Capítulo 13.

483 26 1
                                    

Ese mismo día, antes de irme a dormir, recordé todas y cada una de las sensaciones experimentadas gracias Sebastián.

Y empecé a plantearme la posibilidad de poder estar juntos.

Tal vez no todo es como yo pensaba.

Tal vez él no es como los de su grupo.

•••

Al día siguiente desperté con la misma flojera de siempre.

Siempre deseando poder dormir un poco más.

Luego de terminar de arreglarme ya me encontraba en el auto, camino al único lugar capaz de hacerme aburrir con tan sólo escuchar mencionarlo, "el instituto".

Cuando finalmente entré, me percaté de que Mia estaba sentada en un banco con un libro mientras repetía o decía cosas para sí misma.

Reí para mis adentros.

Decidí acercarme a donde estaba.

-¿Estás loca o ya tu cerebro no funciona? -Dije mientras reía.

Ella se sobresaltó cuando me escuchó.

-Loca tú. Casi me matas de un susto. -Dijo mientras ponía las manos en su pecho.

En verdad se había asustado.

Reí.

-Muy graciosa. ¿Qué acaso tú no estás nerviosa? -Agregó mientras ponía algunas fichas en sus rodillas.

-No. ¿Por qué debería de estarlo?

-No lo sé, creo que un examen que está valorado en un treinta por ciento de tu calificación final de una materia debería hacerlo. -Dijo mientras volvía a tomar las fichas.

El entorno pasó de ser divertido y fresco a angustiante y estresante.

Inmediatamente coloqué mi bolso en el banco, para de este modo poder sacar una carpeta con todas mis anotaciones.

Por lo general siempre era un desastre con todas esas cosas.

Buscando y revisando cada papel que veía, finalmente encontré lo que buscaba.

-¿Qué? ¡Joder! No es posible. -Exclamé.

Llevé las manos a mi cabeza mientras mantenía la palma estirada en mi frente y daba leve movimientos en ella.

-Kathe Hamilton. No me digas que has olvidado el examen.

-¿Tu qué crees? -Pregunté con exasperación.

-¿Cómo es posible? ¿y ahora que harás? -Se notaba la preocupación en su voz.

En ese momento, mi cabeza era un mar de pensamientos.

Creo que todo lo que pasó ayer me distrajo un poco. Y llegué a mi casa tan cansada que dormí toda la tarde.

Luego me desperté, cené y seguí durmiendo.

Estaba realmente en problemas.

-Dame eso. -Dije mientras tomaba las fichas que Mia tenía en sus manos.

-¡Hey! No es que quiera ser cruel, o algo así. Pero créeme, no te aprenderás todo eso en... -Hizo una pausa mientras miraba su reloj. -Cinco minutos. -Agregó finalmente.

Sí, es oficial, voy a morir.

Es obvio, que nisiquera pasaré esa prueba.

Mis padres me van a matar.

Creo que lo mínimo que obtendré por no pasar ésta prueba será no salir por al menos un mes.

En realidad no sé en que me afectaría eso. Nunca salgo de mi casa.

Un amor entre dos mundos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora