La mitad de un corazón [Larry Stylinson]

7 de Noviembre

7 de Noviembre.

Día trágico, muy trágico el padre de Harry murió. Lo encontraron muerto en el baño con un frasco antidepresivos en las manos.

Hoy es su entierro.

En la escuela él se veía demacrado, se veía sin vida, cansado, parecía... no sé ni cómo describirlo ya no era el Harry que solía admirar.

Según dicen, no habló con nadie después de encontrarlo en el baño, se encerró ahí con su padre muerto y no dejaba entrar ni siquiera a Anne. Sus llantos, jadeos y gemidos de dolor se escuchaban por todo el lugar, cuando su madre logró abrir la puerta, encontró a Harry con heridas en su cara y brazos y la mirada perdida hacia el techo, tenía su cabeza recargada en el hombro de su padre.

- Esta frió... - Está muerto...- decía -murió...- repetía una y otra vez, mientras su madre y Will, lo cargaban hacia la puerta de salida

-Ni siquiera una nota...- Se lo escuchaba mientras caminaba por los largos pasillos de la escuela.

Estábamos en el cementerio, Harry se veía decaído, pero no lloraba, ni siquiera una lágrima salía de sus ojos. Alzó la mirada y me miró, yo trague seco y le sonreí, él lo intento pero no pudo, sólo dejo caer de nuevo la vista, dio un largo suspiro y se fue. Su madre lo miró con un tono comprensivo mientras se alejaba por el sendero y no pude evitarlo... corrí tras él.

-¡No mamá, déjame!- Gritó, caminando aún más rápido.

- No soy tu mamá- Dije deteniéndome, él al escucharme se giró y movió su cabeza hacia la derecha, un sollozo salió de sus labios, tímido me acerqué y lo abracé, tardó en corresponder. Pero al final lo hizo.

-Tranquilo...-acaricie su cabello.

Éste día, por primera vez había hablado con él, lo había hecho sentir mejor... se había vuelto mi amigo.

15 de Diciembre.

Había pasado más de un mes de la muerte del padre de Harry. Él aún no seguía del todo muy bien aunque dijera que sí. Sus ojos aún no brillaban como lo hacían antes. Yo no sé qué es perder a tu papá o a tu mamá, pero es algo muy doloroso.

Harry comenzó a sentarse enfrente de mí, comenzó a hablarme y me empezó a invitar a su casa a comer, a su madre parecía agradarle que yo fuera, se portaba gentil y siempre me sonreía, parecía sincera.

Teníamos un trabajo en equipo ya eran pasadas de las nueve de la noche y él parecía cansado, miré hacia sus paredes y en una tenía una frase escrita: "La mitad de un corazón..." tuve el impulso de preguntarle a qué se refería pero preferí no hacerlo, no me sentía preparado para poder preguntarle cosas como esas.

Por las noches oía sus gritos, los consuelos de su madre, y sus llantos, quería ir a su cuarto y decirle que ya no sufriera, que todo iba a mejorar con el tiempo, pero... no podía.