"No dejarás intimidarte por él, no te involucrarás emocionalmente, no estarás bajo sus órdenes, no permitirás que se crea superior a tí" repetí por novena vez en un tono apenas audible mientras entraba en el establecimiento de Modest. Eran las reglas personales que yo misma me había impuesto, y para no olvidarlas las había guardado en las notas de mi celular. A lo mejor era un poco exagerado, pero me había prometido no quebrantarlas bajo ninguna circunstancia. No iba a dejarme intimidar, no me interesaba si Harry Styles estaba o no de acuerdo con el plan, mi trabajo sólo consistía en hacer lo que se me especificaba en el contrato. Evitaría por sobre todas las cosas sentirme afectada emocionalmente por él, aunque no descartaba la idea de una posible amistad. No se me estaba permitido enamorarme, no dejaría de lado el profesionalismo. No iba a obedecer a sus caprichos, yo no era una empleada suya, ya tenía demasiadas personas a su disposición. Y por último, no dejaría que por el simple hecho de ser una estrella pop me rebajara poniéndose a él mismo en un nivel superior. Nada de eso, mi clasificación de las personas iba mucho más allá de su reconocimiento mundial. Con todo esto en la cabeza empujé la puerta vidriada y caminé hacia la recepción. A medida que me acercaba, más quería salir corriendo, pero la imagen de cientos de personas observándome en un escenario, cantando mis canciones y sonriéndome me hacía querer seguir adelante. Problablemente estaba teniendo muchos prejuicios acerca de cómo sería todo, necesitaba relajarme y dejar que las cosas fueran sucediendo para darme cuenta de como eran realmente.
_Buen día -dije a la recepcionista, quién me devolvió el saludo- mi nombre es _________ y tengo una cita con Elena Sutherforn a las dos y media.
La jóven mujer escribió algo en el teclado de su ordenador y asintió con la cabeza.
_Elena no ha llegado, pero su asistente Beth te espera en su despacho.
Me indicó cómo llegar y me alejé de la recepción a paso lento. Ya no podía huír, ya había firmado, mi vida daría un gran giro luego de esa reunión. Dí un par de golpecitos a la puerta y una mujer me abrió inmediatamente. La reconocí al instante, era Bethany Kurbis. Mis primeras entrevistas habían sido con ella y, a diferencia de su jefa, me resultaba una persona muy simpática y agradable. En el despacho había un gran escritorio con una placa de bronce en la que se leía "Elena Margaret Sutherforn", al final de éste había dos sillas, y sólo una estaba vacía. En la otra se encontraba un chico apuesto de pelo rizado y ojos verdes. Harry. Estaba mirando en mi dirección mientras bebía un café de un vaso del telgopor.
_¡__________! -me saludó Beth- estábamos esperándote.
_Hola Beth, hola, eh, Harry.
_Hola _________ -me devolvió el saludo sin expresión alguna en su rostro.
Harry hizo girar su silla y quedó frente al escritorio de Elena, dándome la espalda. Muy educado de tu parte. Beth me hizo señas para que me sentara en la silla contigua.
_Empezaremos nosotros con la reunión, acabo de enviarle un mensaje a Elena y me dijo que probablemente no llegará.
_Muy bien -asentimos ambos.
La ausencia de Elena era una buena noticia para mí, esa mujer lograba intimidarme. La jóven asistente tomó su lugar detrás del escritorio y entrelazó sus dedos apoyando los brazos sobre éste.
_Los dos saben por qué están aquí -Harry suspiró y echó su cabeza hacia atrás en señal de frustración- vamos a publicitar un romance entre ustedes. Lo primero que necesitamos es el compromiso de ambos, esto no puede fallar. Si falla todos perdemos, recuerden que esto es sólo para beneficiarlos ¿de acuerdo?
_De acuerdo -contesté.
_¿Puedo no estarlo? ¿Tengo otra opción? -Beth y yo dirigimos nuestras miradas hacia Harry.

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Over Again.
Fanfiction_____(TN) ________(TA) siempre ha soñado con la fama y el éxito, y su vida cambia cuando se le presenta la oportunidad de firmar un contrato millonario con SyCo. Pero nada llega gratis, para cumplir su sueño la adolescente de casi 17 años debe somet...