Tal vez sea cierto eso de que todas las historias no tienen porqué tener final feliz, hay muchas y casi todas en el mundo real tienen otro final, y la verdad es que no son como esas historias de los cuentos de hadas con ese mundo de color rosa; casi todas acaban mal para alguna persona de las que forman esa historia.
Y es que un día la muerte se enamoró del amor, o tal vez fué el amor quién murió de amor, enamorado de la muerte; y es que hay amores imposibles que a veces no están destinados a ser y aún así nosotros tiramos todo por la borda y lo arriesgamos todo, y al final acabamos perdiéndolo y ahogando las penas en un vaso de ron.
Y es que los seres humanos somos tan estúpidos... y no paramos de buscar dudas y porqués a todo, tal vez sea por eso por lo que el lobo está enamorado de luna, y cada mes al ponerse llena, la mira y llora porque sabrá que nunca la podrá tener.
Amores que no están destinados a ser que rompen el corazón en pedazos, y es que a veces nos quedamos sin argumentos para explicar todo aquello que sentimos y tan solo nos limitamos a sonreír aunque todo vaya mal, por eso no te fíes de la mínima sonrisa porque detrás de esa sonrisa puede haber una muñeca rota.
Decimos que "estamos bien" cuando nada lo está y así es cada día, poniendo buena cara al mal tiempo por mucho que te duela por dentro.
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