XI.- Totalmente inesperado

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Sin pensarlo dos veces caminé hasta la puerta, Tammy me seguia a mis espaldas y me sorprendí mucho al ver a Frank allí esperandome. Se veía hermoso recostado en el marco de la puerta, era la primera vez que notaba su gran altura y músculos. Me congele al verlo, el sonrió ¿como me había encontrado? De tantos apartamentos y habitaciones de Resort como sabia que yo estaba aquí? ¿Y por qué se molestaba en buscarme?

- Hola

- Hola -Dije

Hubo un silencio, todo era definitivamente muy incomodo. Tammy solo nos veía, ya tendría luego que explicarle todo

- Tenemos que hablar...- estaba confundida, ¿Qué quería hablar Frank conmigo?, habia pensado que el no iba a volver a hacerlo. Así seria la expresión en mi cara que al final dijo- O simplemente por favor al menos escuchame

- Esta bien- Respondi, Tammy me hizo una seña, y yo me voltee hacia la cocina donde se encontraba ella. Entre susurros dijo:

- ¿Anna todo bien? - Yo asentí- Voy a estar en mi cuarto si me necesitas-Tammy apagó la estufa y se fue a su habitación con una cara confundida y de curiosidad aun mas grande que la mía. Salimos al pasillo y entrecerré la puerta.

Me afinqué a la baranda, el viento agitaba mi cabello. Los dos estábamos en silencio, yo trataba de ver el paisaje, por este lado del edificio no se podía observar el mar y el hermoso horizonte como en los balcones, pero no por ello la vista dejaba de ser increíble, se veían las montañas y la naturaleza verde a todo su esplendor. Frank se paró a mi lado, y afincó un solo brazo de la baranda al igual que yo, sentí que ponía su vista sobre mi en cuanto comenzó a hablar

- ¿Por qué te fuiste? No me esperaba que te fueses así, ¿Dije algo que te ofendió? ¿Qué hice para que huyeras de mi?- La cara de Frank era de total frustración, estaba 100% segura de que pensaba que había hecho algo mal, que había algo mal con el y en realidad todo lo que estaba mal era yo. De una forma u otra siempre hacia sentir mal a los que estaban a mi alrededor, eso me dolía mas que nada. Frank estaba en silencio había bajado la vista hacia sus manos esperando mi respuesta. Respire ondo y dije de forma pausada y lo menos cortante que pude:

- Salí a escucharte, no creo que resista mas interrogatorios... - Mi voz sonaba muy baja y Frank no volteo a mirarme. El primer pensamiento que llego a mi cerebro fue: lo arruine todo... De seguro ya el no quería verme y hablarme nunca mas, de seguro ya se había dado cuenta que algo iba mal conmigo y que era solo una enrollada deprimida que no valía la pena conocer, me preparaba mentalmente para verlo irse y me decía a mi misma que tenia que ser fuerte para no romperme justo en ese momento. Por un momento pensé que no me había escuchado pero luego para mi sorpresa respondió:

- Tienes razón, lo siento vine aquí para hablarte, para que tu me escucharas a mi y no yo a ti así que basta de preguntas- Frank volteo la vista hacia mi, lo mire con incertidumbre solo esperando a que continuase- Anna, perdona si esta tarde dije o pregunte algo que no te hizo estar cómoda, tenia que volver a verte y decirte que confíes en mi, si algún día estas preparada para contarme no te juzgare y si no es así tampoco eso será un problema- Me sorprendió que Frank estuviera diciendo todo eso, fue totalmente inesperado- No se como o por que pero estando cerca de ti me siento diferente, como nunca antes me había sentido - Así que Frank también lo sentía, era como muy dentro de nosotros nos conociéramos, como si estuviésemos destinados a estar juntos, Frank se quedo en silencio y su vista se volvió a posar ahora en sus dos manos apoyadas en la baranda, sin pensarlo me acerque un poco mas a Frank y toque con mi mano derecha a su mano izquierda, él que seguía con la mirada hacia abajo entrelazó sus dedos con los míos. Aun sin creerlo me aclare un poco la garganta y dije:

- ¿Como me encontraste?- Esta vez Frank sonrió

- Bueno... Seguí a tu amigo con quien paseabas el otro día y le dije a la recepcionista que tenia que buscar a una chica que me gustaba mucho y que no me iba a ir hasta encontrarla, use mis encantos y me dio la lista de todos los apartamentos a nombre de Anna- Sonreí al escuchar su historia- El tuyo fue en cuarto apartamento donde toque y me alegra haberte encontrado.

- Así que te gusto mucho- Aun agarrados de la mano dimos uso pasos hacia la mitad del pasillo

- Anna creo que eso es obvio desde la primera vez que te vi

- ¿Y no tienes miedo? - Frank se puso serio ante mi pregunta, creo que esa simplemente no era la respuesta que esperaba

- Algo en mi me dice que te conozco como de toda la vida y aunque dije que no iba a hacerte mas preguntas, siento que debo hacer esta- Con su mano derecha Frank sujeto delicadamente mi barbilla y en solo segundos que a mi se me hicieron eternos juntó sus labios con los míos. Esta vez no huí, no me resistí, si de algo estaba segura por primera vez desde mucho tiempo era que me gustaba Frank y mucho y que deseaba ese beso mas que nada. Fue un beso suave, tierno, con él me sentía protegida, pequeña entre sus brazos y su gran espalda pero muy segura de mi misma, sabía que nada en el mundo haría que Frank me decepcionara. Duró poco o se me hizo poco.

Cuando abrí los ojos vi a Frank sonriendo, yo sonreí en respuesta y esta vez fui yo quien lo besé. Fue un beso mas fuerte, cargado de todas nuestras emociones por fin expresadas, rompí la poca separación entre los dos y poco a poco me fui acercando a él, sus manos ahora sujetaban mi espalda a la altura de mi cintura y las mías reposaban en su cuello.

Los dos volvimos a la realidad cuando escuchamos una expresión de sorpresa seguido de un sonido estridente en la cocina. Volvimos nuestras cabezas hacia donde había provenido el ruido y vimos a Tammy por el entreabierto de la puerta volteando la cabeza rápidamente e inclinandose a recoger unas latas. Definitivamente ahora si tendría que explicarle todo. Me percaté que estaba casi en puntillas, aunque yo no era una persona que se podía clasificar como baja de estatura, Frank definitivamente me llevaba como mínimo dos cabezas.

- Creo que debo irme, ya es tarde y estarás aun cansada por la fiesta- Aunque no quería que se fuera respondí sin parar de sonreír

- Si hoy a sido un largo día- Frank sonrió y me dió un beso rápido en mi mejilla y poco a poco nos soltamos de la mano.

Espere hasta que el ascensor se abriera al llegar al piso, me despedí de Frank con una seña con mi mano y el me picó su ojo izquierdo, cuando el ascensor cerró entre al apartamento.

Di un largo suspiro y cerré la puerta.

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