-cada grupo deberá reunirse con sus respectivos compañeros y empezar a planear la presentación, solo tienen hoy para planear, a si que espero que lo aprovechen- gritó la profesora logrando que todos se levantaran con carpetas, cartucheras, cuadernos y todo tipo de útiles y salieran de la clase.
Los imité con la única diferencia de que yo iba con las manos vacías, no tenía idea de que estábamos haciendo. Todo se aclaró cuando vi a Adams y Matt con sus miradas clavadas en mí, esperándome fuera de la puerta, apoyados en el marco.
Nos dirigimos a unas mesas que tenían en el parque, me gustaban esas mesas, eran pacíficas, pero estando con Adams nada era pacífico.
-entonces, ¿cómo planeamos hacer esto?- preguntó Matt sentándose a mi lado, obligando a Adams a sentarse del otro lado.
-hagan lo que quieran, pero pongan mi nombre- nos guiñó el ojo Adams.
-tal vez, tú podrías venir a mi casa- invité a Matt mientras Adams abría su boca ofendido -y tú- me dirigí a él -puedes hacer tu parte desde tu casa, o cualquier lugar lejos de nosotros.
-mira preciosa, solo por el favor que te hice- recalcó -no tienes que estar tensa conmigo, somos amigos.
-no somos amigos, ni siquiera te tomo como un ser de importancia en mi vida, eres como... ¡Como un insignificante insecto!- lo definí y valla que tenía razón. Ojos verdes, siempre molestando, irritando a toda la gente y sin duda asqueroso.
Adams se dirigió la mano a su pecho en señal de dolor, ofendido.
-me gusta tu plan- me sonrió Matt colocando su mano en mi rodilla, acariciándome sobre el jeans rasgado.
Sonreí de vuelta y también le sonreí a Adams, quien rodó sus ojos molesto.
-búsquense una habitación- recomendó molesto -no vine a verlos ligar, si van a andar así díganlo y me largo.
-está bien, largo- contestó Matt irónico, logrando que yo riera.
-eres un idiota.
-¿mas que tú?
Adams rió irónico y negó con su cabeza.
-Adams tu buscarás las causas y nosotros las consecuencias- le informé logrando que bufara.
-¿y si no lo hago?
-te quedas sin nota- respondí sonriente -no soy otra de tus estúpidas esclavas.
-no las llamaría esclavas... Tal vez, juguetes, o, seres de ayuda a mi magnífica vida. Juguetes que hubieran pagado por estar en tu lugar anoche- me sonrió tenso. Estaba empezando a molestarse, y eso no era nada pero nada bueno.
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Dare me
Novela Juvenil-no te preocupes, tienes tiempo para enamorarte de mí- me dijo clavando su mirada verde en mí. -y tu tiempo para dejar de ser un imbécil- -te reto a no enamorarte de mí- dijo mirándome directo a los ojos. -te reto a dejar de ser un idiota- dije inte...