No podía creer que quien estaba frente a mí fuese nada más y nada menos que Lionel, bueno con todo lo ocurrido en días anteriores, si lo podía creer. Pero debía admitir que, aún tenía una pizca de esperanza de que fuera Agustín, pero en cuanto me quité la venda y vi a Lio posado frente a mí, una inevitable expresión de decepción se posó en mi rostro.
- No pareces muy feliz de estar teniendo está cita conmigo- no se a quien quería engañar pero era más que obvio que por mucho que me tratara de convencer de que la decepción no se notaba mucho, Lio y todo el restaurante sin duda lo había notado.
- No es eso es sólo que...
- No me digas, esperabas a alguien más- la sonrisa en su rostro me estaba comenzando a preocupar, digo nunca me han bateado, pero estoy segura de que si alguna vez hubiese tenido el valor de invitar a los que me llamaban la atención a salir y éste ponía una cara de decepción, sin duda, no estaría con una sonrisa en mi rostro.
- ¿Soy tan obvia?- ya ni para engañarlo tenía ganas.
- Para que te digo que no, sí si.
- ¿Y se puede saber a que se debe la sonrisa, entonces?
- Se debe a que tu esperabas a alguien más y yo ni siquiera esperaba encontrarme aquí.
- Me perdí- lejos de aclararme un punto, sus palabras me dejaron aún más confundida.
- Verás, yo no era tu cita, soy más como el remplazo.- genial, la primera vez que me invitan a salir y lejos de ser memorable el chico manda a un remplazo.- Pero no te pongas así, no fue a propósito. Si quería venir, pero la productora le llamó porque hoy parecía un buen día para grabar algunas escenas.
- ¿Y porqué no me lo dijo él?
- No...
- Espera, espera ¿de quién estamos hablando?- tanto misterio me estaba revolviendo las pocas ideas que llegaban a mi cabeza.
- ¿Porqué no lo dejamos en el anonimato, hasta que él se digne a salir de él? Pero no pongas esa car, que me dejó algo para ti antes de irse.- me entregó una carta.
Finalmente me convenció de no hacer más preguntas y disponernos a comer en su lugar, por el momento decidí que era mejor seguirle la corriente y después lo molestaría un rato más con mi curiosidad.
Cuando llegué a mi casa, me cambié con algo cómodo y después de decirle a mi madre que ya había llegado, tomé asiento en el sillón dispuesta a leer la carta.
Querida chica de ojos bonitos:
Sé muy bien que así no te llamas, pero si vieras la manera en la que tus ojos me cautivaron cuando los vi de cerca, entenderías el porque del sobre nombre.
Me gustaría decirte muchas y me hubiera gustado asistir a nuestra cita, pero ayer que escuché que tendría que ir a trabajar hoy no pude objetar a las indicaciones de mis superiores. Sin embargo espero y me des a oportunidad de querer volver a salir conmigo.
Mi idea de conquista no se basaba en estar escondido en el anonimato pero viendo la manera en la que esto se va dando, como que ya me gusto, además escuché por ahí a tu amiga decir que eres de las que lee mucho. Es un problema para mí si me lo preguntas ¿Porqué? Porque a pesar de saber que nunca haré las grandes hazañas que logran los personajes ficticios, se que tengo que poner de mi parte para hacer de esto algo grande, claro si tu aún me das la oportunidad de conquistarte. Respecto a lo del anonimato, solo diré que es mi manera de hacerlo grande.
Cuando te vi por primera vez, creí que eras de esas chicas que se la viven aisladas y no se toman la molestia de convivir con los demás, pero después vi como te desenvolvías con la gente cuando nos acompañaste en los siguientes días de turismo. Posteriormente tuve la oportunidad de admirarte más de cerca y después de ello tus ojos de un color indeterminado y pestañas doradas como tu cabello, robaron mi atención, por si fuera poco esa sonrisa que pareces darle a todo el mundo solo completo el cuadro, y mis ojos nunca más se pudieron desviar de él.
Sin más que decir, creo que seguiré siendo tu admirador secreto por un tiempo más.
Espero conquistarte pronto...
Atentamente tu admirador secreto.
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Del Otro Lado (Agustín Bernasconi)
FanfictionElla estaba completamente fascinada por él. Lo seguía en todas las redes sociales posibles y veía todos los videos que la hicieran sentir un poco más cerca de él. Él estaba completamente sumido en su mundo. Y aunque no podía hacer ni tener la mayor...