Capítulo Tres

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Bajamos del avión, buscamos nuestras maletas, salimos al pasillo, Patricia hablaba sobre lo grandioso que sería vivir aquí. Cruzamos la puerta, de cristal, y lo primero que vi fue a mamá con un mechon azul. Nos saludaba emocionada con ambas manos, camine más rápido para poder abrazarla, cuando por fin estuve delante de ella, rodé su cuello con mis brazos. -Mama - dije en un susurro. Sus brazos cubrieron mis caderas.
-Mi bebé - dijo ella, un lágrima bajo por mi mejilla. Teníamos alrededor de dos años sin vernos. Nos separamos, y miró a Patricia -Tu debe ser la adorable amiga, Patricia.
-Si - dijo ella con una sonrisa. Mamá la abrazó fuerte.
-Eso te convierte en mi hija - dijo mamá y continuó - Ahora tengo dos ¡Yeei! - estaba emocionada.

-Vamos mamá- dije, tomamos nuestraa maletaa y salimos. Una caminoneta de cuatro puerta, color rojo, Mamá caminana hacía ella. De la misma bajó un hombre, era alto, tenía barba, una camiseta negra con una camisa a cuadro por arriba, unos jeans azules oscuros y unas botas. Mamá saludo con un beso en los labios a aquel hombre, pestañe varias veces de lo sorprendida que estaba, mamá nunca habló de un novio.

-Niñas, el es Thomas - dijo refiriéndose al hombre allí parado - Ella es Nieve, mi bebé - me señaló a mi, Thomas estrechó su mano en forma de saludo y la acepté - Ella es Patricia, la mejor amiga y mi nueva hija - hizo lo mismo con ella.
-Es un placer conocerlas al fin - dijo con una pequeña sonrisa - Especialmente tu, Nieves.
-Es un placer - dije con una sonrisa.
-Ahora vamos a casa - dijo mamá. Thomas nos ayudo con las maletas, de ves en cuando le hacía algunas muecas a mi mamá acerca de Thomas pero ella las ignoraba.

Luego de uno treinta minutos, llegamos a un edificio, de color gris, tenía veinte piso y mamá viva en el quinto. Thomas estaciono, bajamos, nos ayudo nuevamente con las malestas. Entramos al resinto, subimos el ascensor, hasta el quinto piso. La puerta 502, mamá la abrió y entramos, un lindo departamento, con una grandiosa vista a la ciudad, tenía cuatro habitaciones, una sala, comedor, cocina y tres baños. Era realmente espacioso, y tenía una decoración algo hippies como la crianza que había recibido mi mamá.

-Es realmente hermoso mamá - dije y ella sonrió.
-Aquí viviremos -dijo mamá emocionada. Yo sólo pude sonreír, siempre fue uno de mis sueños vivir con mamá aunque no eran la mejor circunstancia.

Ese mismo dia en la noche, Patricia estaba en su habitación haciendo investigaciones para la universidad para entrar en otoño o después de el invierno. Yo estaba sobre la cama, la lapto estaba encendida por un momento también busqué opciones pero para esas fechas quizás este dando a luz a mi bebé.

Cerré la lapto, me recoste en la cama cubri mi rostro con una almohada y grité. Escuche la puerta abriéndose, moví la almohada y vi a mamá, de pie en la puerta tenía una sonrisa calida. Cerró la puerta, se sentó en la cama.

-¿Podemos hablar? - dijo y asenti, me senté en la cama para poder mirarla mejor. -¿Cómo estás?
-Bien... - mentí.
-Esta bien, ahora con la verdad
Suspire hondo - Estoy asustada mamá, papá me abandonó cuando más lo necesité. No sé que hacer, ¡ni siquera se cuidar un bebé! - dije frustrada.
-Aprenderas... Ese instinto maternal esta dentro de ti, ya lo verás... - dijo con una sonrisa - Y por tu padre no te preocupes, se arrepentira. Me tienes a mi, aunque no he estado en tu vida casi nunca, pero estoy aquí para apoyarte en lo que sea
-¿De verdad? - dije con lágrimas en los ojos.
-Seguro bebé. Si quieres saltar de un helicóptero yo te acompañaría. Pero no lo hagas que le tengo miedos a las alturas - dijo bromista, me hizo reir y llorar, ella me apoyaba y eso era lo único que me importaba, teber el apoyó de alguien en mi vida.

"Cuando La Vida Pasa"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora