Capítulo 3: Refugio

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Le costaba más dijerir lo que Anastasia le había contado que el trago que había tomado segundos antes. Conocía a Cora...¿la conocería en el País de las Maravillas? seguramente,si la hubiera conocido en el Bosque Encantado habría oído hablar de ella. Mejor salir de dudas ya y preguntar.

-¿Mi madre?...¿estas segura de que era ella?- Preguntó con desconfianza.

-Si,estoy segura.Tu madre,la reina de Corazones. -Contestó la rubia mientras se giraba para comprobar si Will seguía entretenido con Robin o si por el contrario estaba pegando la oreja.

-Por favor,continua..¿que te contó exactamente mi madre de mí?...dudo que cosas buenas- Dijo con media sonrisa. De las pocas cosas buenas que había hecho por el mundo en su etapa de reina malvada fue desterrar a su madre a esas tierras.

-Bueno...buenas y malas. Cora pensaba que tenías mucho potencial,que eras inteligente y fuerte,pero...que te faltaba ambición en la vida...valentía...que ella solo quería convertirte en lo que ella no pudo ser,una reina respetada y temida a partes iguales,pero que tu eras conformista y solo querías ser feliz...con un simple palafrenero- dijo Anastasia. Parecía incomoda.Ella quería contarle lo que Cora le contó,pero se sentía mal por decirle todas estas cosas.Seguramente ahora Regina estaría muy disgustada.Desearía no haber hablado con ella,desearía ir hacia atrás,pero ya era tarde. Miró hacia Regina y sorprendemente no parecía dolida,solo miró hacía un lado y dijo 'Daniel'.

-Daniel era un simple palafrenero,si,pero era la persona que más amaba en el mundo.Mi madre lo mató para que casara con un rey-  Dijo mirando a Blanca,que estaba al fondo sentada en una mesa con Emma y Bella. La observaba mientras pensaba muchas cosas,cuando la voz de Anastasia la trajo de vuelta a la realidad.

-Vaya,eso es terrible,lo siento. Regina...perdona si te he incomodado,no era mi intención. Sabes,yo también tenía una madre así. Era una mujer ambiciosa como pocas. Supuestamente quería lo mejor para mí y para mi hermana,y eso creí durante mucho tiempo.Pero luego me di cuenta de como era en realidad. Ella quería tenerme atada en corto,realizarse a traves de mí. Que me enamorara de Will no entraba dentro de sus planes. No le gustó nada y por eso tuvimos que marcharnos del Bosque Encantado,para empezar una nueva vida lejos de ella.Estaba convencida de que mi historia con Will no duraría,que no sería capaz de vivir sin lujos...me da rabia reconocer que en eso tenía razón.- Dijo la joven al tiempo que se chasqueaba los dedos. Parecía realmente enfadada consigo misma,y Regina muy sorprendida. Nunca antes había conocido a alguien que tuviera una madre controladora y ambiciosa,había incluso llegado a pensar que era algo exclusivo de su madre Cora. Pero no,ahí estaba ella,Anastasia Tremaine. Una mujer que pudo lograr lo que ella no pudo,huir con su amor lejos de su madre. Por sus palabras y por la evidencia de su desaparición estaba claro que habían tenido problemas,pero realmente la admiraba por el simple hecho de haber logrado lo que ella no pudo,lograr huir y vivir su vida,no la que quería su madre.

-Te puedo preguntar una cosa Anastasia?- Le dijo mientras la miraba con cierta fascinación.

-Claro,pregunta- Contestó.

-¿Como conociste a mi madre Cora? paso algo..¿ entre vosotras? - Decía mientras esperaba que la respuesta fuera un no. Solo pensar en un simple enfrentamiento entre ambas la hacía estremecer. Era extraño pero la confesión de Anastasia había hecho mella en Regina. No quería que sufriera,ya había tenido bastante con aguantar a su madre (nadie mejor que ella para entender lo que es tener a una madre así...)

-Lo cierto es que no,no nos llevabamos mal. La conocí cuando entré en la realeza. Efectivamente mi madre no se equivocaba y el hambre y el lujo pudo conmigo. Prometí y casé con el rey Rojo,y Cora fue mi apoyo. Me enseñó magia y me dio lecciones de vida. Ella quería hacer conmigo lo que no pudo hacer contigo...corromperme.- Dijo mientras miraba fijamente a Regina. Lo cierto es que admiraba a esta mujer. Vivió como quiso,sin dejarse manipular por su madre Cora,la inteligente y por lo que se ve,asesina Cora. No dejó a su amor,y no lo habría abandonado nunca de no haber muerto.No le importaba renunciar a una vida de lujo por el,por un simple palafrenero...

Regina se sorprendió a si misma cuando se vio posando su mano encima de la Anastasia. Había pensado retirarla nada más ponerla,pero Anastasia puso su otra mano encima y Regina no pudo liberarse. 

Era íncreible,ese simple gesto las hacía sentirse cercanas,comprendidas...como nunca antes se habían sentido. Ambas se admiraban,y ambas veían en la otra a una compañera de confidencias...a su refugio. 

Regios destinos,corazones vacíosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora