Tracey Strudwick.
Abro los ojos lentamente y me entero de que estoy recostada en la camilla de un hospital.
La cabeza me duele un poco pero no demasiado ¿Qué me ocurrió?Analizo la habitación en la que me encuentro y logro ver a un hombre castaño dormido incómodamente en una silla.
Es Jack.
-Hola...- digo con una leve sonrisa.
Inmediatamente despierta, sonríe y corre a mi lado, me abraza cariñosamente.
-¿Qué me pasó?- pregunté.
-Te golpeaste fuertemente en la cabeza.- explicó.
-No recuerdo nada- respondí.
Pasamos hablando unos minutos, tuvo que irse al trabajo y yo me quedé aquí, podría salir mañana por la noche.
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-Elizabeth no grites, estoy cansada- le pedí a la pelirroja que se movía inquieta en el asiento trasero del auto.
Ella suspiró y obedeció.-Falta poco- habló Jack mientras me miraba.
-Lo sé, falta media hora para llegar a la casa de tu madre, pero aún así, estamos conduciendo de noche y esto no me gusta.-
Contesté preocupada, mirando el solitario paisaje por la ventana.Mi esposo sonrió divertido e ignoró lo que antes le había dicho.
-Mami...- me llamó Ely.
-¿Qué pasa?- dije girándome en mi asiento para poder verla.
-¿Qué hace eso allí?- preguntó señalando un bulto en el camino.
Extrañada, observé el bulto y pude notar que se trataba de... ¿Una persona?
Jack frenó en seco al ver al misterioso cuerpo.
Ambos nos miramos fijamente con expresiones de confusión.
-Iré a revisar- avisó el hombre a mi izquierda y bajó del auto.
Reaccioné luego de pensar en el peligro que esto representaba.
-Quédate aquí- advertí a mi hija, ella asintió y salí del coche.
-Vámonos, esto es peligroso.- dije al ver a mi marido.
-Es... un niño.- susurró.
-¿Eh?- exclamé.
Me acerqué y quedé de frente para poder mirar la escena yo misma y aclarar mis miles de preguntas que Jack no podía contestar debido a que estaba atónito.
Era un pequeño infante cubierto de sangre, sin... un brazo.
Grité por el horror.
-¡Tranquila!- gritó mi esposo.
El pánico me controló, sentí naúseas y vomité, esto era repugnante.
Comencé a llorar.
-¡Está vivo!- habló Jack.
Abrí los ojos sorprendida.
Jack corrió hacia el auto con el niño en brazos lo recostó en un asiento y le pidió a Elizabeth que se cubriera los ojos con las manos.
No puedo moverme, sigo en shock.Escuché a mi esposo llamarme varias veces con un tono de desesperación por lo que entendí que tenía que subir al auto rápidamente.
Lo hice e inmediatamente nos dirigimos a alta velocidad al hospital más cercano.
Sostuve a Elizabeth en mis brazos y en ningún momento le permití ver al niño, sería algo muy traumatizante para ella.
Los nervios me carcomían...
Estacionamos en el hospital, mi marido cargó al pequeño, el cual perdía mucha más sangre, una enfermera lo vio y nos ayudó, el niño fue sometido a una operación de emergencia.
La ropa de Jack estaba manchada del líquido carmesí, su rostro reflejaba adrenalina y terror, al igual que la mía.
Elizabeth no paró de hacer preguntas, por lo que decidimos contarle una historia falsa sobre lo sucedido.-Quiero ver a la abuela.- dijo mi hija por décima vez.
-Iremos en un rato, pequeña- respondí.
-¡Quiero ir ahora!- gritó y comenzó a llorar.
-¡Tienes 6 años, contrólate!- exclamé.
Me miró mal y se mantuvo callada.
Apareció un doctor frente a nosotros.
-Vengan conmigo- exigió.
Dejé a Ely con una enfermera y caminé con su padre hasta el lugar en donde nos esperaba el médico.
-Tomen asiento- dijo acomodando su bata blanca.
-Sabemos en que está pensando y está equivocado, no somos sus padres y no le hicimos absolutamente nada.- explicó mi marido.
-Entiendo... ¿Qué sucedió?- preguntó el cirujano.
-Lo encontramos en medio de la carretera...- comenté.
-Comprendo, y de acuerdo a mis registros...-leyó una hoja-el pequeño se llama Ethan, una familia lo trajo hace poco ya que fue atropellado, pero...- el doctor dejó de hablar.
Lo miramos extrañados.
-Los registros dicen que Ethan murió...- dijo.
-¿Qué?- preguntamos asustados.
Sacudió la cabeza.
-Estos registros tal vez fueron hechos por las enfermeras más distraídas, cometieron un error al escribir que falleció.- comentó el médico.-Lo sentimos mucho pero debemos irnos.- comentó mi esposo.
Lo fulminé con la mirada y él suspiró.
-Nos quedaremos con el niño hasta que otra familia lo adopte- dije.
-Está bien, muchas gracias por todo esto.- confesó con una sonrisa.
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-Esto no me agrada Tracey.-
-Jack... todo estará bien, sólo míralo- comenté señalando a Ethan, quien dormía tranquilamente en el cuarto de huéspedes de mis suegros.
Asintió.
Ely no juega mucho con el niño, y nuestro perro le ladra demasiado, eso me molesta.
No había señales de Annie y no podía estar más contenta por eso.
En la noche arropé a Ely y la llevé a su cuarto, hice lo mismo con Ethan pero él no quería dormir, fui por un vaso de leche, volví a la habitación del niño y no estaba en la cama.-¿Ethan?- lo llamé.
Escuché su risa en la planta baja y a nuestro labrador amarillo llorar, pensé en bajar para ver que pasaba pero no lo hice, estoy muy cansada y no creo que un niño de 6 años pueda maltratar tanto a un cachorro.
A la mañana siguiente, el desgarrador grito de Elizabeth nos despertó a mí y a Jack.
Corrimos a verla y la encontramos llorando cubierta de sangre.
-¡¿Qué pasó?!- gritamos aterrados.
-¡Asesinaron a mi perro!-
Mi cuerpo tembló al ver a Ethan, sostenía un cuchillo y a la vez estaba tomado de la mano ensangrentada de Annie, ambos reían burlones, Elizabeth lloraba descontroladamente y la impotencia dominaba mi cuerpo.
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Mommy, Devil Is Real (2da Temporada De Ayúdenme)
TerrorTracey Strudwick, se ha convertido en madre de una preciosa niña pelirroja llamada Elizabeth, la causa del suicidio de su jóven hermana sigue inquietando a la mujer, ella teme que pueda sucederle la misma pesadilla a su hija pero, Annie no regresar...