❝Amo la traición, pero odio al traidor❞
- Julio Cesar.
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No muchos lo saben, pero Natasha Romanoff solía tener una hermana menor, Natalia.
Cuando se unieron a SHIELD, gracias a Clint B...
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❝When you're at the end of the road And you lost all sense of control And your thoughts have taken their toll When your mind breaks the spirit of your soul❞
21 Guns > Green Day
Natalia repasaba los eventos ocurridos recientemente en su mente mientras corría e intentaba ignorar el dolor proveniente de su cabeza.
Primero, su hermana había comenzado a hablar por los comunicadores algo sobre Loki queriendo usar a Hulk. Luego, Steve había aparecido en el laboratorio, segundos después de Fury, acusando a SHIELD de querer usar el Cubo para hacer armas, ni mas ni menos.
Mientras tanto la rubia Romanoff había observado todo con sus calculadores ojos azules, ignorando las miradas discretas que el Director le dirigía.
Desde el momento en que el resto de los miembros del 'equipo' llegaron al laboratorio, todo se había vuelto un caos. Acusaciones volaban por toda la habitación, insultos eran pobremente escondidos tras comentarios sarcásticos, y nadie se escuchaba entre sí.
Hasta que Bruce admitió haber intentado suicidarse. Después de eso, todos parecieron darse cuenta de algo, Banner tenía alzado al Centro.
- Doctor, deje el artefacto en la mesa, por favor. - Había hablado Natalia por primera vez.
Por suerte, todos parecieron relajarse levemente cuando una alarma proveniente de la computadora los interrumpió. Y luego, por supuesto, empezaron las detonaciones.
La joven Romanoff había caído hacia el piso de abajo, golpeándose la cabeza en el proceso. Natasha estaba a su lado, junto con Bruce. El problema era que Banner parecía estar en medio de la transformación, y no importaba cuanto la pelirroja intentara calmarlo, nada funcionaba.
Las dos hermanas habían salido corriendo, siendo perseguidas por una masa de músculos verde.
Y en eso se encontraba la rubia actualmente. Escapando de -posiblemente- la criatura mas peligrosa de la tierra.
Un rugido, más parecido al de un animal que al de un ser humano, la impulsó a correr más fuerte. Pero Natasha había caído con el tobillo doblado, lo cual dificultaba sus movimientos. Por la velocidad en que los sonidos se acercaban, Natalia pudo calcular pobremente el tiempo que tenían hasta poder llegar a un lugar medianamente seguro.
No era suficiente, no lo lograrían.
Maldiciendo en su mente, la joven rubia tomó una decisión.
A último momento, justo antes de que Hulk pudiera aplastarlas a ambas con su enorme brazo verde, Natalia logró empujar a su hermana hacia el costado.
