Capítulo 14.

510 31 3
                                    

•Sebastián.

Luego de que sonara el timbre de salida, fui el último que quedó en el salón.

Tenía recoger algunas cosas, por lo que me demoré más en salir.

Tomé todos mis libros que estaban alrededor y los metí en mi bolso.

Odiaba este infierno de escuela.

Por suerte este sería mi último año.

Si fuese por mí, no vendría nunca. Pero debo cumplirle a mi madre... Supongo.

Estaba revisando mi alrededor para asegurarme de que no dejaba nada, cuando escuché una conocida voz mencionar mi nombre.

Britanny.

Me giré hacía ella para confirmar mi pensamiento.

-¿A dónde crees que vas? -Dijo con La insoportable voz que la caracteriza.

Demonios, justo cuando quería irme a casa llega a molestar.

-A casa... ¿A dónde más? -Respondí seco.

Ella se sorprendió por la forma en que respondí.

Seguí mi camino ignorando todo lo que pudiese estar tratando de hacer.

Pero antes de salir y cumplir mi deseo de evitarla se interpuso en mi camino.

Antes de darme cuenta, ya los labios de Britanny estaban sobre los míos.

No pasaron ni cinco segundos antes de que yo rompiera el 'contacto'.

La puerta se abrió, pero todo pasó tan rápido que no pude separarme de Britanny totalmente.

Todo pasó en cuestión de tiempo limitado, por lo que sólo me quedó dirigir la mirada hacía la puerta para ver quién era.

¿Han sentido cómo cuando algo se pone mal dentro de ti y no sabes por qué?

¿Cómo sí algo en tu vida dejara de tener sentido pero no sabes la razón?

Pues era exactamente lo que sentía.

¿Por qué de todas las jodidas personas del instituto tenía que ser justamente Kathe la que entrara?

¿Y por qué demonios me sentía tan mal?

Nuestra mirada se encontró desde el instante en que entró.

Ella llevaba unos libros en sus brazos.

Se disculpó, y se fue antes de que pudiese decir algo más.

Pero no la dejé tan sólo irse.

Salí tras ella.

••••••••••••Kathe.

Caminé lo más rápido que pude.

¡Kathe! Escuché a Sebastián llamarme.

¿Qué se supone que debo hacer? ¿Correr? ¿Detenerme? ¿Decirle todo lo que en realidad siento? ¿O simplemente fingir como siempre?

Entre tantos pensamientos tropecé, permitiendo que me alcanzara.

-¡Kathe! -Dijo mientras su respiración estaba acelerada.

-Hola. -Traté de sonar como si la tormenta que estaba dentro de mí, no estaba ocurriendo.

-Hey, lo que pasó allá dentro. No es lo que piensas, ella sólo est...

-Sebastián, no te preocupes. No tienes porque darme explicaciones. -Interrumpí regalando una falsa y corta sonrisa.

Un amor entre dos mundos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora