Capítulo Cuarto

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Ya ha pasado una semana desde que Jason llego a Venezuela.

Otra vez sábado, y ahora nos encontramos en el departamento recogiendo las cosas. Nos iríamos a Estados Unidos mañana por la mañana.

Ya, gracias a Jason, me habían aprobado la visa.

Me encontraba en mi habitación guardando mi ropa, y gracias a las compras que hice el sábado pasado necesitaré mas de dos maletas para guardarlas.

Ya había llenado la última maleta pero estaba tan repleta de ropa que me costaba cerrarla.

"¡Jason!" grité.

Jason se encontraba en la sala con los próximos propietarios del departamento.

Cinco minutos luego de que lo llamara se presentó en mi habitación.

"¿Si?"

"Ayúdame, por favor" - dije saltando arriba de la maleta para intentar cerrarla.

El comenzó a reir y luego se acercó para ayudarme. Mientras yo estaba sentada en la maleta el cerraba fácilmente el cierre.

Luego de sacar las maletas a la sala, para poder bajarlas al auto, fui a la cocina para prepara unos sándwiches.

Hoy Jason entrega el departamento, y nos quedaríamos en un hotel hasta mañana en la mañana.

"Me haces uno sin tomate? Te lo agradecería" dijo Jason entrando a la cocina y tomando uno de los sándwiches

"No si. comete eso y listo, no estamos en un restaurante"

"Me hubieses dicho que estas molesta y ni me esfuerzo en pedirte algo"- dice colocándose a mi lado - "Dame un espacio para ayudarte"

"Ya se fueron los compradores? "- pregunté.

"Ya se fueron los dueños de la casa, dejaré las llaves con el vigilante para que se las entregue"

"Y a que hora nos vamos?"

"Ya deberíamos de estar saliendo. Ellos solo buscarán sus cosas y se vienen"

"Pues, si estas listo nos podemos ir"

"Comete el sándwich mientras voy bajando las maletas" - dice y luego sale de la cocina.

(...)

Ya estábamos en el hotel. Eran exactamente las 8:24pm y Jason se estaba alistando para salir, no me quería decir a donde iba.

Yo estaba en mi cama leyendo una revista que estaba en la mesita de noche de la habitación.

La habitación era pequeña, de dos camas individuales y un baño.

Jason quería pagar algo mejor, pero no lo deje, es solo una noche, le fascina gastar dinero y al saber lo que es vivir sin dinero no lo dejaré darse simples lujos.

"Hey Chris. Ayudame con esto" - se acercó a mi. Tenia su corbata deshecha, ¿No ha aprendido a hacerla?

Yo aprendí hace tiempo, y soy mujer.

Claro, yo sabia porque tenia que ponérsela a Marcos cuando vivía con mamá, ella trabajaba en la mañana y yo tenia que llevar a Marcos a su escuela y luego irme a la mia.

Hice el nudo y - sin presumir - me quedo perfecto.

"Gracias" - dijo mientras la ajustaba mas.

"Me dirás a donde vas? - pregunté, otra vez.

"Voy a una reunión de negocios, Andrew Hernandez quiere comprar una parte de la empresa" - dice tomando sus llaves - "Parezco viejo, lo se. No te quise decir porque de seguro no te importa a donde voy"

"Por algo te pregunto, no crees?"

"Te acuestas temprano, mañana será un dia muy largo" - besa mi frente -"adiós" - abre la puerta y se va.

Sola otra vez.

(...)

Desperté por el sonido de la alarma. Ya eran las 6:00am y a las 8:00am debíamos estar en el aeropuerto.

"Jason?" - dije aun con los ojos cerrados.

"Que?" - respondió.

"Desde cuando estas despierto?" - pregunté ahora sentada en la cama.

"Desde las 5:30am, tenia que hacer una transferencia de archivos. Vístete que tengo que bajar las cosas"

Me levanté de la cama y guarde la revista con la cual me quede dormida ayer. Me di una ducha, el agua estaba caliente, y por el frío que hacía se sentía muy bien.

Estábamos ya en el avión. No sabia exactamente cuanto duraba el viaje.

Jason estaba a mi lado escuchando musica.

Estaba aburrida a si que empecé a jugar con su cabello.

Lo tenía largo, y mas manejable que antes.

"No tienes mas nada que hacer?" - me pregunta quitando mis manos de su cabello.

"Nou" - respondo colocando las manos otra vez en su cabeza - "Como es Estados Unidos?" - pengunto acomodandome en mi asiento.

"Pues, es muy grande. Desde pequeño mi sueño fue vivir alla y tener mi familia allí"

"Asi que los sueño si se cumplen..."

"Si, y tu pronto cumplirás los tuyos" pellizca mi nariz.

"¡Oye!" - exclamo - "no vuelvas a hacer eso" - le doy un ligero golpe en la frente.

La gente en el avión se quejaba y nos mandaban a hacer silencio.

De nada sirvió el alboroto. El siguió pellizcando mi nariz, Auch.

Conociendo La FelicidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora