Apenas había dormido ideando un hechizo para Ana, para ayudarla a recordar todo. Regina era buena hechicera pero no extraordinaria. Gold una vez creó una, la que Neal ( que tomó el control dentro de el) envío a Killian para que se la diera a Emma. Una poción de recordar no debería ser difícil de crear, pero lo era. Le faltaban dos malditos ingredientes. Regina ya no podía mas, se dormía. En ese instante entró Belle con un libro de hechizos. Henry había abierto la puerta.
'No he oído el timbre' pensó Regina.
-'Belle, que me traes..' - Dijo Regina al tiempo que se levantaba. Estaba esperanzada, Bella era muy buena con estas cosas, siempre encontraba algo en los libros.
-'He encontrado la poción de Rumple. La que hizo para si mismo cuando era esclavo de Zelena'-Dijo Bella mientras abría el libro y buscaba entre las páginas.
-' Bingo, eres un genio Bella.'- Dijo Regina.Tardó solo diez minutos en reunir los ingredientes y hacerla.
-' Voy a llamar a Ana. Se la tiene que tomar lo más pronto posible. '- Dijo Regina mientras marcaba el número de la rubia. Uno, dos, tres.. por fin lo cogió.
Pocos minutos después,Anastasia llamó a la puerta. Bella abrió. Anastasia se quedó un par de segundos paralizada (era una situación incómoda) pero Bella la saludó tímidamente. En ese momento apareció Regina,y Anastasia respiró tranquila. Gracias a los Dioses, su amiga la había salvado.
-' Ana pasa...'- Dijo Regina, consciente de la incomodidad que sentían ambas mujeres.Anastasia se acercó y le dio un beso en la mejilla a Regina y le dedicó una sonrisa a Henry.
Vio en una mesa una poción y sin vacilar no esperó más y preguntó si podía tomarla ya. Regina asintió.
Se acercó,y temblorosa, Ana cogió la poción. La olió,y tras dudar unos segundos dio un sorbo. Acto seguido la tomó toda. Todo parecía igual. Pestañeó para ver si así veía algo. Iba a decirles que no había funcionado, cuando un latigazo sacudió su mente,y como si de una alucinación se tratara, vio delante de ella a su madre, a su hermana y a si misma. Drizella y ella eran pequeñas. Su madre las estaba gritando. Al parecer la noche anterior a ese regaño, Drizella había quemado las muñecas de Ella. Unas muñecas que en principio no parecían tener un gran valor, pero que al parecer eran muy valiosas. La señora Tremaine estaba furiosa,la gritaba estúpida,y a ella también la gritaba por no haberlo impedido. - '¡Tenía pensado vender esas muñecas, estúpidas crías!'- Gritaba la señora Tremaine.
-'¡Un importante restaurador me iba a pagar una importante cantidad de dinero por ellas! -Seguía gritando la señora Tremaine. Hubo un salto de recuerdos. Habían pasado unos días. Ana y Drizella se encontraban tocando el piano cuando su madre entró en el salón con un señor.
-'Niñas, este es el señor Leskin. El restaurador del que os hablé.'- Dijo Tremaine.
Las niñas saludaron, extrañadas. Ya no había muñecas, ¿que hacía ese hombre ahí?
En ese instante el señor, con una sonrisa maliciosa, señaló a Drizella. La señora Tremaine,muy seria, extendió la mano. El restaurador se sacó una bolsa de dinero y se la entregó.
-'Toma Tremaine. Suficiente por esa bella muñeca'-dijo el señor, mirando de arriba abajo de una forma asquerosa a la pequeña Drizella.
Fue en ese instante cuando las niñas descubrieron que no valían nada para su madre. Había vendido la virginidad de su hija a un pedófilo por unas monedas.
Todo sucedía muy deprisa delante de Anastasia. En los recuerdos se vio a si misma suplicando por su hermana,a su hermana enloqueciendo tras lo ocurrido, a si misma otra vez cuidando de Drizella mientras la mayor le suplicaba 'no me abandones'...y por último,a Rumplestilskin dándole una poción como la que ella había tomado. Una poción para borrar memorias. Pero Tremaine no se la dio a Drizella para hacerla olvidar lo que había vivido.Anastasia rompió a llorar. Regina, Henry y Bella,asustados,se acercaron a ella. Entre sollozos, la rubia dijo -'Me la dio a mi... me la dio a mi para que creciera feliz, ignorante del daño que había sufrido mi hermana. Yo era virgen.. y si e-era feliz.. un hombre rico pediría mi m-mano... Drizella ya no valía...ya no le valía.'- Dijo Ana.
Regina y compañía se quedaron asustados y extrañados mirándola. Regina extendió su mano y la puso sobre su hombro.-'Cuéntamelo todo. ¿A quien no le servía ya Drizella? -' Preguntó Regina.
-'A ...mi madre'- Contestó la rubia.
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Regios destinos,corazones vacíos
FantasyEsta es la historia de dos mujeres que,aunque son muy diferentes ,comparten un pasado similar. Ambas fueron manipuladas por sus familias,conocieron el verdadero amor pero lo perdieron,fueron despreciadas por su pueblo por sus vilezas,arriesgaron su...