14 y 20 de Enero

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14 de Enero.

Harry fue al hospital y a los cuatro días lo dejaron salir. Desde ése día, jamás se separó de mí, no hablaba con nadie a excepción de mí, no le sonreía a nadie más que a mí, y sus sonrisas se daban en ocasiones extrañas.

Después del almuerzo no quiso entrar a clase de álgebra fuimos a la cancha de fútbol detrás de la gradas, y fue extraño... me besó. Al separarse sonrió levemente y me miro a los ojos: La mitad de un corazón; dijo. Me estremecí ante ello, y tomó mis manos.

-¿Desde cuándo?- Pregunté. Y él me miró desconcertado pero cuando bajó la cabeza supe que había comprendido. -¿Desde cuándo Harry?- Volví a preguntar.

- Tiempo... hace tiempo. - Y supe que no me diría más y eso me hacía mal, porque no sabía cómo ayudarlo, si le insistía se molestaba, si lo quería aconsejar se molestaba, no sabía qué hacer. -La mitad de un corazón...- Suspiró.

Estaba por casi gritar y preguntarle a qué se refería, pero no quería que él se alterara como yo me sentía ahora, impotente.

20 de Enero.

Estaba agotado, el sudor corría por mi cara, mi madre me había hecho salir a correr esa mañana y en media hora la escuela comenzaba, tenía que darme una ducha.

Harry estaba sentado en las escaleras de la entrada con la mochila entre las piernas.

-¿Por qué no entraste?-Pregunté.

- No quería- Dijo, sin mirarme- ¿Nos vamos?- Se puso de pie.

Llevaba días así, días en los cuales se negaba a mirarme directamente y eso me hacía sentir mal, nunca había pasado, no desde que comenzamos a ser amigos.

- ¿Qué somos?-Pregunté después de darle vueltas a todo esto.

-Cada uno, la mitad de un corazón. -Sonrió y siguió caminando.

Caminé lento detrás de él, me sentía perdido, se detuvo y regresó, tomó mi mano y tiró de ella.

-¡Se hará tarde!- Comenzó a correr. La sonrisa que tenía en el rostro... no podía distinguir si era falsa o sincera, ya no podía saber si él estaba bien o mal, se cerraba ante mí.

- ¿Somos mejores amigos?-Pregunté deteniéndome, él me miro y asintió.

-Sí. mejores amigos.

- ¿Te haces daño?, digo ¿lo sigues haciendo?-Bajó la cabeza- ¿Por qué?

- No lo entiendes... no lo entenderías. -Suspiró- Yno quiero explicarlo. -Soltó mi mano-No tengo por qué explicarlo.

La mitad de un corazón [Larry Stylinson] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora