Peter
Alejo la espada de Nari despacio, en su cuello hay un pequeño corte. Una gota de sangre chorrea hasta perderse en su camiseta, creando una pequeña mancha. Se lleva la mano a la herida, mira sus dedos y después a mí, sorprendida.
-¿Por qué haces esto, Peter? ¿Por qué pasas la noche conmigo y después me amenazas? Casi me cortas el cuello. - dice dolida.
-No iba a hacerlo. - doy vueltas a la espada, fingiendo estar distraído - Solo comprobaba si decías la verdad.
-No porque seas rey puedes faltarme al respeto de esa manera. - me empuja en el pecho varias veces, la cojo de las muñecas.
-No se porque lo hice. ¿Vale? No tengo ni la menor idea. - digo más alto, pero sin llegar a gritar- No se lo que siento, Nari. Me asusta como mi mente y mi cuerpo reaccionan cuando te veo, o cuando solo escucho tu nombre. Tú me asustas, porque me siento encadenado a ti. No es justo.
-Tampoco es mi culpa. Eso no justifica que me amenazaras.
-¡Lo sé! Pero entiéndeme. - lanzó la espada al suelo, que cae con un desagradable ruido. Siento una presión en el pecho, el agobio y ansiedad hacen que empiece a llorar. Bajo la cabeza intentando ocultarlo. -Por favor, hazlo.
En silencio se acerca a mí, coge mi barbilla delicadamente y hace que la mire. Me sorprendo cuando me besa, aún así le sigo el beso. Cierro los ojos y la abrazo por la cintura, ella pone sus manos en mi pecho. Nos separamos para respirar, pero vuelvo a besarla. Ríe y se separa.
-No quiero arruinar el momento, pero tengo que decirte algo. - mueve los píes nerviosa- Creo..creo que sé cómo te sientes. Aunque sentirme encadenada a ti no me asusta, me cabrea. Quiero decir que lo nuestro es tan imposible que yo...-sus ojos se llenan de lágrimas y sonríe amargamente- He pasado por esto antes, y no acabó bien. No quiero pasar por ello de nuevo, no puedo volver a vivir aquellos días.
-Y no tendrás que hacerlo. - acaricio su mejilla- ¿Qué ocurrió?
-En realidad no es una historia muy larga : ambos estábamos enamorados, él enfermó y murió tres semanas después de que nos prometiéramos. Te prometo que los meses que siguieron después de aquello creí que moriría, quería morir. Pasará lo mismo si estamos juntos, morirás antes que yo porque envejeces más rápido que yo. No quiero ver cómo el amor de mi vida muere por segunda vez.
-Y no tendrás que hacerlo, Aslan tiene que tener alguna solución.
-No sé. - suspira.
-¿Confías en mí? -asiente - Bien, pues yo confío en Aslan. Por lo tanto, deberías confiar en él.
Me abraza, le correspondo de inmediato. Paso mi mano por su espalda, mi piel se eriza cuando siento su respiración en mi cuello.
-¿Entonces soy el amor de tu vida? - pregunto divertido.
-Cállate. - me empuja sin fuerza.
-Tú también eres el amor de mi vida. - digo , esta vez en serio.
Logro convencer a Nari para que duerma conmigo en mi cuarto, tardamos más de lo normal en llegar ya que en casi cada esquina ella se detiene para besarme. En una de esas esquinas nos encontramos con Susan, qué nos guiña un ojo y se va riendo con Caspian. ¿Dormirán juntos?
-Deja a tu hermana tranquila, ya es mayor para saber lo que hace. - dice Nari cuando se da cuenta de que me quedo mirando por donde se a ido Susan.
-Ya, pero sigue siendo mi hermana. - sonríe y se acerca a besarme, o eso creo, porque sale corriendo cuando nuestros labios están a milímetros de distancia. -¡Te vas a enterar!
-¡No grites, hay gente durmiendo!
-¡Tú también estás gritando! - corro detrás de ella.
Le dejo a Nari una de mis camisas para dormir, que le queda ridículamente grande. Es larga, le llega por la mitad del muslo. Suelo dormir en pijama, pero esta vez prefiero dormir sin camiseta, por lo que pueda pasar. Ella se acuesta en la cama, yo echo el cerrojo de la puerta antes de acostarme a su lado, también por lo que pueda pasar.
-¿Tienes sueño? -pregunta.
-No.
-Yo tampoco.- apoya su cabeza en mi pecho.
Nos quedamos así por minutos, no sé cuántos. Creo que se a dormido, pero entonces habla.
-Sobre lo de Maverick, lo que a dicho esta mañana..
-No importa, no estropeemos el momento. -miento, porque sí que me importa.
-Tengo que explicártelo o no dormiré tranquila. - se separa y apoya la cabeza en su mano- Él y yo nos acostamos varias veces, pero era solo eso, sexo. Además aquello terminó hace tiempo.
-¿Cuando?
-¿Cuándo terminó? -asiento - El día que tú y tus hermanos caísteis del cielo.
La miro fijamente, ella mira a todos lados menos a mí. Pongo mi mano en su muslo y subo lentamente, ganándome diversos suspiros por parte de Nari. Acaricio sus labios con mi pulgar, la beso mientras me pongo encima de ella sin aplastarla. Vuelvo a bajar mis manos a sus muslos, subo su camisa pero no avanzo más de su cintura.
-¿Qué hora es? - alargo el brazo para coger el reloj que he dejado en la mesilla.
-Las doce y diez. - digo sorprendido, a pasado más tiempo del que esperaba.
La beso de nuevo, pero me aparta.
-Lo siento, no podemos hacer nada.
-¿Por qué?
Espera un tiempo antes de hablar.- Para mi pueblo, en estas fechas se celebran las muertes de nuestros reyes o guerreros.
-¿Cómo Halloween?
-¿Qué es Halloween? - río por su expresión de confusión.
-No importa, continúa contándome sobre ello.
-El primer día atraemos sus almas para que nos acompañen durante tres días, el tercer día las despedimos con el sacrificio de un animal, para que las proteja en su viaje de vuelta. Durante los tres días festejamos en agradecimiento, cantamos, bailamos, hacemos hogueras, nos purificamos ..-suspira- Os encantará.
-Suena bien, ¿pero porqué no podemos..
-No me sentiré cómoda. Los difuntos saben que la invocación será pronto. - me interrumpe - Posiblemente estén de camino, o buscándonos. Estarán confundidos, sentirán a los Sharik que están de parte de mi hermano, y nos sentirán a nosotros. Espero que escojan el bando correcto.
Asiento sin entenderlo del todo, pero no pienso presionarla para que haga nada. Beso su nariz y me tumbó a su lado. Me da la espalda y la abrazo. Me quedo dormido mientras ella tararea una canción que no entiendo.
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Narnia: la sexta reina (Peter Pevensie)
FanficLos hermanos Pevensie han cambiado, Narnia también lo hizo. A visita a casa de su primo Eustace conducirá a los hermanos a una nueva aventura. Muchos son los peligros que amenazan la paz de los narnianos : el regreso de los Telmarinos, guerras, desa...