosa.-dice él con cariño y esa risa alegre.
-NO.-grita mi madre del otro lado.
-No le hagas caso, es una vieja gruñona.-susurra papá.
-Escuché Alejandro.-regaña mama.
-Era mi intención querida.
Río divertida , las pelas de mis padres son hací, nunca he visto o escuchado algo mas grave que eso, pero se que las tienen, no doy estúpida.
Mi hermano baja después de unos minutos y a los segundos baja también la rica de mi hermana con una sonrisa tímida al verme estirada en él sillón y con la vista en ella.
Sin duda es un manjar.
-¿Esta buena no?.-pregunta mi hermano sentándose a mi lado.
-Supongo.
Hago una mueca de cero importancia, pero es una gran mentira, esta buena, demasiado diría yo.
Los dos la miramos como ayuda a mi madre en servir la comida que mamá preparó.
Es un jodido Ángel.
-No mientas, he visto como la miras.-me mira con su ceño fundido.
-¿Y?.
-Me molesta.
-No es un pecado mirar.
-Me molesta como ella te mira a ti Darley.
Me quedó en silencio eso sin duda me pilló por sorpresa porque no he visto nada extraño en la mirada que me da o que lo le doy. Sin embargo su timidez me deja un poco confundida, se que soy hermosa y eso... Ok, me salio demasiado egocéntrico, peto pico, son mis pensamientos y me trato como quiero.
-No se como me mira.
Entonces su mirada recae en mi y ella me sonríe con timidez, pero al mismo tiempo con un brillo en los ojos que le hacen ver mucho mas hermosa de lejos que hace unos segundos.
Simplemente esta mujer es esa persona que se que podrá satisfacerme.
-Vez, esa mirada.
-A comer chicos.-dice mi madre cortando nuestra conversación.
Me alegro, porque no se que mas responderle. El echó de que ella podría ser lesbiana me fascina.
La sola idea ya me ilusiona.
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La idiota que me enamoró (Lesbianas).
Roman d'amourDarley es la oveja negra de la familia Santos aunque a ella le da exactamente lo mismo, piensa que siendo hací nadie se acercara y la volverán a lastimar. Con 23 años Darley es dueña de una famoso bar en él centro se Colorado, solo para lesbianas si...