Capítulo 8: Conquistando a uno, celando a otro

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Narrado por Alex Brooks

-¿dónde está el brillo labial?!- gritó Charlie corriendo por la habitación.



-lo tienes en la mano- respondió Mark logrando que Charlie bufara sonriendo viendo su mano derecha, donde sostenía el brillo labial.




-está bien, ahora imítame- dijo mientras sonreía ampliamente. Empecé a copiar las muecas locas que el rubio hacía, y cuando terminó de aplicarme el labial rojo sonrió satisfecho. Me miré en el espejo y levanté mi ceja; nunca me maquillaba, y verme con este color tan fuerte era extremadamente extraño para mí.



-¿qué es eso?- pregunté al ver esa cosa metálica que acercaba a mi ojo. Yo nunca me maquillo, mi madre y yo no somos exactamente unidas y creo que quedó claro que las amistades con mujeres no son mi fuerte... A si que básicamente no sé nada de maquillaje.




-es un dobla pestañas, abuela- respondió mientras lo acercaba mas a mi ojo y prensaba mis pestañas ¿¡esto era normal?! Por que siento que en cualquier momento mis pestañas se caerán. Abrí los ojos y miré en el espejo mis pestañas levantadas, casi tocando mi ceja... No estaba tan mal como creí, no se ha caído ninguna...




-¡te ves tan linda!- dijo Mark uniendo sus manos -nadie te quitará los ojos de encima-




-¿tan linda soy?- pregunté vanidosa, logrando que Charlie negara con su cabeza riendo.




-nadie te quitará los ojos de encima por que vas con dos chicos extremadamente sensuales- dijo mientras se daba una nalgada a él mismo, guiñándonos el ojo.





-ahora- dijo Mark girando la silla en la que me encontraba sentada -solo falta que te pongas esa linda ropa, te pongas unos lindos aretes, y te lleves a Matt Posey a la cama.




-o incluso a Adams- agregó Charlie caminando por la habitación.




Sacudí mi cabeza logrando que mi cabello golpeara cada lado de mi cara. ¿Llevármelo a la cama? Muy divertido... Me levanté de la silla y tomé las prendas que había colgado la noche anterior. El jeans negro y la camisa rojo que habían escogido para mí no se veían tan mal como creí, no son exactamente mi estilo, pero sin duda se ven lindas...


Salí del baño ya lista, esperando el visto bueno de los dos jueces estrictos. A penas salí los dos abrieron su boca sorprendidos y chocaron sus manos, como si fuera un logro increíble. Empezaron a aplaudir mientras yo desfilaba por la habitación. Solté una pequeña reverencia ante ellos logrando que los tres riéramos.




-bueno, si no me falla la memoria, tenemos un partido esperándonos- dijo Mark acomodando su pelo.




-si no me falla la memoria, hay un montón de chicos guapos que veremos sudar, a si que vallan moviendo el culo- dijo Charlie sacándonos de la habitación.




Subimos al auto de Charlie y condujimos hasta la escuela, donde el partido tomaría lugar. Las canchas eran bastantes lindas, y hasta tenían un equipo de porristas. ¿Así o mas cliché?



Bajé del auto con mis dos amigos que se encontraban mas emocionados que yo. Al parecer aquí el fútbol americano es la gran cosa, y lo comprobé al notar las grandes graderías llenas de gente con banderas, camisas y carteles con el nombre o la mascota de la escuela. Era increíble a decir verdad... Toda una escuela reunida por un deporte. Caminamos por la gradería, intentando conseguir un asiento lo mas cerca posible. Alguien tomó mi muñeca y me jaló hacia él, admiré al rubio que me miraba con una gran sonrisa.



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