CAPITULO 3 :

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Justin se encontró con un tipo como de unos 1,70 de altura, con apariencia de chofer, el sonrió, los chicos dijeron que no tendría nada de comodidades, "señoras y señoras, este es Justin Bieber" se dijo su imaginativa cabeza mientras pensaba en que el siempre se salía con la suya, se dirigió al señor quien lo miró un poco sorprendido, claro, Justin Bieber manchado de su pantalón con un color verde no era normal.

-Buenos días señor Bieber, bienvenido.

-Si claro, toma las maletas y vámonos quieres.

El chofer sonrió, el chico era igual a como Kenny lo describió esa mañana, tomó las maletas y dirigió a Justin hasta el coche, Justin se sorprendió al ver un BMW blanco, el auto le gustó, esperó con arrogancia a que le abrieran las puertas del coche.

-Mi nombre es Martín, señor Bieber, en caso de que quiera saber y pase usted---dijo abriendo la puerta del lujoso auto.

Justin entró y se acomodó, sintió como la puerta del piloto se cerró y como el motor se encendía, cerró los ojos un momento tratando de relajarse, "serán unas estupendas vacaciones" se dijo, eso de alguna manera lo tranquilizara, abrió los ojos de color miel para ver Florida desde la ventana del coche, entraron a la autopista, el mar se veía en la litoral, la arena se veía limpia y resplandeciente mientras que las pequeñas cabañas ya comenzaban a aparecer, minutos después el sol se reflejaba en los edificios de la ciudad, en la calle, la gente se paseaba en traje de baño o prendas libres. Justin se quitó la chaqueta, hacía bastante calor y se estaba asfixiando, Martín bajó la ventana dejando que el viento jugara con su cara, él sonrió cuando el sol le tocó la cara, las tiendas y atracciones que se encontraban ahí eran sorprendentes y el clima era perfecto para pasear en moto o incluso a pie, si tan solo tuviera alguien con quien hacerlo, vio a varias chicas que lo miraron, se relamió los labios, "este era su paraíso" se idealizo, minutos después entraron a lo que parecía ser una zona residencial, las casas eran muy bonitas y modernas, en las calles había gente divirtiéndose y algunos tomando el sol o simplemente en una fiesta, vio a lo lejos una fiesta de chicos y chicas de su edad, todos lo miraron, él solo les dirigió una mirada y todos se miraron cómplices, cómo no si iba en el carro de... bueno, el caso es que Justin frunció el ceño y regresó su vista hacia delante donde encontró que iba a cruzar una reja, había dos un tipo moreno cuidando la entrada, este le dirigió un gesto con la cabeza a Martín a lo que él respondió con un:

-"gracias Mike", Justin miró hacia donde iban, era una casa bellísima, tenía dos pisos solamente, era una casa muy adecuada para el clima, tenía ventanas que llegaban hasta el suelo, el margen era de pura madera mientras que lo demás era puro vidrio, afuera había una extensión que parecía ser un cuarto con las paredes agujereadas en forma de huevo, logró ver una mesa y varias sillas dentro de este, afuera había una gran extensión de césped limpio, verde, simplemente hermoso, la fachada de la casa era perfecta, de color caoba y con enredaderas con flores blancas y lilas adheridas a estas, el auto se detuvo en el garaje, Justin bajó del auto y tomó su chaqueta, Martín le dijo que lo siguiera, él lo hizo solo para ver, más sin embargo no le gustaba recibir órdenes Martin lo guió por el living, era enorme y las ventanas daban la iluminación perfecta, libreros de madera de pino y sillones de cuero y tejidos blancos le daban modernidad, una pantalla plana estaba en un estante, era realmente enorme, una mesa de centro y adornos por doquier, aparte de una araña en el techo de color perla con una forma realmente artística complementa el espacio, él quedó maravillado mientras subía las escaleras, vio una puerta y la abrió, se trataba de un balcón que dejaba ver el mar y una enorme piscina con tobogán y varios colchones y sillas con sombrillas la adornaban salió y vio que Martin se detenía en una puerta blanca, entró y Justin vió lo que según Martín sería su nueva habitación, él la estudió, tenía una cama enorme con muchas almohadas, una pantalla plana no tan grande como la de abajo, un escritorio con una lámpara y una figura, la puerta del baño estaba abierta, tenía una ducha y un jacuzzi, salí y vio el balcón enorme que tenía una visto increíble, Martín lo miró y dijo:

-Bueno, creo que mi estancia aquí termina.

-¿Cómo? ¿no serás mi chofer?

-Me temo que no señor Bieber, bueno compermiso---dijo saliendo de la habitación pero después de un segundo volvió---a me olvidaba, por favor, no la moleste ¿si?

Justin frunció el ceño, ¿no la moleste? ¿a quién? Si se suponía que iba a estar solo, no le puso atención y volvió la vista a su pantalón, se metió al baño y dejó que el jacuzzi hiciera lo suyo por un buen rato, al terminar estaba más que relajado, y con una sonrisa inigualable, se vistió con unos shorts flojos de baloncesto y una playera de cuello V blanca y unos Vans blancos también, salió con las manos en los bolsillos a las escaleras, husmeó en la casa y vio que era realmente bonita, el estómago de Justin gruñó en busca de alimento, iba a llamar a alguien hasta que recordó que no había nadie en la casa, se fue a la cocina y metió la cabeza en el gran refrigerador, vió cereal y leche junto con un jugo de naranja, el se hizo el cereal y vació el jugo en un vaso los puso en una bandeja, vio en la alacena unas papas fritas así que las tomó también, se dirigió al living, encontró el disco de Chris Brown, Turn Up The Music sonó en un volumen entendible mientras que el se relajaba en el sofá, 30 minutos después la bolsa de papas estaba tirada en el suelo y las migajas en el sillón de cuero, los pies de Justin estaban sobre la mesita, el tazón de cereal se le había caído y el líquido blanco estaba creando una mancha en la alfombra, y el vaso estaba sobre una revista ya mojada por el agua que caía del vaso, I Can Only Imagine sonó y Justin inmediatamente le subió el volumen al aparato cantando con David Guetta, Lil Wayne y Chris Brown como loco brincando sobre el sofá, estaba perdido en su mundo disfrutando de el sonido de la música en sus oídos que no se dio cuenta de que el volumen bajó considerablemente, el se detuvo de cantar cuando la música paró definitivamente, frunció el ceño y antes de que pudiera decir algo, una voz increíblemente seductora pero al mismo tiempo dulce se hizo presente en el silencio

-¿Sabes?, eres exactamente como te imaginé...

Be Alright. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora