Capítulo 2

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- Os he preguntado que quienes sois - dijo la voz haciendo que los tres chicos que habían ido al santuario se dieran la vuelta para encontrarse con un joven de cabello rosa en dos coletas que traía puesto un traje de monje y también tenia una escoba.

- Disculpe - dijo Hayami agachando la cabeza.

- Disculpe, es que ayer se me cayo el celular aquí y vinimos a recuperarlo. Yo soy Minamisawa Atsushi, ellos son Hayami Tsuramasa y Hamano Kaiji - dijo el pelimorado presentando a sus dos amigos.

- ¿Tú eres el idiota que ayer por la noche gritaba como niña? - pregunto el peli-rosa.

- ¿Disculpa? - dijo Minamisawa ofendido.

- ¡¡Kirino-sempai!! - se escucho una voz a lo lejos.

Todos dirigieron sus miradas hacia donde venia la voz encontrándose conbun joven de cabello lila oscuro, ojos negros, con el mismo traje que el peli-rosa y una expresión de miedo en el rostro.

- Hikaru ¿Que paso? - pregunto Kirino acercándose al menor.

- Es Tenma - dijo el menor jadeando - Se a vuelto a subir a la copa del árbol sagrado - dijo el oji-negro preocupado.

- ¿Otra vez? ¿No tubo suficiente con que la ultima vez casi se rompe la cabeza? - dijo serio y miro a los estudiantes del Raimon - Sera mejor que ustedes se marchen ya, es peligroso y oscurecerá pronto - dicho eso salio corriendo con el menor.

- Bueno - dijo Hamano - Ya escucharon, en marcha - iba a comenzar a caminar pero se freno al ver que el chico de lentes blancas no se movía de su sitio - Hayami, vamos.

- Marchense ustedes, yo...tengo que hacer algo - y dicho eso salio corriendo en la dirección por donde se fueron los jóvenes monjes.

- Como quieras - dijo Minamisawa marchándose junto a Hamano.

(...)

*Narra Minamisawa*

Al final Hamano termino invitando a algunos del equipo a comer en un pequeño puesto que estaba cerca del instituto.

- Que rica esta la comida - dijo Shindou.

- Y más si no la tienes que pagar - contesto Kariya comiéndose su ramen.

- Yo no accedí a esto - dijo Hamano mirando su cartera ahora vacía con esta cara // (T▽T) //

- Tranquilo hombre - dije yo.

Paso un rato y de pronto el teléfono de Hamano comenzó a sonar insistente mente, al final Hamano se levantó de la mesa y se marcho a contestar la llamada.

(...)

Cuando ya paso un rato Hamano volvió con un rostro de miedo, dejo el dinero en la mesa y cogió su mochila dispuesto a irse.

- ¿Que pasa? - pregunte.

- Hayami a desaparecido - dijo él - Me llamaron sus padres preguntando si lo había visto y voy a ayudar a buscar.

- Nosotros te ayudamos - dijo Shindou como todo buen capitán.

- Gracias chicos - dijo Hamano saliendo de la tienda - ¡¡El dinero esta en la mesa!!

(...)

Corríamos por toda la ciudad pensando en donde se podría haber metido un chico tímido, delgado, de cabello llamativo y grandes lentes blancos.

- Así no avanzamos - dijo Shindou - ¿Quien estuvo con él por última vez? - pregunto a lo que yo respondí.

- Hamano y yo - nos señale.

- ¿Y donde estuvieron con él por ultima vez? - preguntó.

En ese momento Hamano y yo nos miramos, él con un poco de duda alzo el brazo y con el dedo índice señalo.

- Allí - dijo señalando al santuario que desde aquel ángulo parecía que en una de las salas hubiese alguien mirando fijamente hacia la dirección en la que nos encontramos.

- Bueno, fue un gusto verlos, suerte - dijo Kariya apunto de irse pero fue detenido por Tsurugi que lo cogía del cuello de la camisa.

- Vamos todos - dijo Shindou serio comenzando a caminar.

(...)

Nos encontrábamos subiendo las escaleras para llegar al templo, yo iba delate, Tsurugi tras de mi, después Shindou y por ultimo Kariya y Hamano.

- Ya casi llegamos - dije yo alumbrando las escaleras con una linterna como los demás.

- ¿Como demonios hay gente que puede subir estas escaleras todos los días? - dijo Kariya jadeando.

- El entrenador Kidou no debe descubrir estas escalera - dijo Hamano también jadeando.

- Flojos - dijo Tsurugi subiendo sin problemas.

- Calmaos ya chicos - dijo Shindou.

Pasaron unos minutos y al final llegamos a la cima, ya allí comenzamos a mirar por todos lados hasta que recordé que Hayami se fue tras el chico de cabello rosa y su amigo.

- Por aquí - dije comenzando a correr siendo seguido por los demás.

Llegamos a un gran árbol que se encontraba cerca de un gran lago, me acerque a allí y mire por todos lados.

- ¡¡Hayami!! - grito Hamano.

- ¡¡Hayami!!¡¿Estas aquí?! - grito Tsurugi.

- ¡¡Hayami!! - comenzamos a gritar todos.

- Vuestro amigo esta bien - dijo una voz tras el árbol - Pero ustedes no lo estarán si siguen perturbando la paz de este bosque.

Kurama Norihito, un dios domesticoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora