Capitulo #23

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Un mes después.
Antes: Día número treinta.

Mi alarma sonó como todos los días. Me levanté, un baño y para la universidad.

Cuando llego, la profesora no había llegado y aparentemente todo el mundo lo sabía menos yo.

Dispongo a coger mi celular y llamar a mi sensual y flamante novio boxeador.

-Hola guapa- y su voz sexy casi me hace delirar. Podria jurarlo.

-Que tal si hacemos algo de lo que quizas podriamos arrepentirnos luego.-

-¡Epa, ¿que es eso? Tu estado de ánimo hoy aparenta estar en los quintos cielos-

-Digamos que no te equivocas, vine a la universidad y la profesora se ausentó. Tengo mi día libre y en vez de irme a dormir he preferido pasar el dia con mi novio-

-¿Y si vamos un rato a la casa de mamá? Ellos se han ido de viaje como ya sabes. Asi que, la casa frente a la playa esta vacía guapa.-

-Entonces nos vemos en tu casa-
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Llegué a mi casa y entré. Grabriel y mamá estaban acaramelados en el sillón de la sala.

-Hola guapos, nada de peliculas tres x frente a mi- y ellos rieron a carcajadas.

-Hija, ¿como estas?-

-Bien ¿Y tu como estas? Hace tiempo no te veía por acá. Ya me tenían asustada pensando cosas que no eran.- y él sonrió.

-Ni creas que me voy alejar de tu hermosisima madre, solo tenía mucho trabajo y todo esto del embarazo me tenia muy preocupado.- y la cara de mi madre se transformó.

-¿Que embarazo?- comienzo a confundirme. Mamá es joven pero no tan joven como para tener un bebé, podría causarle muchas cosas. Más aún cuando no ha pasado tanto tiempo de que ella dejo los tratamientos.
-Mamá aún espero tu respuesta-

-Hija, yo.... hija yo.... yo estaba embarazada-

-¿Como que estabas mamá que pasó con el bebé?-

-Perdónenme yo pensé que por la confianza que se tenían ella lo sabía. -

-Yo pensaba lo mismo Gabriel, yo pensaba que la confianza que teniamos mi mamá y yo era la suficiente como para que me dijera que estaba esperando un hijo que ya nisiquiera sé que pasó con él. Actuaste como toda una adolescente irresponsable Ruth, a ese niño y a ti le pudieron haber pasado muchas cosas.- siento como me estoy descontrolando y no puedo creer que le esté hablando así a mi madre. Sus lágrimas caen por sus mejillas y las mías también.

No me he sentido ofendida porque va a tener un hijo, en otra situación estaría emocionada pero ¿acaso ella no piensa? Espero y alguien pueda entenderme. -Me voy-

-Hija, ¿a donde vas?-

-Mamá voy a estar con Julian, no te preocupes de más. Sólo dejame respirar y pensar las cosas bien ¿si?-

Subí a mi habitacion, tomé unos jeans cortos, la parte de arriba del traje de baño, ropa para dormir y ropa para el dia después.

No pretendía llegar. Tengo tantas cosas en la mente. Pude haber perdido a mi madre y ella no lo piensa asi.

Mi teléfono suena.

-Hola- y mi voz yo sé que se escucha triste.

-¿Que pasa princesa? ¿Por qué esa voz? Estoy esperandote y aún no llegas.-

-¡Ay Julian!hoy me voy a quedar contigo. No te preocupes ya llegaré y te explicaré todo.-

Colgué el celular. Bajé de mi habitación y cogí las llaves. Sentía coraje por haberle hablado así a mi mamá pero ella estuvo a punto de perder la vida y no lo entiende. Lo hago por su bien. Salgo de camino y pensé tanto y tanto en las posibilidades de perderla que en menos de cinco minutos llegue.

El portón estaba abierto y cuando entré, cerró solo. Estacioné el auto y ahí estaban esos ojos azules mirandome.

-Que pasa mi princesa, me preocupas.- y yo me tiro en su pecho a llorar.

