Capítulo 2: Matt

153 13 2
                                    


Caminé a la cafetería que según me habían dicho en recepción, estaba cerca de los baños. Doblé hacia los baños cuando vi un gran letrero que decía cafetería. Entré ignorando las miradas de todos. Admiré la gran cafetería que tenía enfrente, era realmente linda, en mi escuela anterior teníamos una pequeña tienda... No una cafetería tan lujosa y agradable. Pasé al mostrador, donde una fila de chicos con bandejas en sus manos esperaban a ser atendidos.


-¿tiene una pechuga de pollo SIN la piel- preguntó la chica que iba adelante mío.



-tengo pollo frito y fajitas- contestó la que servía la comida.



-¿podría ser el pollo sin lo frito?-



¡Premio Nobel a la idiota del año!



-mira nena, hay fila, o te comes tu pollo o te vas- dijo señalando a la fila de adolescentes hambrientos.



Después de un suspiro de enojo la castaña se fue, dejando fluir la fila. Pedí un bagel y una botella de agua, con mi bandeja en mano, miré hacia las mesas que se encontraban llenas. ¿Dónde se supone que uno se sienta el primer día de clases? No puedo llegar a sentarme con chicas que no conozco... Y prefiero comer en el suelo a sentarme en la mesa del equipo. No tengo problema es sentarme sola, el problema es que no hay mesa.



Seguí buscando con la mirada cuando vi a Charlie saludándome desde una mesa. ¡Aleluya! Caminé hacia ellos.



-¿entonces...?- preguntó.



-¿entonces qué?- pregunté confundida.




-¿Qué vas a hacer con Alex?!- preguntó como si fuera la pregunta mas lógica del mundo. Pero no tenía respuesta ¿que podía haber con un imbécil?




-es el primer día y ya lo detesto, no tengo por que preocuparme por él-




-creo que no entiendes querida. ¡Es Alex Adams!- dijo remarcando el Alex Adams




-si lo entiendo, que me interese es otro asunto...-




-¡uy! Pero que pesada- bufó Mark




-regludas... ¿Qué se puede hacer con ellas?- preguntó Charlie cruzando su pierna.




-¡no estoy regluda!- me defendí - simplemente es un idiota, que se cree mejor que los demás...





-es mejor que los demás- suspiró Mark cruzando su pierna sobre la otra -¿cada cuanto se blanqueará los dientes? ¡Maldición! Siempre están blancos- dijo con la mirada perdida en Alex Adams, quien reía con sus amigos tomando a una rubia de la cintura. Mi mirada de odio con la ceja levantada, obtuvo respuesta con un guiño por parte de Adms. Rodé mis ojos y me enfoqué en mi comida.




-¡Charlie!- susurró Mark, con voz entre cortada, como si fuera a darle un paro cardíaco en esta misma mesa -Alex, él, él me guiñó el ojo- susurró. Reí para mí con sus palabras.





-¿seguro?- preguntó Charlie no tan emocionado -siempre dices eso y no es mas un chico parpadeando- dijo tomando un sorbo de su soda.






-¿parpadeando con un ojo?- preguntó Mark con la ceja levantada. Ofendido... Él creía que el guiño fue para él, y no tenía problema con que pensara que así era...





-además, en todo caso, sería para Alex- dijo Charlie alzado de hombros.






-bueno, no, pudo...-




Dare meDonde viven las historias. Descúbrelo ahora