Capítulo 6

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*Narra Minamisawa*

Me desperté al sentir un fuerte dolor en la cabeza, abrí los ojos y me di cuenta de que me encontraba en el suelo.

- Auch - susurré mientras me levantaba y me frotaba la cabeza.

- A despertar - oí una voz que no me resultaba muy familiar.

- ¿Quien eres tú? - pregunte aun medio dormido.

- ¿¡Quien demonios voy a ser!?¡Soy Kurama!¡El dios al que le obligaste convertirse en tu sirviente! - grito histérico.

- ¿Dios? - pregunte confundido - ¿Qué no era espíritu del bosque?

- En cierta regiones de este mundo soy considerado un dios - explicó - Y tengo el derecho a ser tratado como tal - se quejo mientras se cruzaba de brazos.

- A, pues qué pena, en mi región eres solo considerado el espíritu del bosque - mentí un poco.

-...- el joven de cabello celeste me miro mal por unos segundos y al momento apartó la mirada -Prepárate ya o llegarás tarde - dijo entre dientes un poco enojado.

- Voy - dije mientras bostezaba y me peinaba un poco el flequillo con la mano - ¿Me acompañaras al instituto? - pregunté.

- ¿Por qué tendría que hacerlo? - pregunto el de vuelta.

- Pensé que querrías ver a tus amigos - conteste mientras daba otro bostezo y me dirigí hacia la ducha.

Puede oír como el de estatura baja comenzaba a gruñir, sinceramente me causaba bastante gracia.

- Si...iré - susurro entre dientes.

- Está bien, entonces baja a desayunar - dicho eso entre a la ducha.

Cuando ya había entrado a la ducha pude oír como afuera de mi habitación alguien caminaba con confusión de un lado a otro, entonces reí un poco y dije.

- La cocina esta en el piso de abajo - dije mientras reía por lo bajo.

- G-gracias - me contesto Kurama con una tono un poco enojado.

- Realmente es divertido - susurré mientras comenzaba a quitarme la ropa.

(...)

Después de unos 20 minutos aproximadamente salí de la ducha ya con el uniforme puesto, cogí la mochila del suelo y los libros de las materias que me tocarían aquel día.

- Odio esto - susurré mientras abría la puerta de mi habitación para dirigirme a la cocina.

- Minamisawa - oí un susurro desde las escaleras y al mirar vi a Kurama completamente manchado de harina.

- ¿Pero que a pasado? - pregunte con sorpresa y confusión.

- Al abrir uno de los armarios de la cocina...esto me cayo encima - contesto él.

- Ve a ducharte, ya preparo yo el desayuno - suspire - Si necesitas ropa coge la que quieras de mi armario - dije.

- Sí - dicho eso el moreno se marchó corriendo a mi habitación.

- Por favor que no me tenga que pasar más de diez minutos limpiando - suplique mientras bajaba las escaleras y llegaba la cocina -...Bueno...no esta tan mal...

(...)

Después de limpiar comencé a preparar el desayuno que consistía básicamente en una tostada y un huevo frito.

- Como no le guste estoy jodido - susurré mientras me sentaba en una de las sillas.

- Minamisawa...- susurro la voz de Kurama, el cual se encontraba escondido detrás de la puerta para entrar a la cocina.

- ¿Qué pasa? - pregunté.

- Tú ropa...me va muy grande - susurro él mientras habría la puerta y dejaba ver la ropa de unas cuatro tallas más grande que él.

En aquel momento no pude evitarlo, comencé a reír como estúpido mientras me tapaba la boca para intentar parar.

- ¡¡No te rías idiota!! - me grito él un poco sonrojado y notablemente enojado.

- L-lo siento, no puedo evitarlo - dije mientras me levantaba de la silla y me dirigía hacia él - Para empezar - dije mientras le remangaba las mangas de la camiseta escarlata que llevaba.

- ¡O-oye! - grito Kurama un poco sobresaltado - ¡No te acerques tanto!

- No te quejes - dije mientras me agachaba y le remangaba un poco los pantalones - Parece que tendremos que ir de compras después del insti - dije - Por cierto, el desayuno esta en la mesa.

- ¿Qué es una "compra"? - pregunto mientras me miraba con confusión.

- Ya verás, ahora desayuna, que pronto pasaran a buscarnos - dije mientras me sentaba en la mesa siendo seguido por el menor el cual se sentó frente a mi - Si no te gusta te preparare otra cosa - dije.

- No es necesario - me contesto mientras miraba con un poco de desconfianza la comida.

Cuando termine de comer deje todo en su sitio y me pare a esperar al más bajo, cando lo mire me di cuanta de algo. Me acerque a él desde la espalda con una toalla en la mano y cunado estuve frente a él le puse la toalla en el cabello mientras comenzaba a secarlo bien el pelo.

Me di cuanta de que el de altura más baja se sobresaltaba y entonces note la incomodidad que sentía pero aún así no se quejo. Después de unos segundo iba a sacar la toalla de la cabeza del menor pero me percate de que Kurama había agarrado mis manos para que no le quitara la toalla.

- ¿Qué pasa? - pregunte mientras reía un poco.

- Calla idiota - susurro él - Esto...se siento como cuando él me acariciaba la cabeza - susurro con tonalidad triste.

- ¿Quien? - pregunte intrigado pero antes de recibir respuesta el timbre de la casa me interrumpió.

- ¡¡Minamisawa!! - gritaron desde fuera.

- Vamos - dije mientras me separaba de el más bajo y cogía la mochila.

- Sí - me contesto él y se levanto mientras se quitaba lo toalla de la cabeza.

(...)

Ya llevábamos más o menos medio camino recorrido, junto a ni iban Shindou, Tsurugi y Hamano, íbamos hablando de trivialidades mientras que a unos pocos metros frente a nosotros se encontraban los "Espíritus del bosque" que iban hablando de las cosas raras que teníamos lo humanos.

- Es un poco molesto que Kirino me ande tratando todo el rato de "señor" - se quejo.

- Es verdad, yo he intentado varias veces explicarle a Hayami que no es necesario que me llame así pero parece que no puede - suspiro Hamano y Tsurugi asintió.

- ¿De qué habían? - pregunte confundido - A mi Kurama me tratan normal...hasta a llegado a llamarme idiota.

- ¿Es enserio? - pregunto Tsurugi.

- Emmm...pues si - respondí.

- ¿No sabia que para ellos nosotros somos sus amos? - pregunto Shindou.

- ¿Qué? - pregunté - Me estas diciendo que lo he tenido que trate con respeto por que a él le a dado la gana - pregunte un poco enojado.

- Pringado - dijo Tsurugi riendo un poco.

- Callate intento fallido de emo - dije.

Kurama Norihito, un dios domesticoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora