Después de una noche larga, llena de risas, alcohol, miedo y calor; llegó la mañana. Cuando me desperté, todos seguían durmiendo menos Alex, el cual no estaba en la habitación. Todos al final, dormimos en la misma habitación.
Teníamos tanto miedo que, íbamos de dos en dos al cuarto de baño. Esa noche la pasé "FLAMA". Salí de la habitación con cuidado de no pisar a Dylan y cerré la puerta con cuidado de no hacer ruido. Cuando llegué abajo, Alex estaba tirado en el suelo sin moverse. Me tiré hacia a el y lo zamarreé.
- ¿Alex? Alex ¿me escuchas? ¡Alex contesta! - de repente se levantó tan bruscamente que, me caí de culo al suelo. El se estaba riendo pero yo no. Le pegué una ostia y se calló. - ¿Crees que hace gracia? Pensé que te había pasado algo, te odio Alex. - dije levantándome de el suelo y subiendo a la habitación. Pero antes de poder subir un escalón, Alex me agarró de la cintura y me volvió a bajar al suelo.
- Lo siento, no era mi intención. Solo estaba intentado absorber el fresco de el suelo y........ Ahh, vaya ostia me has dado. Tienes buen gancho y mano. - dijo frotándose la zona enrojecida.
- Perdón y no te perdono. Un poco más y me muero. ¿Sabes que he pensado de que te habías muerto? No........ vuelvas......... ha......... hacerlo.......... más, ¿Hablo alto y claro?
- Recibido. - dijo riéndose.
Después de estar un tiempo hablando de musica, ropa e incluso de sexo, (os voy a ser muy sincera, con mi mejor amiga Laura, siempre terminábamos hablando de muertes, sangre o de sexo) los <<chicos durmientes>> aparecieron por las escaleras casi pegando botes.
- Se os ve una muy buena cara. - dije riéndome ante las caras blancas de mis amigos.
- JAJAJA, que graciosa. - dijo Jace tirándose encima mía.
- ¡Quitadme al Titanic de encima! - dije gritando. (Había exagerado)
- ¿Me acaba de llamar gordo? - dijo Jace mirándome y después mirando a sus amigos.
- Para mi, eso es un si. - dijo Marcos sentándose al lado de mi vecino, el cual se había quedado quieto sin hacer nada.
- ¡Marcos, te odiooo! - dije riéndome por no llorar.
Jace se puso ha hacerme cosquillas. Me retorcía en el suelo mientras gritaba y mi vecinos y sus amigos se reían de mi.
- Jace, para por favor. Me estoy agobiando. - cuando dije eso, Jace se quitó de encima mía y, mientras cogía aire, mi vecino se tiró encima mía.
-¿Estas bien?
- Si solo necesito coger aire, eso ed todo. - me extendió la mano para ayudarme a levantarme.
Cuando me levanté, me fui para la cocina y bebí algo de agua.
Preparamos los desayunos y nos fuimos al patio.
Mientras desayunavamos, Jace empezó a hablar con Dylan sobre dentro de menos de dos meses, ya llegaban las clases. Desde que mencionaron eso, mi estado de animo bajo.
Marcos se separo de el resto. Me acerqué a el y, lo vi llorando. Dejo de hablar por teléfono y le extendi los brazos en señal de "ven y te doy un abrazo. Te sentirás mejor"
Se acercó a mi y sollozó un poco. Después, me separe de el y vi que ya, se había tranquilizado algo.
- No se si es buen momento para preguntar pero, aquí tienes a una persona que si tu quieres y te dejas ayudar, te va ayudar.
- La verdad es que si lo quiero hablar. Mis padres an tenido un accidente de coche y ahora estoy solo. - cuando dijo eso, se me partió mi corazón en mil pedazos y lo volví a abrazar. Se por lo que estaba pansando. Y lo ayudaría en todo lo que pudiera. - Lo malo de todo esto es que, mis tíos me quieren llevar a la otra punta de el mundo y no quiero. Me quiero quedar aquí lo malo es que, todavía no soy mayor de edad y no me puedo quedar.
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¿POR QUÉ EL?
Teen FictionMiriam una chica buena, educada, tímida y reservada, cambia de instituto repentinamente por la muerte de su madre. Decide irse a vivir a Sevilla con su abuela, donde su vida cambiará y dará un giro de 180º. Conocerá a chicos nuevos que cada uno de...