Capitulo 2:

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Justin terminaba de secarse el cabello cuando Scootter apareció en la habitación con una sonrisa en la boca, últimamente anda muy bipolar se dijo el joven cantante, era cierto que en estos últimos meses se estuviera portando como una superestrella rebelde, pero eso era ¿no?.
A Justin le había parecido prudente continuar con su vida de cantante tranquilo, pero desde que Believe salió a la venta, el canadiense se dijo que porque teniéndolo todo no podía aprovecharlo al máximo y eso hizo, terminó con Selena, pedía más y más cosas, hacia lo que quería y cuando quería, estaba harto de los paparazzis, así que hizo hasta lo imposible para que no lo lograran fotografiar nunca, era una estrella se decía y había que comportarse como una .

-¿Qué quieres Scoott? Ya te he dicho que quiero que toquen la puerta antes de entrar.

-Te vas a Florida.

Así nada mas Scootter soltó la noticia, estaba impaciente por que Justin cambiara, porque el viejo chico que luchaba por sus sueños regresara a ser el mismo, aparte de que no quería envejecer tan rápido y debía admitir que literalmente las canas ya se le estaban notando por tantas rabietas con el joven sin camisa que tenía enfrente.

-¿Qué?---dijo Justin shockeado por la noticia.

-Sí, la cuñada de Kenny tiene una mansión en las afueras de Florida y te irás allá algunos meses.

-Ah, y ¿Qué voy a hacer allá?.

-Irás a reflexionar sobre tu actitud Justin, estarás solo y sin nadie que te ayude para la limpieza, a cocinar o personas que te cumplan tus caprichos, entiendes Justin---dijo Scootter viendo la cara de Justin, miraba un punto fijo con la boca entreabierta y con los ojos entrecerrados.

Justin por su parte se imaginaba todo lo que podía hacer en ese tiempo, ya conseguiría quien limpiara y le hiciera de comer, a fin de cuentas iba a estar solo ¿no? Y además tendría una mansión para él solo sin que nadie le ordenara nada, sin paparazzis, oh sí, el paraíso pensó, movió la cabeza saliendo de su trance y miró a Scootter con una sonrisa.

-Bien, cuenta conmigo para eso.

Scootter sonrio, Justin no sabía lo que le esperaba, esta mañana había hablado con Kenny y conoció a Megan al manager le quedó clarísimo que Justin no iba a ir a una escuela militar pero esa chica definitivamente lo pondría en cintura y de paso le enseñaría la lección más importante de la vida y todavía más importante que era la vida de estrella que él llevaba, se sentó en un sillón y le indicó que su vuelo partía mañana a las 9:00 de la mañana.

Justin saltaba en su cuarto imaginando las mejores vacaciones del mundo.

Pero esperen...

Lo bueno empezó al día siguiente, lo despertaron a las 7 de la mañana a regañadientes, recibió la noticia de que sus lujos se acababan ese día así que nadie hizo sus maletas, para ese entonces eran las 8:30, asustado por llegar tarde tiró toda la ropa, zapatos, lentes, productos de limpieza que pudo en 20 minutos, salió corriendo de la habitación del hotel, vio a Kenny y a Scootter parados a un lado del taxi y...!taxi! grito mentalmente, sí un taxi, llegó con ellos y subió SOLO su equipaje, Kenny se subió adelante, Scootter a su lado y el pegado a la ventana, miraba las calles de Los Ángeles y se repetía mentalmente que estos iban a ser los mejores meses de su vida. Llegaron al aeropuerto donde cientos de beliebers lo esperaban gritando, esta vez le ayudaron con el equipaje, corrieron adentro del aeropuerto justo 5 minutos antes de que despegara el avión dio su boleto sin despedirse de nadie, y ¡Oh! Sorpresa, era un vuelo de segunda, no su Jet privado, de mala gana y anonadado por la broma que sus dos "hombres" le jugaron encontró su lugar y se sentó junto a la ventana, en ese momento un niño se 5 años pataleando y llorando se sentó a su lado junto con un señor barbudo y ya de mayor edad que parecía ser su abuelo quien le gritaba al niño que se calmara "este va a ser un largo viaje" pensó, sacó sus audífonos y puso el volumen a todo lo que daba, lentamente cerró sus ojos y dejó que el mundo se fuera por un tubo, solo tenía que aguantar este viaje pequeño y listo, cerró su mente y quedó dormido.


Una hora más tarde se despertó gracias al frío glaciar que había en el avión, parecía Alaska allá adentro, se acomodó su chaqueta y vio que el pequeño de su lado le había derramado su helado por todo el pantalón, hizo una mueca de desagrado y sintió que el avión descendía, fue ahí cuando le agradeció a dios que el tormento había acabado, tan pronto como la gente se paró, él sacó su mochila de arriba de la repisa y esquivó a las personas del pasillo muriendo por salir, recibiendo uno que otro insulto salió del avión y buscó su maleta, la encontró y salió del túnel recordando
"¿y ahora?"
Recordó que se fue sin pedirle indicaciones a nadie, así que fijo su vista en los carteles que sostenían varias personas.
El helado hizo que sus muslos se congelaran por el aire acondicionado congelándolo por dentro, de pronto vio su nombre en una pizarra pequeña, dirigió su vista a quien lo sostenía y se encontró con una gran sorpresa, inmediatamente, sonrió...


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