Una charla difícil

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Ahí iba la pregunta del millón. Corriendo a toda velocidad por la banda derecha hacia mi estando nerviosa. ¿Y qué lleva en la espalda? ¿Eso es una posibilidad de que deje de hablarme?

Vale, sí. Podéis llamarme exagerada. Pero, ponéios en mi lugar. ¿Cómo decirle al chico que me ha tratado como nadie, que he soñado que era un hijo de la gran puta redomado? La inseguridad estaba muy presente y, por lo que me parecieron 100 años, estuvo con la mirada clavada en mi.

—¿Y bien?— preguntó recoloca diseño en el sillón con la piernas cruzadas apoyándose con los brazos en el hueco de estas. —¿Me lo vas a contar?

—Si lo hago, probablemente, me odies— me rasqué la nuca.  Y en momento en el que respondí me di cuenta de que la había cagado.

Él normalmente no insistiría si ve que no quiero hablar de algo. Sabe lo incómodo que me es. Y, no se cómo, pero la gran mayoría de las veces se las ingenia para ir sacándome información. Pero, en los casos en los que él está implicado, no se queda quieto hasta que le haya dicho el más pequeño, diminuto e insignificante detalle.

—Vale— se echó hacía atrás y sentí como el ambiente se ensombrecía un poco—. Me voy a levantar, voy a ir por chocolate caliente y lo vamos a hablar.

Me encogí en el sitio cuando se levantó del sofá con el ceño fruncido. Quise oponerme, pero, la última vez que me negué a contarle algo que le incumbía con respecto a mi, hizo una reunión con Juan y Marina. Parecía una charla de alcohólicos anónimos en el que vas contando tu historia y te ayudan. O un juicio en el que Ben me avisaba de violar la norma n° 1 de un simbólico contrato que firmamos el día que nombramos esto como amistad duradera: la confianza. Por momentos llegué a pensar que iba a entrar mi abogado por la puerta.

Por lo que fueron unos de los minutos más largos de mi vida, escuché los cacharros en la cocina mientras yo estaba en el salón llamándome de todo menos guapa por ser tan gilipollas de decir eso. En el momento en el que escuché sus pasos llegar al sofá me tensé. Se cruzó por mi cabeza huir y al momento me di una bofetada mental. Estábamos en mi casa. Tarde o temprano tendría que volver. No podía dormir en un banco de la calle. Tampoco podía echar a Benjamín de mi casa solo por mis paranoias.

—Toma. —Me extendió la tazar y se sentó en el sofá con su cuerpo orientado a mi.

Me miró fijamente y, aunque no dijera nada, le entendí perfectamente. Que procediera a contar. Yo aparté la vista de él llevándome la taza a la boca. Evitando por completo el contacto visual. Cómo cuando estás es clase, el profesor hace una pregunta y tú miras a cualquier lado como si la cosa no fuese contigo. Siguí mi vista al punto en el que yo la fijé.

—Sí— agarró mi barbilla ligeramente provocando que mirase aquellos ojos verdes—, muy bonito el gotelé de la pared. Pero hay un tema más importante.

—No es para tanto— susurré.

—El que algo que hayas hecho me lleve a odiarte, es muy serio. El preguntarte era por los mareos, pero esa contestación me ha roto.

—Lo siento — agaché la cabeza culpable.

—Pero no roto de que me ha dolido— comentó alterado. —Roto de que me ha descolocado. —Soltó una risa suspirada. —Te perdono si me lo cuentas.

Al levantar la cabeza pude ver una pequeña sonrisa de ángel, la cual me hizo sentir la peor persona del mundo. 

—Bien— suspiré pesadamente y miré fijamente el reflejo del techo en el chicolate. —Pues la cosa es... Ha tenido un sueño horrible en el cual, tú aparecías. Resultaba que era Ben Drowned, que me habías elegido como juguete y, al ver que ya no podía darte más, me llevabas al Sadaina y allí me cortabas el cuello en mitad del pasillo. —Levanté un poco la vista y observé cómo Ben me miraba fijamente y poniendo atención a cada palabra que decía. —Lo del abrazo de está mañana ha sido porque estaba medio dormida y con ese recuerdo. Pero los mareos que he tenido han sido porque han pasado las mismas cosas que en mi sueño. Llegar a mi casa y que no estén Marina y Juan por el mismo motivo. Tú comiendo gusanitos, viendo el canal Wild, engullendo como si llevases 2 días sin comer— iba enumerando los acontecimientos. —Y en el momento en el que has dicho de ir a dar una vuelta... ahí me he acojonado un poco. —Volví a agachar la cabeza en el momento en el que me miró con tantas emociones reflejadas en su cara, no podía enfrentarlo.

—¿Eso es todo? —yo asentí. Al momento escuché una carcajada por su parte. He de decir que fue la risa más falsa que escuché en mucho tiempo, pero no quise decir nada. Porque supuse que fue para relajar un poco el ambiente. —Ay... Cielo. No tengo nada que decir con respecto a las conincidencias. Pero es normal. Teniendo en cuenta que tienes sueños muy raros y que yo digo muchas burradas y la apología que hago a abrir en canal a los hijos de puta, no es raro. —Se acercó y besó mi frente aún cuando yo aún estaba arisca respecto a su toque. —Te llego a decir que quería ir a Sadaina y te da un infarto.

Retrocedí en el sofá — ¡¿EN SERIO?!

—¡Era broma!— Se retractó al verme alterada. —Solo se me ha ocurrido para relajar el ambiente— suspiró. —No ha funcionado. Debería ir yéndome. Creo que no avisé de que no iba a ir.

Durante el recorrido que fue haciendo por mi casa recogiendo todas sus cosas, le pude ver cabizbajo, bastante pensativo y algo preocupado. Lo que me puso de los nervios. Mi cabeza se empezó a montar una película brutal, con un gremio de asesinos en plan el bar de Deadpool, la María y que me había metido en un lío brutal al contarle todo.

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hey Hey HEY!!

Buenos días, tardes, noches o lo que corresponda en tu caso.

¿Qué tal? ¿Cómo estáis? Aun que no os interés, yo bien. Bastante feliz. Tan feliz que he escrito como 6 capítulos de golpe 👍😁.

Vengo a comentaros sobre la comunidad de discord que he creado y si os gustaría formar parte de ella. Es así como los que hacen un grupo de WhatsApp, pero sin el riesgo de tener que darle tu número a un completo desconocido. El enlace para entrar está en mi perfil, cualquier duda que tengáis no dudéis en preguntar. 

Espero que os esté gustando el libro y que lo estéis disfrutando.

Sigo Siendo Tu Mejor Amigo (Ben Drowned )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora