Vigilancia excesiva

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Narra Harry
- Señorito Harry, abra los ojos, es hora de levantarse.
Le gruñí a Sofia, una de las sirvientas y me tape la cabeza con las sabanas. Oí como Sofia andaba hasta él otro lado de la cama y levantó las persianas, luego sus pasos se pararon al frente de la cama, agarró las sabanas y las sacó del colchón dejándome completamente destapado.
Me hice bolita por él frío y Sofia rió.
- Se que no le gusta levantarse temprano...
" Es cierto, odio madrugar "
- Pero si no se levanta tendré que ir a la cocina y llamar a la señora María
Abrí los ojos rápidamente
- Vale ... Ya me levanto
Sofia volvió a reír
- Si que la tiene miedo- Sonrió.
- No es eso. Es que la última vez que no quise levantarme, cogió un barreño lleno de agua helada y me la tiró, quede completamente empapado.
- Si tienes razón. El grito que pegó cuando le tiro él agua se oyó por toda la mansión.
- Es que estaba muy fría - Reproché
- Bueno, váyase a duchar corriendo que ya va retrasado.
- Voy
Me metí en la ducha. Él agua se sentía bien recorriendo todo mi cuerpo y cabeza, pero cuando acariciaba mi cabeza, en mi mente apareció Shon acariciandome la cabeza la noche anterior y me sonroje.
-Pero que cosas estoy pensando. Shon es hombre- Retumbo mi voz en el baño.
Salí del baño y fui a la cocina
- Buenos días! - Les dije a los cocineros. Todos con una gran sonrisa me devolvieron él saludo y me sirvieron él desayuno. De pronto se oyó él timbre y rato después apareció él mayordomo Michael, era joven y bastante frío, pero era buena gente.
- Señorito Harry. Él señor Shon Garcia, acaba de llegar.
- Tan pronto?
Detrás de Michael apareció con una gran sonrisa y saludando con la mano.
- Mira te e traído algo Harry- dijo Shon
- Él que?
Saco una horquilla y me la dio
- Un transmisor auditivo y visual? Para que lo necesito?
- Lo has notado?
- Que crees ¿ Que me chupo él dedo?
No pienso ponerme eso
- Pensé que te quedaría bien- hizo un puchero .
- Soy un chico, no puedo ir con una horquilla !!
- No es para tanto, di que él pelo se te mete en los ojos y lo necesitas para estudiar.
- Pero se reirán de mi.
- Claro que no se reirán- se puso frente a mi, cogió la horquilla y me la colocó por encima de la oreja derecha- Estas adorable.
- A un chico no se le puede decir que es adorable, rompes su orgullo- un sonrojo en mis mejillas brotó
- Por cierto, con la horquilla puedo comunicarme contigo.
- En serio? Como mola. Voy a por mis cosas y nos vamos
- Vale.

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