Lay me down [Final].

334 45 11
                                    

"And it's hard, the days just seem so dark. The moon and the stars are nothing without you"

             -¿Acaso mis ojos me engañaban? ¿Era él? ¿Ryan? ¿Qué hacía aquí?

Miles de preguntas pasaban por su mente y no podía dejar de mirar al chico a metros suyo. Se había imaginado ese momento miles de veces, había querido que pasara por años y ahora que estaba ahí, que la distancia ya no los separaba enormemente, no tenía ni idea de qué hacer.
No controlaba su cuerpo en el momento en que se levantó y caminó hacia donde él estaba. Ya nada importaba porque él estaba ahí. No lo arruinaría otra vez.
Cuando la distancia ya era totalmente invisible, se sentó a su lado. Ninguno lograba poder dejar de mirarse y así quedaron, en el suelo, embobados el uno con el otro. Ryan levantó la mano para acariciar su mejilla y Brendon no pudo evitar soltar un par de lágrimas cuando lo hizo.

"Your touch, your skin, where do I begin? No words can explain the way I'm missing you"

-¿Por qué te fuiste, Ryan? ¿No sabías el dolor que me provocarías?- confesó Brendon, rompiéndose en las últimas sílabas.
El contrario simplemente lo miró y lloró junto a él. Bruscamente se apoyó en el árbol y miró a la enorme Luna que era testigo de todo lo que estaba pasando.

-Me rompiste, Brendon. Yo te había entregado mi corazón, mi vida. Te lo había regalado y nunca quise una devolución, pero verte con ella fue... Fue la gota que colmó el vaso, ¿sabes?- Entonces movió su vista hacia él. –Me rompiste. Y a pesar de todos estos años no pude arreglarme, porque eres el único que puede hacerlo.

Cuando quiso abrir la boca para decir algo más, Brendon ya estaba sobre él besando sus labios. Había olvidado cuánto amaba besarlos. Había odiado el tiempo perdido. Y no pudo evitar pensar en lo diferente que serían las cosas sí él no se hubiese ido, pero todo era su culpa.
Trató de olvidar todos los malos pensamientos y se sumergió más en el beso. Agregó su lengua a la cavidad bucal del contrario apenas se lo permitió y uno de sus brazos fue a su hombro, mientras que el otro se dirigió a su mejilla dejando caricias en ella. El beso podría haber sido infinito, sí fuese por ellos, pero la falta de aire se hizo presente.
Ahí fue cuando la culpa recayó en Ryan. ¿Por qué hacía eso sí amaba a Sarah? ¿Realmente lo hacía?

-Brendon...- trató de decir pero el pelinegro intentó volver a besarlo, aunque Ryan se alejó. –Brenny...
-Extrañaba que me dijeras Brenny.
-¿Qué estamos haciendo?- soltó, de una vez por todas.

La mirada del más joven se perdió. Las palabras parecieron desaparecer. ¿Qué le iba a contestar? Sí ni siquiera él sabía qué estaban haciendo. No sabía qué sentía ahora que Ryan estaba acá y Sarah parecía una planta a lo lejos. No sabía si realmente quería casarse con alguien que realmente no amaba, no tanto a comparación de lo mucho que lo hacía con el castaño frente suyo.
El silencio ocupó todo el lugar entre ellos. Ninguno sabía qué decir, cómo titular estos sentimientos que estuvieron por tanto tiempo guardados. No encontraban las palabras para decir ni una forma correcta para ellas tampoco. Así que prefirieron callarse, mirarse disimuladamente. De todas formas, incluso la compañía entre ellos era algo hermoso.
Ryan apoyó su cabeza en el hombro del contrario y así quedaron, por un largo rato, que hasta parecieron horas.

-Me caso en dos días. Aunque... Ahora no sé si realmente quiero hacerlo- dijo Brendon, rompiendo el silencio. Ryan cambió su posición para mirarlo fijamente a los ojos.
¿Qué? ¿Habría una posibilidad para él entonces?
Y otra vez, antes de que pudiera decir algo, Brendon lo interrumpió con un beso.
Lo que comenzó siendo un beso tierno, se tornó en uno pasional y excitante. Las manos entraron en la escena tocando todo a su alcance. La temperatura corporal de ambos empezó a elevarse de sobremanera y sus hombrías empezaron despertar con lo que estaba pasando. Los pulmones ardían pidiendo algo de aire, pero ambos se negaban a separarse, a dejar de estar el uno tan cerca del otro. Fue otra vez, cuando Brendon presionó la entrepierna de su contrario, cuando este logró salir de la excitación por un segundo.

Loving can hurt sometimes | Ryden.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora