VII.-¿Es "mi Salvador" o de quien huía?

316 0 3
                                    

Después de un extraño sueño, desperté.

Alex aún seguía durmiendo profundamente de seguro seguia cansada de la fiesta de anoche, así que sin hacer ruido busqué algo que ponerme en el closet, saqué unos pescadores largos de blue jeans (para que no se me viese la cortada en la pierna), una camisa de tirantes gruesos morada y mis converse negros. Entré al cuarto de baño y me di una ducha larga fresca. En cuanto salí me quede observando el corte de mi pierna estaba rojo e hinchado, escuché un ruido y me vestí rápidamente.

Me miré al espejo, hoy había algo diferente en mí (bueno hasta había cantado en el baño) me reí al pensarlo y supe que era había sonreído desde que me levanté, tenía ánimos y energía. Me hice una trenza en el cabello y hasta intente ponerme algo de maquillaje, no mucho ya que no acostumbraba a usarlo y tampoco quería sobrepasarme. Salí y prácticamente Alex no se había movido ni un centimetro desde que yo me había parado. Camine en silencio y abrí la puerta.

Ninguna se había levantado todavía, solo yo. Vi el reloj de en cima del mesón de la cocina eran las 3 de la tarde, me pareció gracioso ya que últimamente pasaba totalmente lo contrario, era a mi a la que había que sacar de la cama, pero como habíamos llegado a las 5 de la mañana al apartamento me pareció normal que seguieran durmiendo, sonreí y me acerque al balcón era una tarde fresca aunque hacia un sol increíble era un excelente día, después de pasarme un buen rato admirando toda la vista de palmeras, la piscina, la playa y el gran mar al fondo en el horizonte me gruño el estómago, no había comido desde... bueno ya hace mucho tiempo, camine hasta la cocina y abrí la pequeña nevera, no había mucho que comer luego de pensarlo dos veces decidí pedir una pizza.

Me acerque al teléfono y marqué el numero del servicio de pizzas a domicilio que estaba junto al teléfono, después de varios bips me atendieron, pedí la pizza vegetariana junto a un refresco de lata, como venia en combo no me pareció caro cuando la mujer del otro lado del teléfono me dijo el monto total y me aseguro que en menos de 30 minutos ya iba a estar deleitandome con una deliciosa pizza (esperaba que fuera así porque en serio tenia hambre), agradecí y colgué el teléfono.

Me senté en el sofá a esperar a que llegase y encendí el televisor para que me hiciera compañía, luego de pasar una y otra vez todos los canales decidí dejar uno de esos programas donde enseñan las casas de los famosos.

Comencé a pensar sobre el sueño que había tenido antes de levantarme, estaba en un especie de bosque y me perseguían, corría, Emma también estaba... Las dos corríamos huyendo, hasta que en una bifurcación perdí de vista a Emma, ahora estaba sola. Paré por un segundo pero oí pasos y mas pasos aproximandose así que comencé a correr de nuevo y esta vez mas fuerte...pude salir de entre los árboles del bosque. Paré al llegar a la carretera y respire profundo, había logrado huir pero estaba sola, di unos cuantos pasos y me tumbe en el piso y puse mis rodillas pegadas a mi cuerpo, no sabia que hacer ¿me devolvía y buscaba a Emma o seguía el camino de la carretera?. Cerré los ojos y repocé mi cabeza en las rodillas... Pegué un brinco cuando sentí que alguien tocaba mi hombro, ¿Me había encontrado? Alce la cabeza lentamente y vi a... Frank sonriendome...

Pese a la agitación del sueño cuando desperté, desperté sonriendo, quizás era porque Frank se encontraba en el sueño... ¿Pero era él "mi Salvador" o era precisamente de quien huía?

El sonido del timbre interrumpió mis pensamientos, me paré del sofá y camine hasta la mesita donde se encontraba el bolso que nos habíamos llevado ayer para la playa y saqué el dinero para cancelar la pizza.

Al abrir la puerta me encontré con el clásico repartidor de pizzas era un chico alto, flaco y desgarbado que se limitó a entregarme la pizza y a recibir el dinero a cambio.

Un viaje...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora