- Sí, -dijiste sonrojada- mi nombre no es muy común... -Te quedaste pensativa antes de continuar- Así que tampoco te lo diré muajaja. -risueña y vengativa. -Llegó el autobús después de 15 minutos que se fueron volando mientras hablábamos, ambos subimos y me sorprendí al caer en cuenta que tomabas la misma ruta que yo; siempre es muy fría y solitaria, sin embargo, esa noche no lo estaba tanto... la cordillera nos sonreía.
...
Ya hace un rato había caído la noche, y todo se tornaba frío a medida que pasaba el tiempo. Nos sentamos en el sillón largo de la parte trasera, era un autobús pequeño, viejo y descuidado. Cada tuerca y tornillo que tenía sonaba por la vibración, ¿recuerdas? Ya que solo tenía una puerta delantera optamos por sentarnos en el último sillón, donde nadie se sienta, en la esquina Izquierda.
Así fue como sentiste frío y te recostaste plácidamente sobre mi hombro para que te abrazara, todo después de subir al autobús y haber caído el último rayo de sol.
ESTÁS LEYENDO
Verte Otra Vez
Romansa¿Te haz enamorado de alguien a quien sabes no veras nunca mas? En Verte otra vez encontraras un largo camino a casa, una hermosa compañía, y un viejo autobús, que avanza poco a poco, mientras se oculta el ultimo rayo de sol.