Capítulo 8 "Una Noche"

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-Narrado por Derek-

Me dolía tanto verla sufrir, sus ojos se llenaban de lágrimas y ella... Ella solo evitaba dejarlas caer. Su rostro era tan perfecto que no merecía ser opacado por ellas, ella era tan única y perfectamente imperfecta que no merecía estar así, esa chica lo valía todo.
La rabia invadió cada milímetro de mi cuerpo, el imbécil de Greg me las iba a pagar, Bell, mi hermosa Bell no merecía llorar por un patán y eso se lo iba a demostrar.

- Ja miren quien esta acá. Derek un gusto...
- El gusto es mio pedazo de mierda, mi mano se convirtió en un puño y antes de que terminara la frase decidí cerrar su boca con un golpe. Sin embargo no me detuve, seguí pegándole, le iba a enseñar como se trataba a una mujer, mi odio hacia el era tan grande que no sentía ningún golpe de parte de él.

- ¡¡Detente Derek!! Tú no eres igual que él, para ya. Decía Mara. Sus palabras retumbaron en mi cabeza, vaya que no era como él, yo jamás lastimaría a Bell.

Peter me logro detener y sin pensar baje corriendo a encontrarme con ella.

- Por Dios Derek ¿Que te paso? Estas sangrando.

Escuche decir a Bell, había olvidado su tristeza por preocuparse por mi, por lo menos logre que dejara de pensar en lo sucedido por unos minutos.

- No te preocupes Cariño, yo estoy bien, deberías verlo a él, esta donde pertenece, en el suelo.

- ¡¡Eres un imbécil!! Te lastimaron por mi culpa Derek.

- No importa nena, todo estará bien. No me gustaba verla enojada, pero era lindo verla preocupada por mí, esa chica me volvía loco.

Dejo de llorar y fuimos al auto, regresamos a casa y ella curo mis pequeñas heridas, dolían pero cada una de ella lo valía.

- Gracias Derek. Ten una linda noche.

- Nena se te olvida algo...

-¿Qué?

- Yo.

-¿A que te refieres?

- No dejaré que duermas sola, estaré contigo esta noche y las que tu quieras.

- Esta bien pero controla tus manos, dijo riendo.

- No prometo nada bella Bell, tu cuerpo es mi tentación y tú mi debilidad.

- Vamos ya Derek, quiero descansar.

Su pijama resaltaba su hermosa y perfecta figura, sus ojos estaban un poco hinchados pero seguían siendo atractivos, sus labios hacían que todo mi cuerpo deseara besarlos, despertaba tantas sensaciones como ninguna otra lo había hecho y estoy seguro que otra jamás lo lograría.

- Hey, despierta!!

- Auch, pagarás por esto niña traviesa.

- Ja ¿Como es posible que te duela el golpe de una zapatilla y no los golpes de hace un par de horas?

- Primero, Greg pega como un bebe y segundo no me pego en mis partes.

- Ya se te pasará...

- Esta noche no dormirás Cariño.

-Derek ¿Que vas....

Un Afortunado AccidenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora