El Alfa Y La Humana.

1.

Mire a la chica tendida en mi cama, un sentimiento de repulsión se hizo presente. Me dirigí al baño y me di una ducha fría. Había tomado demaciado la noche anterior, la resaca me estaba matando.

Sentí unas manos jugar con mi espalda, suspire cansado y las aparte de inmediato, me gire para ver a la mujer que asía segundo estaba tendida en mi cama.

No podía negar que era bonita, buen cuerpo y unos labios para comer. Pero eso era todo una mujer más con la que me revolcaba.

Cogí la toalla y la envolví en mi cintura, salí de la ducha dejándola sola. Busque la ropa que estaba en el suelo y cuando intenté ponerme la camisa la chica se abalanzó sobre mi.

- Maldicion - la aparte - ponte ropa y largate.

Negó mientras besaba mis labios y otra vez asco. Hago lo que puedo para no ser violento pero esta zorra impedía mi calma.

Mi mano viajó a su delgado cuello y lo apreté sus ojos se cristalizaron, y sus manos viajaron a las mías para intentar detener mi agarre.

- Es que eres sorda - Acerque mi rostro al de ella - te dije que te largaras - grite - me das asco que es tan difícil de entender.

Comenzó a llorar, suspire soltando su cuello y la mire de arriba a bajo, inmediatamente se tapó con sus manos. Sonreí al verla cohibida por primera vez frente a mi.

- Te doy 5 segundos - susurré mientras tomaba sus prendas y se las tiraba a la cara para que se vistiera.

Sus manos temblaban y se le complicaba vestirse.
1,2,3,4,5...

Hastiado de esperar la tome del brazo y la saque de la habitación del hotel dejándola en el pasillo en ropa interior.

Le puse llave a la puerta y me recoste en la cama, pero su maldito olor estaba en las sábanas di un puño a estas y me levante entre maldiciones.

Abrí la puerta dejandome ver a la chica en el suelo llorando como un bebé, Sonreí, camine lejos de ella y entre en el ascensor. Camine sin interés al lovin del hotel y mire a la chica que atendía no podía pasar de los 20 años. Rápido que me vio apareció la típica sonrisa de coqueteo.

- Se retira Joven Dominic - asentí mientras le daba mi tarjeta. Sus ojos brillaban, le guiñe un ojo y se puso más nervioso.

- Quizá la próxima seas tú preciosa - sonrió con nerviosismo y me entregó la tarjeta, me di la vuelta no sin antes lanzarle un beso al aire.

Todas buscaban lo mismo...

El viaje del hotel a mi manada duro menos de 2 horas y media. Baje del auto y mire a Jace, sentado en la hamaca, suspire mientras pasaba una mano por mi cabello intentando no pegarle un buen golpe.

- Que Demonios haces aquí, no son ni las 9 de la mañana y ya estas aquí para joderme el día - dije abriendo la puerta de mi casa.

- Donde estabas, llevo dos horas esperando - me dio un empujon y entró a mi casa sin ser invitado. - tus padres llamaron vienen a pasar algunos días aquí.

Avance al refrigerador y lo abrí sacando una botella de agua, tome algunas frutas y las serví en un plato para desayunar.

- Que mierda me importa que vengan - sus ojos se abrieron y volvió a mirarme.

- Donde estabas, otra chica que no resistió a tus encantos - señaló mi cuerpo y yo Sonreí.

- Soy inresistible - susurre dándole una palmada en la espalda.

- Dominic, cuando sentarás cabeza - me miró como si el fuera el más centrado de los dos carcajie - de que te ríes yo soy muy responsable.

- Lo dice el hijo de puta que desapareció una semana por estar con la hija del alcalde - levantó las manos con inocencia.