Capítulo 4

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-¡Lo quiero fuera de mi vida!- grité al borde de las lágrimas.

-Tracey... se irá.- me contestó Jack.

-¡Ethan es diábolico, lo sabes!- exclamé.

-Toma tus pastillas querida ¿De acuerdo?- pidió.

-Jódete, no soy una maldita loca- escupí con odio esas palabras y salí de la casa de su madre.

Respiré el aire fresco de la mañana, tomé el último cigarrillo que me quedaba de la bolsa de mis pantalones y lo encendí, el tabaco realmente me tranquilizaba, el estrés está destrozándome.
¿Qué ha pasado últimamente?

Luego de que Ethan y Annie cometieran terrible acto contra el cachorro de Elizabeth, tuve que llevar a mi hija con una psicóloga, mi pequeña despertaba en las noches llorando, soñaba con Annie demasiado y, por experiencia propia sé lo terribles que son esas pesadillas, Annie es aún más sádica, y no está sola, hay más demonios persiguiendo a mi familia.

Ahora comprendo a Kelley, ¿Suicidarme estará bien?

No, claro que no, Elizabeth necesita a una madre pero, estoy hundiéndome y nadie puede salvarme, mi madre... esa alcohólica no me ayudará, ¿mi esposo?, tal vez ya me odia por mi actitud, ¿amigas? Já... esas hipócritas.

-Annie, no me rendiré como mi hermana, ¡¿Me escuchaste estúpida?!-

Seré fuerte, y el primer paso para lograr vencerla es empezar a luchar con ella.

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-Ethan, lárgate ahora mismo.-

Me miró asombrado.

-Mamá...- habló nervioso.

-No soy nada de ti, y te asesinaré si no sales inmediatamente de aquí.- dije firme.

Sonrío.

-Bien, me iré, suerte con Annie... está planeando algo- respondió y se marchó.

Eliminé a Ethan de la gran lista de problemas, fue fácil.

-Rezar, rezar te debilita, ¿no es así querida?- exclamé.

Sin respuesta.

-Bien... ¡Oh, bendita cruz de Jesucristo...!- grité a todo pulmón para que pudiera escucharme.

Una silla cayó al suelo, ella está aquí.

Suspiré.

-¡Apártate Satánas...!- seguí.

-¡Cierra la boca!-

Annie, estaba detrás de mí, cubriéndose los oidos con las manos.

-¿Aún eres fuerte?- le pregunté burlona.

Avanzó hacia mí, imité su acción, las luces comenzaron a parpadear y un escalofrío recorrió mi columna.

-Elizabeth... tal vez deba visitarla.- dijo sonriente y desapareció.

Mi mente me gritaba una sola cosa, Corre.

Corrí velozmente hasta su cuarto, la puerta estaba cerrada.

-¡Ábreme!- grité mientras trataba desesperadamente te tirar la puerta.

Escuché sus gritos, un par sollozos y finalmente, silencio.

-¡¿Qué ocurrió?!-

Silencio...

Jack apareció a mi lado y con un ágil golpe, derribó la puerta.

Entramos al cuarto y busqué con la mirada a mi pelirroja, las lágrimas me impedían ver con claridad así que cuando mi vista se nublaba, cerraba los ojos fuertemente.

-¡¿Dónde estás linda?!- grité y golpee un mueble.

-¿¡Elizabeth!?- la llamó Jack.

Annie... se la llevó.

-¡Devuélvemela!- dije frustrada, gritándole a la nada.

-Tracey... mira- habló mi marido, señalando la pared.

Estábamos atónitos.

Un mensaje aparecía lentamente el la pared con letras rojas, seguramente sangre.

"Regrésame la luz, o Elizabeth terminará con la oscuridad"

-¡No entiendo! ¡¿Qué debo hacer!?- grité golpeando la pared.

-La recuperaremos, ahora cálmate.- habló Jack.

Lo miré, mis ojos rojos e irritados por el llanto reflejaban el vacío que sentía en mi alma.

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-¿Dónde está tu madre?- pregunté fría a mi esposo.

-Salió.- respondió con el mismo tono de voz.

Asentí.

Me levanté de mi asiento y observé la ventana, se aproximaba una tormenta, mi reloj marca 4:10 de la madrugada, bebo otra taza de café y tomo otra pastilla para el dolor de cabeza.

He llenado una pared completa de imágenes e información sobre Annie, su familia y asesinatos que la maldita niña ha cometido, estoy frustrada, intento econtrar pistas que me digan dónde está mi hija, cada vez que todo parece tener sentido descubro algo totalmente desconcertante y surgen miles de preguntas sin respuesta...

Aún no comprendo el mensaje, "Regrésame la luz, o Elizabeth terminará con la oscuridad"

Lo he analizado demasiadas veces y no logro entender a qué se refiere ya que hay muchos posibles significados, definitivamente, no puedo sola, si no gano esta batalla... tal vez jamás recupere a mi querida Elizabeth...

No puede estar sucediéndome esto, y nadie más va a ayudarme, mi hermana era la única persona que podía hacerlo.

Hago el esfuerzo por contener las lágrimas, Annie está derrotándome, necesito seguir adelante, ella no puede acabar conmigo tan fácilmente, Elizabeth es la luz que me hace luchar pero... ahora ella no está.

Esto es mi culpa.

Mommy, Devil Is Real (2da Temporada De Ayúdenme)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora