21/40. Cambios

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Chris...

Mis padres discuten nuevamente, como lo hacen religiosamente cada noche sin falta.

Comienzo a pensar en las palabras de papá, de que es posible estar con alguien a pesar de las diferencias. Pero a esto no le encuentro sentido. Quizás la mentalidad de todo padre que no quiere romper el corazón de un hijo es el de permanecer juntos por siempre, porque así será mejor. Eso no es cierto. Nunca es mejor para un hijo ver pelear a sus padres.

- ¡Si tanto se detestan, deberían de separarse!- exclamó parado sobre el primer escalon de la escalera.

Missy llora en silencio guareciendose detrás de mi cuerpo.

La expresión de mis padres es de sorpresa. Están atónitos. Soy la clase de persona que nunca demuestra lo que siente. Pero esta vez no iba a ser así.

La razón en todo conflicto esta formado por dos tópicos. El que calla y el que es egoísta. El que arremete y el que huye. El que ataca y el que se defiende. Siempre existirán dos bandos, ambos creen que su verdad es unica e inalterable y a pesar de piensen que una ganará y otro caerá en derrota. Todos terminan perdiendo.

- ¿ Se lo dices tú o se los digo yo?- amenaza mi madre.

- No es el momento - responde mi padre.

-¿Momento para qué?

- ¡Diselos!- exclama mamá.

- ¡Ya basta! ¡Detente!

-¿Papá?

-¡Tu padre y yo vamos a divociarnos!- exclama mamá descargando la artillería pesada.

Mis deseos ocultos y palabras habían surtido efectos. Siempre fantasiaba con que aquello se sentiría bien, pero se sentía como un doloroso agujero en el pecho.

No sólo había echado a perder todo con Ashley, sino que ahora, también mi familia estaba echada a perder.

...

El profesor Dean dibuja un gráfico en el que explica la Ley de Newton, de que todo lo que sube, tiene que bajar.

Miro a mi alrededor y todos lo observan con el mismo desinterés que yo. A diario me pregunto de que me servirá todo lo que aprenda, si no lo llevo a la práctica o incluso, de que me sirve aplicarlas, si siempre existirá un margen para el error.

Suspiro. Detesto tener que hacerme todos estos planteos que no me llevan a ningún sitio.

Dos semanas. Sólo dos semanas y no tendré que aguantar más nada de todo esto. No tendré que soportar la indiferencia de Ashley o que sus amigos me juzguen por lo que creen que hice. Aunque bien es cierto que hurté el diario de Ashley con motivos egoístas, también es cierto que me retracté a tiempo. Un tiempo que por cierto, fue en vano, ya que, este no tardó en caer en las manos inescrupulosas y mezquinas como las de Emma.

...

- ¿Puedo acompañarte? - pregunta mi padre, sentándose a mi lado.

Me tiende una lata de gaseosa mientras arreglo las ruedas de una vieja patineta que encontré abandonada en una esquina cualquiera.

- Creí que no te interesaba patinar - argumenta mi padre.

- Creiste bien - respondo sin quitar la vista de mi trabajo - No me interesa. Dudo que algún día sea el caso.

Mi padre suspira. Siempre hay un breve silencio antes de que comience con alguno de sus sermones.

- No quiero que pienses que no lo intenté lo suficiente - dice acaparando toda mi atención - Nada se termina porque alguno de los dos no fue lo suficientemente bueno para el otro. No es ese el mensaje que quiero trasmitirte a ti o a tu hermana. Rendirse no esta mal, pero lo esta el no haberlo intentado lo suficientemente. Lo que quiero decir, es que nada cambia lo que tu madre y yo sentimos por ustedes. Lo que cambiará será nuestra relación como pareja, pero Missy y tú serán siempre mis hijos y lo amaré por eso.

So Different, So Close [Sin Editar]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora