30 de Octubre

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30 de Octubre.

Opté, aunque suene raro, por asistir a la fiesta de Harry. Días anteriores, para ser más precisos, el 18 de Octubre, él había venido a mi casa, con aquel suéter azul metálico y una invitación en sus manos, ésta vez quien la recibió fue mi hermano mayor: Tony. Él comenzó a hacerle preguntas, muchas preguntas, hasta que llego mi mamá, Harry estaba completamente rojo, él dijo:

"-Bien, aquí esta la invitación espero verlos allá. Hasta pronto."

Se despidió, pareció correr en dirección a su casa y yo tan solo negué con la cabeza, mi hermano podría ser a veces una verdadera molestia.

Llevaba un par de jeans y una camisa a cuadros de color rojo. Con unas Converse blancas. Las manos me sudaban y estaba por arrepentirme de ir a la fiesta. No quería que los chicos en ese lugar se burlarán de mi, hasta que llegó Thomas, mi querido amigo Thomas. Mamá grito desde abajo diciendo que él había llegado, bajé corriendo las escaleras y al llegar a su lado, lo abracé muy fuerte. El rió en mi oído y dijo:

"-Vamos amigo, te vi esta mañana."

Asentí apenado y me aleje, no esperé a Tony, no quería ir con él.

Al llegar a la puerta de la casa de Harry, -una puerta grande y de color marrón-, por todas partes habían decoraciones de Halloween y eso era fantástico. Uno de los tantos adornos me dio un susto de muerte, no me hice en los pantalones gracias a cielo. Sería humillante que en ese instante Harry abriera la puerta y me viera con una gran mancha en en mi entrepierna. Podía oír las burlas de todos: "¡LOUIS SE HIZO EN LOS PANTALONES! ¡POR DIOS QUE MARICA! ¡EL RARO CON ACENTO INGLÉS SE HIZO ENCIMA!"

Y ahí estaba yo, temblando de nuevo, con esas voces en mi cabeza. Me repetí que no me afectarían y no lo hacen aunque de cierta forma sólo pensar que voy a entrar en la boca del lobo me aterra.

Pero mi temblor se fué... se fué al verlo parado ahí, sonriéndome.

"-Pasen"

Dijo haciéndose a un lado indicando con la mano que pasáramos. Llevaba unos jeans desgastados y aquel suéter azul metálico. No parecía ser el cumpleañero, algunos traían mascaras -¡Hey!- nos dijo -Tomen- y nos extendió un par de máscaras, sonrió, dio media vuelta y se fue, dejándome ahí con la máscara en las manos junto a Thomas, y sin decir más se la puso.

- Soy más hermoso ahora- dijo riendo.

La noche transcurrió, Thomas sentado a mi lado, mientras comíamos frituras y bebíamos una soda en una esquina con las máscaras en nuestro regazo, mirando a todos caminar, bailar, hablar, reír, gastar bromas. Asustar pero no veía a Harry por ningún lado, no veía su suéter azul metálico por ninguna parte y eso no me gustaba hasta que lo vi bajar por las escaleras, corriendo detrás de un chico con una máscara de Freddy Krueguer. Thomas y yo nos reímos por un gran tiempo ya que el chico se había caído.

La mitad de un corazón [Larry Stylinson] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora