Capitulo #2

163 11 2
                                    

El incómodo silencio reinó por unos minutos, mi corazón comenzaba a acelerarse.

-Perdóname. - mi voz sonaba bastante asustada y sincera -estaba buscando a Robert Diaz, ¿lo conoces?

Suspiró y raspó su garganta tratando de hablar con voz varonil.

-No, acabo de mudarme y esta no es la mejor impresión de una vecina-

Mis mejillas se sonrojaron intentando reir pero no podía hacer la situación mas incómoda.

-Deverdad perdoname, no quise dar mala impresión. Creo que debo irme- dije dando pasos hacia atrás

-Espero que la próxima vez que te vea me des una mejor impresión...- se quedo pensando como preguntando mi nombre. Yo no respondí
-¿Cual dijiste que era tu nombre?-

-No creo que sea necesario saberlo, debo irme- Prendí el motor lo más rápido que pude pero todavía tenía una misión, pegarle a ese maldito.
------
Narra Julian:
En mi vida había visto a esa chica y la verdad no sabía que rayos iba a hacerle a quien quiera que sea ese Robert. Ni siquiera sé si ese era el nombre que me dijo. ¿Sera su ex novio?. Que chica tan bonita puede tener un novio patán como para querer darle directo en las bolas.

Pegó muy fuerte.

Me dirigí al refrigerador buscando un poco de hielo, todavía me dolía el área. Alguien toca a la puerta. Voy pensando que era la chica misteriosa que había visto hace un rato.
Me dispuse a abrirla.

-Entonces te decidiste a decirme tu n...- me detuve cuando me percaté de quien era.

Tenía frente a mis ojos la chica más sexy de la universidad a la que iba. Todo el mundo la deseaba, menos yo. Ella todos los días era persistente con la esperanza que en algún momento le correspondiera pero yo sabía que nunca podría hacerlo, mucho menos ahora que tenia esa cara angelical clavada en mi, como esa loca me iba a poner asi.

-Hola guapo- me dijo coqueteandome de la peor forma existente.

-No estoy dispuesto ahora, tengo que entrenar. En menos de un mes tendré pelea y tengo que darle duro- mentí a medias porque la verdad lo que ahora queria hacer era ponerme hielo, lo demás era cierto.

-Vaya siempre tienes algo que hacer cuando se trata de mí, creo que me voy. Me cansé de siempre tener que estar detrás de ti.-

-okay- respondí frío porque la verdad no me importaba demasiado.

-Oh, ni siquiera te importa.- me dijo alzando la voz, la verdad era molestosa. Sentía punzadas.

-No es que no me importe- mentí- solo quiero estar solo-

- Lo que quieras.-

Se fue y lo que hize fue buscar el hielo y sentarme en mi sillón. Llegaron de nuevo las preguntas a mi mente. Estuve así, con tantas cuestiones en mi mente que me dió sueño y mis ojos se cerraron.
---------------
Narra Victoria:
Me encontraba en la universidad. Solo pensaba en la impresión que le di a ese joven sexy en el día de ayer quien resultó ser mi "amor platónico famoso" al que se supone nunca conocería, lo tuve más cerca de lo que pensé. Nunca lo habia visto nada mas por televisión y realmente era más sexy en persona.

-¡Dios!- dije en voz alta sin percatarme que interrumpía la clase.

-¿Te aburre la clase Victoria? - dijo la profesora Hernández.
-porque si es así puedes salir en cualquier momento- .

Siempre me ignoraba y hoy que pensé en voz alta pretendió prestarme atención. Que maldita.

-Disculpe señora debo salir- dije.

Rossie me miró con una cara extraña, le dije que no se preocupara. Me dispuse a ir al baño y de repente vi que mucha gente venía. Me preguntaba qué pasaba hasta que vi un rostro conocido.

-Madita sea- dije en voz alta.

Me quede petrificada frente a la puerta del baño como si la manecilla hubiese tenido pegamento. Y ahí estaba él. El bullicio de gente estaba detrás de él y se dirigían a donde yo estaba

-Tienes que hacer algo vicky-, me dije a mi misma pero ni siquiera podía hablar. Cuando me dispongo a dar la espalda para salir casi corriendo escucho una voz demasiado sexy, diferente a la de aquel día.

-Permiso, Permiso- lo escuche decir desesperado.

-Chica misteriosa y de mala impresión no te vayas-

Sabía que era a mí a quien le hablaba. Sentía la cara prendida en fuego de la vergüenza. Tenia que caminar mas rápido. Y mientras mas rápido lo hacía sentia a ese maldito corriendo.

-¡Hey!- me dijo un poco fatigado -¡detente por favor! o me vas a matar del corazón.- sonrió.

Logre ver la sonrisa más hermosa del mundo. Sentí mi piel herizada cuando tuve contacto

¡¡¡¡Hola!!!!, les di doble porción hoy por los problemas que tuve para publicar la novela. Estare publicando un capítulo semanal. No pondré dias específicos por dferente razones pero mientras más monótono pueda, mejor. Espero les guste, ¡gracias!
~M

La pelea de mi vida (corrigiendo) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora