Dare me

Introducción: ¿aceptas el reto?

¡Hola! Bienvenidas a Dare me. Actualizo una o dos veces a la semana, ¡espero que les guste mucho!

Aviso: esta novela tendrá bromas sexuales, alcohol y otras cosas que puedan llegar a ofender a personas sensibles. Las leen a su propia responsabilidad y discreción.

Sin mas rodeos, aquí les dejo el primer capítulo.

Recogí mi pelo en una coleta alta y agarré mi mochila. Primer día de clases. Bueno, primer día de nueva escuela, primer día sin uniforme y primer día de bus. Nunca me acostumbraré a ir de particular al colegio... ¿De dónde sacan tanta ropa para no repetir todos los días? Bufé cansada mientras bajaba las escaleras.

No me sentía nerviosa, no me sentía emocionada, solo sentía sueño, mucho sueño. No vine a hacer amigos, no vine a intentar encajar en Boston, solo vine a estudiar... Al final, es solo un año.

Bajé a la cocina y chequeé el reloj. 6:18, según mi madre el bus pasaba a las 6:20, no sé como funciona esto, mi madre me ha llevado toda la vida. Oí una bocina muy parecida a la de un carrito de payaso ¿ese era el bus? No sé si se podía llamar bus, tal vez un micro bus. Subí al bus y caminé por el estrecho pasillo donde chicos de diferentes edades me miraban desconcertados ¿acaso nunca habían visto una rubia? ¡Idiotas! El bus era pequeño, y todos los asientos estaban ocupados. Caminé hasta el final, donde un apretado espacio alado de la ventana se encontraba. Me senté, y me puse mis audífonos. No saludé a nadie, no me presenté, solo deje que la música entrara en mí.

Al sentir una mochila golpear mi hombro noté como todos empezaban a levantarse... Ya habíamos llegado. Restregué mis ojos y me puse mi liviana mochila, era primer día de clases, uno no hace nada... Admiré el gigante edificio crema al que todos entraban ¿esta era la escuela? En mi otra ciudad esto sería un aeropuerto. Tantos pisos, tantas entradas y sobre todo tanta gente... ¿Ahora qué se supone que hago?

Seguí a la multitud de adolescentes emocionados supongo se dirigen a la puerta; Eran demasiados para mi gusto, después de salir de esa bola de perfume, colonia, gritos y sudor, logré admirar la gran recepción.

Subí escaleras, crucé oficinas y lo único que me faltaba era encontrar mi nuevo casillero. En administración me dieron un papel.

Casillero 579

Combinación: 7-3-9-2

Me sentí en icarly cuando admiré esos casilleros a combinación. Pasé entre la multitud viendo los números, 567, 573, ¡Bingo! ¡579! Caminé hacia la puerta de metal y vi como alado de esta se encontraban un grupo de chicos con chaquetas iguales. Supongo que son del equipo de fútbol americano... Pensé que no sería taan high school musical, supongo que me equivoque.

-la pido- dijo uno mientras yo introducía la contraseña a mis nuevo casillero desesperadamente. El comentario me llamó la atención logrando que posesionara mi mirada en el misterioso chico de ojos verdes ¿ese comentario era para mí? Y si lo era ¿enserio acababa de decir algo tan estúpido?

-no la puedes pedir, Mark, es un ser humano no el asiento de adelante- dijo otro, sonreí orgullosa de que hubiera un hombre con cerebro -además en todo caso, yo me la follaría primero- terminó de decir.

Igual de estúpido... ¿Acaso creen que estoy sorda?!

-ey, ¡no sean tan obvios estúpidos! Miren el culo en silencio- dijo el misterioso ojiverde.