-Es que le he dicho cosas feas a mi mamá. Pero espero que tu entiendas, yo sé que tu sí me vas a entender.-

-A ver, sueltalo-

-Mi mamá iba a tener un bebé. Ella, alto riesgo y todo eso. Irresponsable, si... eso le dije que era una irresponsable y que se estaba comportando como una adolescente- y su mirada es de completa sorpresa. -Deja de mirarme asi, ¿también crees que hize mal? -

Y su silencio me pone casi como una desquisiada.

-¿Por qué nadie puede entenderme?

-A ver, calmate. Mira, yo creo que si hiciste mal. Al fin y al cabo son las decisiones de tu mamá.-

-Es que no sólo es eso, me vengo a enterar por Gabriel.-

-Bueno, pues creo que ella sabia que ibas a ponerte así.-

-Tu estás de su lado-

-Pues si Vicky. Todo esto me huele más a celos que otra cosa pero es causa perdida. ¿No te das cuenta que tu mamá enfrentó el dolor de la pérdida de su bebé sola?¿No le preguntaste por qué no queria decirte? ¿Y si es que sabia que algo malo podia pasar y no queria hacerte de ilusiones?. Piensa Vicky, si ella no tuviese muchas dudas te lo hubiese dicho, y esas dudas no eran en cuestión de tenerlo porque yo puedo asegurar que lo quería, eran las dudas a cerca de tu reacción y de si se podía lograr. Ven vamos a la playa a que te relajes-

Y caminamos hasta la hermosisima playa.
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La arena fría por la oscura noche y la luz de la luna dando justo en el mar hacían de aquel lugar uno especial y romántico, algo asi como en las peliculas.

-Oye mi amor, gracias por estar conmigo siempre. Ya mañana llamo a mamá a pedirle disculpas. Hoy no, debe estar dolida.- y el me sonríe.

Esa sonrisa hermosa. Esos ojos. De momento siento un vacío. Como si nunca más volviera a verlo, como si lo perdiera. Me agarro el pecho porque me duele. Las lágrimas comienzan a salir.

-Princesa, ¿que te pasa? ¿por qué te agarras el pecho?-

-Es que duele-

-¿Que duele princesa? dime, ¿Te llevo al hospital? Voy ahora mismo si quieres yo..-

-No mi amor, es que sentí una sensación extraña de pérdida fue horrible. Prométeme que nunca te irás-

-Te voy a decir algo Victoria Hamilton, de lo que más seguro estoy en esta vida es que nunca te voy a dejar. Algún dia,cuando tenga 200 años voy a dejar una semilla plantada en tu corazon para que crezca día a día. El amor que Dios sembró en nosotros, nadie lo va a romper. Esto es un amor verdadero que me hace llegar a las nubes con sólo ver esos ojos. Estuvimos hechos para tener un paraíso juntos, y sin ti no hay nada. Quiero estar contigo por siempre. Ahora que lo mencionas, me quiero casar contigo en seis meses y espero aceptes.-

-¿De verdad mi amor?-

-Nunca habia dicho algo tan enserio princesa.-

-¡Que emoción!- y comenze a gritar de la emoción tan grande.

-Mi amor, te amo. Y otra cosa, un minuto más diciendo que te dolía el pecho y por poco hay que llevarme a mi, pero no para el hospital; para la morgue-

-No seas tonto mi Julian, te amo mi amor, te amo-

-Ven dame un beso- y me dio uno de esos besos de los que me roban hasta la respiración.
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Ya la noche estaba bastante peligrosa, las olas del mar cada vez estaban mas picosas.

-Aqui nuestra habitación, digo ¿te molesta que duerma contigo?-

-Como si nunca hubieses dormido conmigo
,tonto- y el sonrió.

La habitación era grande. Habia venido a esta casa de playa pero nunca entrado a sus habitaciones. Me acosté y lo primero que hize fue mirar para afuera, se veía esa hermosa playa con su arena tan tranquilas que hacía que me quisiera dormir.

La pelea de mi vida (corrigiendo) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora