Una noche me quedé mirando las estrellas fijamente y que forma de brillar la de la luna junto a ellas,
que bonito era imaginar que estabas allí a mi lado,contemplando aquella noche.
Pero lo realmente bonito era la forma en la que él la miraba e imaginaba un futuro,
su futuro.Juntos.
Bonita era su sonrisa,
después de cada beso, y es que no hay nada más perfecto que morder su sonrisa.
Otra noche más que pasa y deseo que estés aquí, mordiendo mis labios intentando recordar el sabor de los tuyos.